ARTE. Revista de la Sociedad de Artistas Ibéricos
Portada del número 1 de ARTE. Revista de la Sociedad de Artistas Ibéricos, Madrid, 1932
Inauguración de la Exposición de Artistas Ibéricos en el Retiro. Entre los fotografiados se identifica a Margarita Nelken (izd), Ricardo Gutiérrez de Abascal (“Juan de la Encina”), Alfonso Pérez Nieva (Director General de Bellas Artes) y Victorio Macho; Eugenio d’Ors y Salvador Dalí (dcha). Blanco y Negro, 31 mayo 1925. Fuente: Real Fundación de Toledo.
Ángel Ferrant y el diseño de una configuración escolar, 1932
La exposición de la Sociedad de Artistas Ibéricos en 1925
Manuel Abril y ARTE. Revista de la Sociedad de Artistas Ibéricos
ARTE, la revista de la Sociedad de Artistas Ibérico (SAI), jugó un papel fundamental como vía de entrada y conocimiento del arte moderno en el arte español. Aparece en 1932, en un momento en el que España empieza a recuperar su lugar como escenario de modernidad, en particular desde Madrid, Cataluña, País Vasco y Andalucía. Así, en el ambiente academicista que domina en Madrid, en 1925 irrumpe un nuevo movimiento cultural materializado en la SAI; su proyecto busca consolidarse, entre otros medios, con la creación de la revista ARTE. Ambos ejes tuvieron gran repercusión y alcance en la configuración de la vanguardia española.
La Revista de la Sociedad de Artistas Ibéricos surgió de la necesidad de introducir a España en el marco del arte moderno. A finales del siglo XIX se percibía la necesidad de un impulso por el que el espectador ligado al arte dejase de ser complaciente para convertirse en un espectador activo. Es así que en lugares como Barcelona, ciudad que recibiría mucha influencia de lo que estaba ocurriendo en Francia por aquel entonces, comenzarán a surgir grupos de artistas que promoverán el modernismo y, con este, el noucentisme.
En cambio, en Madrid se observa un panorama distinto al catalán, pues únicamente se asiste a episodios aislados y donde la tradición academicista conserva un fuerte peso. De esta manera, propuestas como el trabajo de Ramón Gómez de la Serna por modernizar el arte sirvieron para que otras figuras, como Juan de la Encina, comenzaran a interesarse por el arte moderno. José Ortega y Gasset también apuntará que se ha de establecer una separación entre “la España oficial y la vital”. Otro episodio destacable fue el realizado por Vicente Huidobro, gracias al cual se establecieron nuevos valores en el arte español contemporáneo. En este escenario, fue crucial el surgimiento de la Sociedad de Artistas Ibéricos, una asociación de artistas, críticos de arte y escritores que actuaron a favor del arte moderno. Durante los años en los que esta sociedad estuvo activa, 1925-1936, su propuestas resultaron fundamentales para entender ahora la historia del arte español contemporáneo, pues conscientes de la necesidad de modernizar el arte en España, comenzaron a renovar el arte y la cultura española mediante tratados y exposiciones, siendo destacable la exposición celebrada en el Palacio de Exposiciones del Retiro, en mayo de 1925. Esta se presentó como un espacio para el arte renovado y sirvió para establecer una relación entre artista y público.
La historia de la SAI es inseparable, también, de ARTE. Revista de la Sociedad de Artistas Ibéricos, creada para difundir el arte de las vanguardias en España. Manuel Abril (1884-1943), escritor y crítico de arte, fue el director de la revista y uno de los principales integrantes de la Sociedad de Artistas ibéricos. Junto a él, cabe mencionarse la importante participación de Antonio Marichalar, Alfonso Ponce de León y Guillermo de Torre, como miembros del consejo de redacción del primer número, y a Luis Blanco Soler, José María Marañón, Timoteo Pérez Rubio y Guillermo de Torre en el segundo.
La Sociedad de Artistas Ibéricos tuvo como objetivo la publicación de 10 números por año, pero por diferentes motivos, acabarían apareciendo solo dos números de la revista, siendo el primero de 1932, y el último de 1933. Esa ambición editorial puede verse en las portadas de ambos números, cuya lectura nos aporta toda esta información: el anuncio de publicar 10 números al año, los nombres de quienes están detrás del proyecto, el precio de venta (4 pesetas, 2,5 pesetas para socios de la Sociedad de Artistas Ibéricos y 6 pesetas en el extranjero) y precio de subscripción (10 números 30 pesetas, 5 números 17,50 pesetas y para los socios de la Sociedad de Artistas ibéricos, un 25% de descuento). Tras esto aparece la dirección (C/Torrijos, nº13, Madrid) y finalmente la fecha, septiembre de 1932 para el primer número y junio de 1933 para el último.
Además, los objetivos de la revista quedaron claros ya en el primer número, donde mediante una carta al Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes y al Director General de Bellas Artes se expone una defensa del arte español contemporáneo y la necesidad de introducir las vanguardias en España, dado que el país estaba quedando fuera de la modernidad cultural. Es así como llaman al ministro a actuar, y piden al público general que lean la revista para poder ayudar a publicar muchos temas que no han podido introducirse y a apoyar económicamente a la publicación de la revista.
La revista definirá, dentro de un contexto anticuado, conservador y alejado en algunos momentos de los nuevos movimientos culturales, qué es la vanguardia. Para ello, Manual Abril, en el texto “El Paraíso perdido y el arte moderno”, explica que el artista es un creador que, al igual que los ángeles y Dios, crea e inventa formas y figuras, las cuales han de ser entendidas, pidiendo al público valorar la calidad de unas obras formadas en el caos y el desorden. Por otra parte, la revista también se va a hacer eco del nuevo sistema educativo que el artista y docente Ángel Ferrant elabora en 1932 y presenta en las páginas del número 1 bajo el título “Proyecto para unas Escuelas federadas de Artes plásticas del Estado”, con el objetivo de fomentar una nueva escuela de oficios para poder crear una sociedad conocedora de las nuevas artes plásticas. Destacando, por último, la importancia que tuvo el filósofo Ortega y Gasset, con su ensayo La deshumanización del arte (1925) -donde habla de la constante negativa por parte de la sociedad española para entender el nuevo arte, pues opinarán que es algo “caótico” que “cualquiera puede hacer”-, Manuel Abril se apoyará en ese ensayo para escribir su texto “Humanización y desnaturalización, o lo humano y lo demasiado humano”, publicado en el número 2 de la revista, para explicar al lector que corresponde al arte joven valorar el nuevo arte que se está realizando, el cual por error ha sido muy criticado, por la negativa de las personas a entenderlo y valorarlo, tratando de crear así un nuevo público culto.
La SAI buscará abrir paso al arte vanguardista dentro de la sociedad española, que, ante la falta de educación cultural, se estaba quedando atrasada respecto al contexto europeo. Esta revista es una pieza clave para entender la vanguardia española, a pesar de su poca difusión y corta duración, para crear una consciencia crítica y artística en el país, que comenzaba a florecer en esos años, gracias en parte a la SAI y sus acciones, y donde la revista ocupa un lugar de precursora dentro del panorama español. Este reconocimiento queda de manifiesto en la exposición que le dedicó el Museo Reina Sofía, en 1995, bajo el título La Sociedad de Artistas Ibéricos y el arte español de 1925.
Ficha técnica
Título: Revista de la Sociedad de Artistas ibéricos.
Cronología: 1932-1933
Lugar de Edición: Madrid, España.
Órgano editorial: Manuel Abril (1884-1943), fue el director de la revista, mientras que otros participantes destacados fueron Marichalar, Alfonso Ponce de León y Guillermo Torre, como miembros del consejo de redacción del primer número, y Luis Blanco Soler, José María Marañon, Timoteo Pérez Rubio y Guillermo de Torre en el segundo.
ARTE. Revista de la Sociedad de Artistas Ibéricos en la biblioteca de la UCM
Palabras clave: Sociedad de Artistas Ibéricos, arte de vanguardias en España, Manuel Abril, Revista de la Sociedad de Artistas Ibéricos
Bibliografía
Sobre la Sociedad de Artistas Ibéricos
Pérez Segura, Javier. La sociedad de artistas ibéricos (1920-1936). Universidad Complutense de Madrid, Tesis doctoral, 2003.
Pérez Segura, Javier. Arte Moderno, Vanguardia y Estado: La Sociedad de Artistas Ibéricos y La República (1931-1936). Biblioteca de Historia del Arte, 4. Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Historia, Departamento de Historia del Arte, 2002.
Sobre la Exposición de 1925
Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (España), and Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (España). 1995. La Sociedad De Artistas Ibéricos Y El Arte Español De 1925: [Exposición]Museo Nacional Centro De Arte Reina Sofía.: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofíaetc.
Biografías
Enlaces de interés
- ARTE. Revista de la Sociedad de Artistas Ibéricos, nº1 (digitalizada). Biblioteca Nacional de España
- ARTE. Revista de la Sociedad de Artistas Ibéricos, nº2 (digitalizada). Biblioteca Nacional de España
- Javier Pérez Segura, "Manifiestos y textos programáticos de la Sociedad de Artistas Ibéricos", Archivo Español de Arte, vol. 76, nº 202, 2003, pp. 177-185.
- Exposición La Sociedad de Artistas Ibéricos y el arte español de 1925. Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofia, 1995.
Jorge Fernández Legido, Violeta Rossique, Blanca Oribe, Iván Moreno
Grado en Historia del Arte, 3er curso, 2021-2022