Literatura y cultura en el aula de L2
Autora: Dra. Laura de la Parra Fernández
27 feb 2023 - 09:47 CET
A menudo la literatura parece quedar relegada a un segundo plano en la enseñanza de L2. Cuando se piensa un contacto real con el idioma para el estudiante, suelen venirnos a la cabeza ejemplos de textos multimodales como series de televisión, cine, videojuegos periódicos o conversaciones reales, como ya se ha visto en otras entradas de este blog (Latorre, 2022; Cantos, 2022), pero no tanto obras de literatura. Estas últimas son generalmente consideradas, tanto por profesores como por estudiantes, como inadecuadas para la enseñanza de una segunda lengua (Savvidou, 2004). De hecho, la breve toma de contacto que se suele tener en las clases de enseñanza de segundas lenguas es con lecturas graduadas, que son un recurso útil en los primeros estadios de aprendizaje de la lengua debido a su simplificación del lenguaje. Sin embargo, en este post queremos proponer el uso de obras de literatura reales como input y vehículo para el aprendizaje de segundas lenguas.
¿Por qué la literatura?
Debido a su fomento de la empatía (Keen, 2005), la literatura es un vehículo de gran utilidad para aprender no solo una lengua extranjera por su gran riqueza léxica y gramatical, sino por las competencias culturales y pragmáticas que forman parte de su adquisición. La literatura permite trascender los límites de la realidad (a diferencia de leer una noticia en un periódico o una entrevista en una revista) y lleva al lector a implicarse en el desarrollo de la trama y en las emociones de los personajes.
Como afirman Collie y Slater (1987), en un texto literario los estudiantes se enfrentan a un input auténtico, que incluye aspectos pragmáticos como la ironía, elementos culturales, y que llaman directamente la atención sobre el lenguaje utilizado de manera global, en lugar de sobre una estructura gramatical o construcción particular (pp. 5–6). Es decir, se trata de un tipo de input muy completo y real que fomenta la creatividad y desarrolla las habilidades del aprendiz desde un punto de vista multidisciplinar.
Además, el énfasis en la comunicación oral no significa que no se puedan utilizar textos literarios desde un enfoque comunicativo, ya que la lectura en conjunto de un texto (un relato corto, una novela, o incluso, poesía) puede fomentar el debate en clase, el pensamiento crítico y la motivación (Van, 2009). Lo importante es diseñar los objetivos y las actividades que acompañarán a la lectura, así como—en menor medida—la elección del texto literario.
Literatura y cultura
Los textos literarios siempre están situados en un contexto histórico concreto, anclados a un movimiento literario, preocupaciones políticas, e inquietudes sociales. Por todo ello, los textos literarios son también un vehículo fundamental de transmisión de la cultura de la segunda lengua y un lugar privilegiado para comprender eventos históricos complejos. Por ejemplo, Huckleberry Finn puede utilizarse para hablar sobre la Guerra de Secesión y la segregación racial en el sur de los Estados Unidos; El Gran Gatsby para entender el contexto de entreguerras y los “felices años veinte” en EEUU; o Emma para aprender sobre la época georgiana en Reino Unido. Leer textos literarios no solo enseña a los estudiantes cómo era un periodo concreto, sino que les permite profundizar en cuestiones más pragmáticas, como las formas de relacionarse que tienen las personas en un determinado contexto social, diferencias culturales, así como similitudes y temas universales que trascienden barreras culturales e idiomáticas (el amor, la muerte, la pérdida, etc).
Asimismo, la lectura de textos puede complementarse con la lectura en voz alta y la escucha de audiolibros o la proyección de versiones cinematográficas. Las tareas se diseñarán conforme a los objetivos de aprendizaje y al nivel del grupo, pero pueden ir desde reflexiones críticas sobre el texto leído, a debates, comentarios e incluso tareas de escritura creativa donde los estudiantes imaginen y cambien parte del texto. En cualquier caso, las actividades deberían estar dirigidas a la experiencia lectora de los aprendices y a la búsqueda de una puesta en común grupal.
Por otro lado, la función poética del lenguaje, presente en cualquier texto literario, enriquece todas las demás funciones. Algunos estudios señalan también una importante correlación entre la lectura y la competencia escrita de los aprendices (Fitzgerald y Shanahan, 2000).
Conclusión
Para que los estudiantes se involucren en la lectura de textos literarios en segundas lenguas, será esencial elegir aquellos que se adecúen a su nivel y habilidad lingüísticos, seleccionando cada lectura de manera individual hacia cada alumno, ya que existen excepciones. No todos los alumnos disponen del mismo nivel y algunos pueden sufrir dificultades a la hora de enfrentarse a los textos. También se han de tener en cuenta sus intereses e inquietudes, ya que el esfuerzo que requiere enfrentarse a este tipo de texto es muy superior que el que requieren otros. Es decir, es complejo saber cómo elegir un texto por un único motivo, y más bien esta elección debe centrarse en las necesidades específicas de los aprendices (Bobkina y Domínguez, 2014).
Lo importante de llevar textos literarios al aula de L2 no es que los estudiantes entiendan todas y cada una de las palabras del texto o que aprendan a interpretar textos, sino crear un hábito de lectura para que puedan disfrutar e involucrarse con la lectura y los diferentes usos y funciones del lenguaje que esta proporciona. La satisfacción de ser capaz de abordar este tipo de textos, el consecuente aumento de las capacidades críticas, la motivación y de la cohesión grupal hacia objetivos de aprendizaje comunes son algunas de las ventajas que ofrece la integración de la literatura en el aula de L2.
Referencias
Bobkina, Jelena y Elena Domínguez. 2014. “The Use of Literature and Literary Texts in the EFL Classroom; Between Consensus and Controversy.” International Journal of Applied Linguistics and English Literature 3(2): 248–260.
Collie, Joanne y Stephen Slater. 1987. Literature in the Language Classroom: A Resource Book of Ideas and Activities. Cambridge: Cambridge University Press.