Consejos para aprender/enseñar/ayudar a aprender una lengua extranjera
Autora: Sira Valladares González
10 nov 2022 - 11:46 CET
Nuestra primera entrada ya dejaba claro el papel del inglés como un bien. Ahora que somos conscientes de que el inglés es importante como un medio para conseguir un trabajo, una buena formación, un plus como ser humano, y como fin en sí mismo, nos asalta la pregunta de ¿cómo conseguir aprender una lengua extranjera de manera eficiente y eficaz?
Nos proponemos aportar trucos que, sin pretender ser nuevos para aquellos que como yo, han dedicado su vida a estudiar una lengua, pueden ser útiles para jóvenes estudiantes, profesores superados por las circunstancias o padres ávidos por ayudar a sus hijos. Además, como ya hemos entrado en materia, a los “consejos” les llamaremos “tips” que suena más bilingüe.
Tips para aprender, enseñar o ayudar a aprender una lengua extranjera
Aunque ahora empiezo mi verdadera andadura como profesora de inglés en un colegio bilingüe en la Comunidad de Madrid, he dedicado los últimos 6 años de mi vida a ayudar a algunos estudiantes sin muchos recursos y con importantes dificultades al hacer frente a la educación bilingüe. En ocasiones sus familiares se veían incapaces de ayudarles a estudiar este nuevo idioma que tan crucial parece en su currículum escolar. Sus recursos económicos tampoco eran boyantes y, a veces, aunque no les faltaba motivación, tampoco era fácil encontrar la mejor manera de aprender. Antes de esto, yo misma fui estudiante de inglés y en estos años he podido recopilar algunos tips que espero, querido lector, te ayuden a aprender, enseñar o ayudar a aprender una lengua extranjera.
¿Cómo aprender a leer – escuchar en inglés?
Como profesora de inglés, lo que más me preocupa de un alumno es que no tenga entrenada su capacidad de lectura y/o escucha. Siempre podremos estudiar más y mejor la gramática o el vocabulario pero, como suelen decir mis alumnos (y como decía yo): “los reading y los listening no se estudian”. Teníamos razón, la lectura y la escucha se entrenan. Nunca se podrán predecir el texto o el audio que nos pondrán en el examen o en una situación de la vida real, pero sí que se pueden entrenar estas capacidades para llegar a estar preparados.
- Atiende al formato que tienen todos los ejercicios de escucha o lectura, al final son limitados; y una vez entiendes la mecánica de cada ejercicio te será mucho más fácil enfrentarte a él.
- Comienza subrayando las palabras clave, las que te dan “pistas” sobre aquello que tienes que rellenar. Mientras uno lee o escucha es difícil atender y recordar a la vez todas las preguntas o huecos que uno tiene que rellenar. Por ello, subrayar las palabras que contengan el mayor significado “diferencias”, “lugar” “quién, cómo, cuándo” ayudará a nuestro cerebro a concentrarse solo en la información necesaria para completar el ejercicio. Además, al tenerlo subrayado podrás volver a ello si necesitas confirmar o refrescar la memoria durante el ejercicio.
- Los sinónimos son un aspecto con el que se juega mucho en los textos orales y escritos. Cabe la posibilidad de que en niveles inferiores las preguntas de los ejercicios usen exactamente las mismas palabras que aparecieron ya en el texto, pero a medida que el nivel es superior, los sinónimos serán nuestros mejores aliados. En vez de “characteristics” quizás tu texto use la palabra “features”. Por ello se deben buscar los signos de puntuación y no dejarse desmotivar por no entender absolutamente todas las palabras del texto.
- Los marcapáginas con vocabulario siempre me han sido útiles a la hora de seguir el hilo de un texto más largo y continuado en el tiempo. Son una forma bonita, fácil y útil de recoger aquellas palabras de las que hablábamos en el punto 3. Juntarlas en un marcapáginas te ayudará a localizarlas rápidamente pues este instrumento siempre se mueve contigo a través de las páginas.
- No es necesario reconocer el 100% de las palabras de un texto para comprender su significado completo. Por eso, si no eres capaz de traducir todas las palabras del texto, no te preocupes, es algo más común de lo que muchos estudiantes creen. Incluso los profesores no siempre conocemos todas las palabras de un texto sin buscarlas en el diccionario; el inglés tiene cientos de miles de palabras. A mis alumnos siempre les digo que recojan 3 tipos de palabras de los textos:
- Palabras cuya ausencia de significado te impida recuperar el sentido completo de la frase.
- Palabras que aparezcan de forma repetitiva (ya que si aparecen de forma recurrente en el texto seguramente sean importantes para la comprensión general del mismo).
- Palabras que despierten tu interés por algún motivo: quizás sea la ortografía, el sonido, o haberla visto anteriormente. Si te pica la curiosidad, estúdiala, ya que siempre será buena consejera en el aprendizaje.
¿Qué hacer con el vocabulario y la gramática?
Aunque siempre haya algún conocido que nos asegurará que el uso de películas y series son el truco definitivo para aprender inglés (y en ocasiones es cierto), mi experiencia con adolescentes y niños es que se aprende más con los videojuegos. Sobre estos, no apuntaré demasiado y os remito a nuestro anterior post al respecto.
De forma algo más personal, como estudiante adquirí mucho vocabulario de manera entretenida y natural escuchando canciones de rap. Por su rapidez, fluidez y plasticidad con el lenguaje, el rap es una forma maravillosa de entrenar nuestro oído, conocer sinónimos y adquirir nuevo vocabulario. Por supuesto, este método podría funcionar con cualquier género musical, pero el rap, en cualquier idioma, tiene una forma de jugar con el lenguaje que ayuda especialmente a enriquecer nuestro léxico. Proporciona numerosos ejemplos y esto te ayudará a recordarlos cuando necesites activar justo esa palabra. Por eso, otro buen método para aprender nuevo vocabulario es realizar tus propios ejemplos divertidos y ajustados a tu personalidad y conocimiento. ¿Recuerdas cuando hacíamos frases que contenían las siglas de los elementos de la tabla periódica? Pues igual.
Si el rap no te gusta, las tarjetas de vocabulario o “flashcards” se adaptan a todos los públicos. Para aquellos con mayor inteligencia visual, la palabra en inglés y el dibujo servirán, mientras que para los que posean mayor inteligencia lingüístico-verbal, la traducción español-inglés será suficiente. Y si es una única palabra la que se te atraganta, algo tan sencillo como un post-it con la palabra en cuestión en medio del mueble de tu habitación que más veas (en mi caso un espejo en medio del cuarto o la ventana) activará como una alarma en tu cerebro la atención hacia esa palabra cada vez que te cruces con el post-it.
En cuanto a la gramática, mucho tiene que ver con la forma de enseñanza de cada profesor, ni mejor ni peor, simplemente diferente para cada estudiante. Aunque yo soy defensora del autoconocimiento (hay alumnos que necesitan muchas explicaciones muy técnicas mientras que lo que otros necesitan es un lenguaje cercano y sencillo), empezar a conocer la forma en la que estudias es un buen paso para luego poder trasladarla a tus profesores y tutores.
¿Y qué hay de las habilidades más productiva? Tips para cultivar la escritura y la oralidad
- Los escritos en inglés siempre guardan una estructura bastante fija; recuérdala con pequeños escritos que a la vez te ayuden a practicar.
- Las frases fijas: tu mejor aliado. Al igual que la estructura, son frecuentes las frases que podemos repetir al escribir. Comienza apuntando unas cuantas estructuras fijas para cada situación: dar tu opinión, saludar, despedirse, introducir, resumir, etc. De esas elige 3: una que te llame la atención por cualquier motivo, una que ya sepas y domines y otra que quieras aprender o sea nueva. Entre ellas estará la frase que más usarás sin darte cuenta al practicar, cógela y no la sueltes. Repítela en todos tus escritos o intervenciones orales hasta que tengas el nivel, la soltura o la comodidad para seguir aumentando tu inventario.
- Keep it simple! Las oraciones, sean escritas u orales, cuanto más breves mejor. Cuando se es breve, menos oportunidad hay de perder el hilo o de cometer errores. Además, la idea será más sencilla y, por ende, más fácil de seguir para tu receptor.
Y tú, Sira, como profesora, ¿qué consejos les das a tus alumnos?
¿Yo? Bueno, por lo pronto esta semana, siguiendo con mi programación didáctica, les pediré a mis alumnos de 1º de la ESO que escriban un artículo en inglés sobre cómo se aprende una lengua. Parece que, a veces, los mundos se alinean. Mientras espero con impaciencia sus writings para ver cómo se las apañan ellos para estudiar cuando no están en clase. A los profesores, padres y madres solo nos queda seguir pensando más trucos para ayudar a los estudiantes a mejorar su forma de aprender; y poco a poco, veremos la recompensa en el proceso de aprendizaje del inglés de nuestros hijos e hijas.