Consumir cine y series en versión original subtitulada: El hábito más útil (y divertido) para aprender inglés
Autor: Dr. Juan Antonio Latorre García
30 nov 2022 - 14:30 CET
«Una vez superes el muro de dos centímetros y medio que suponen los subtítulos, accederás a muchas más películas increíbles», fue la sugerencia del director de cine surcoreano Bong Joon Ho poco antes de recibir el Oscar a mejor director por su película Parasite en 2020. (¿Que no la has visto, dices? ¿Y a qué esperas?). Esta terminaría ganando también la estatuilla a mejor filme, convirtiéndose así en la primera y única película de habla no inglesa en lograrlo; todo un hito en una industria tan proteccionista como es la cinematográfica en Hollywood.
Es una realidad que, en España, al igual que en países como Italia y Alemania, hay cierta reticencia a la hora de consumir material audiovisual en versión original subtitulada. Esto contrasta con los hábitos de Finlandia, Croacia o nuestros vecinos portugueses, por poner algunos ejemplos. ¿Cómo es posible que encontremos estas diferencias tan marcadas entre países?
Países dobladores y países subtituladores
Existen dos grandes tradiciones en lo que a producción de material audiovisual se refiere. España es un claro ejemplo de aquellos con una gran apuesta por la industria del doblaje. La gran ventaja de esta tradición es que el producto resultante es muy fácil de consumir tanto a nivel lingüístico como estético. Sin embargo, mediante el doblaje se pierde tanto la interpretación original de los actores (lo cual resta credibilidad a las películas) como la oportunidad de adquirir conocimientos muy valiosos en el idioma original en el que fueron rodadas.
Las producciones en versión original subtitulada tampoco se encuentran exentas de inconvenientes, tales como la intromisión de los propios subtítulos en la pantalla (lo cual puede llegar a resultar molesto) o el hecho de que su consumo puede hacerse un poco cuesta arriba para aquellos espectadores que no estén nada familiarizados con el idioma original. A pesar de todo, desde aquí os animamos encarecidamente a darle una oportunidad al consumo de material audiovisual en versión original subtitulada (VOSE). A continuación, os contaremos algunos de sus principales beneficios.
¿Qué se consigue viendo películas y series en VOSE?
Viendo películas y series en versión original podemos interiorizar esas estructuras gramaticales que en clase nos parecieron extrañas, ampliar nuestro vocabulario y adaptarnos a escuchar distintos acentos que jamás encontraríamos dentro del aula, algo que puede marcar la diferencia a la hora de desenvolvernos en un país extranjero.
Una vez que nuestras hijas e hijos se acostumbren a ver sus películas y series preferidas en VOSE, tendrán un aliado de por vida para mejorar su segunda lengua, ya que este hábito les permitirá percibir el inglés como un medio para lograr un fin, en lugar de como un fin en sí mismo. Uno de los principales motivos por los que en los países subtituladores suele haber un nivel promedio de inglés superior es que, desde una edad muy temprana, las niñas y niños tienen un interés genuino por entender el idioma, ya que esto equivale a poder consumir los productos que tanto les apasionan, como es también el caso de los videojuegos. Esto contrasta con esa mentalidad, por desgracia, tan arraigada en nuestra sociedad de que el inglés es simplemente una asignatura más que aprobar en la escuela.
Dónde y cómo consumir material audiovisual en VOSE
La irrupción de las plataformas de streaming durante los últimos años es una gran noticia para los amantes del aprendizaje de lenguas extranjeras. Los catálogos de Netflix, HBO Max, Amazon Prime, Disney +, Filmin y Apple TV ofrecen numerosas producciones de habla inglesa listas para ser consumidas por el público español. Entre todas ellas, cabe destacar la plataforma Disney +, donde los más pequeños podrán disfrutar de sus dibujos animados favoritos en versión original para adquirir cuanto antes ese hábito tan valioso del que hablábamos hace un momento.
A las plataformas de streaming hay que sumar la oferta cultural de la Comunidad de Madrid, donde, además de haber cines especializados en la emisión de películas en VOSE, como los archiconocidos Cines Renoir o más novedosos centros como la cadena CINESA o el OCINE Urban de X-Madrid, son cada vez más los cines de barrio (los de toda la vida) en los que se exhiben películas en este formato al menos un día a la semana. ¿Qué mejor plan puede haber para una tarde de ocio que ir con nuestras hijas e hijos a disfrutar del cine e inculcarles un sano hábito que puede acompañarlos durante el resto de su vida? Además, esta es también una buena oportunidad para que vosotros, madres y padres, os subáis al tren de los idiomas. ¡No olvidéis las palomitas!