Grupos de investigación

Análisis de Pavo

 

Ejemplar de Pavo dedicado a León Sánchez Cuesta por Federico García Lorca con anotaciones del poeta. Residencia de Estudiantes, Madrid.


 

Pavo. Humor y crítica en el seno de la redacción de Gallo

“Desconfiad de toda propaganda contra Gallo que no lleve la etiqueta de esta redacción”.

Con esa frase cerraban las Advertencias sin importancia del final del segundo número de la revista Gallo, reconociendo, por si había aún alguna duda, la autoría del pliego Pavo. En realidad, ya quedaba bastante claro con el acróstico introducido en el Romance no gallista que abría el pliego: “Pavo está hecho por la redacción de Gallo”.

Si bien es cierto que es muy probable que la redacción al completo de la revista participase en este proyecto satírico, existe un consenso en la fuerte presencia de la pluma de Federico García Lorca en la redacción final del texto, según indica el estudio de la influencia temática y el estilo de este poeta, además de la existencia de algunos manuscritos conservados que apoyan esta teoría.[1]

La estructura y diseño de Pavo se configura como réplica a Gallo. En primer lugar, abre el texto una cita en latín, en este caso, un latín inventado y falsamente atribuido a Propercio: “Pavus est matatus itaque Pascuorum Navitatis per burgueorum ricorum a la setiñorum ñorum garrapiñorum al caer”. Si los gallistas utilizaron las citas clásicas como declaración de intenciones de su carácter combativo, en Pavo se usa para hacer alusión al hábito de la burguesía de comer pavo en Navidad. En esta primera página se puede leer, además, el ya mencionado Romance no gallista, junto con un texto titulado Nuestro objeto. En este se introducen los redactores de Pavo como gente sensata y razonable que busca reírse de las “modernas tendencias artísticas” que Gallo representa. Cierra el texto una alusión a la Historia de este gallo que Lorca escribía en el primer número de la revista: “Canta gallo, regallo y contragallo”, a lo que Pavo responde: “Canta pavo, repavo y contrapavo”.

El paralelismo y la crítica continúan con los Contrastes poéticos que buscan arremeter contra la libertad de métrica y temática de la poesía vanguardista, en unos versos que dicen: “Eres áulica / Elena / Total: / la cal hidráulica / y el Zotal”. Estos versos de Pavo cobrarán más sentido con el segundo número de Gallo, donde Gómez Arboleya dedica Flechas con vista al blanco a una mujer llamada Elena. Seguidamente, y para ahondar en la crítica al rumbo que ha tomado la poesía vanguardista, ofrecen un fragmento de poesía tradicional española y cierran el texto con una indicación “el lector mismo hará el comentario”.

A continuación, se puede leer El grito en el entresuelo firmado por un tal Andrés Bergantín, clara alusión a El grito en el cielo que José Bergamín escribe para el primer número de Gallo. En el texto de Bergamín  se alaba la figura del gallo, cuyo grito se vincula a la creación, el conocimiento y a la idea de abrir los ojos frente a la oscuridad o ignorancia. Este canto al grito se puede interpretar, en el contexto general de la revista, como una manera de revolverse contra la tradición. Frente a esta propuesta, la versión de Pavo arremete contra la figura del gallo, proponiendo el pavo como una mejor alternativa: “Contra la rebeldía enhiesta de la cresta del gallo, el pavo baja su moco conservador”. En general, se contrapone la actitud rebelde o combativa de levantar la cabeza para poner el grito en el cielo, con la actitud moderada de poner ese grito en el entresuelo, es decir, de agachar la cabeza, incluso, de mirar al pasado. Cobran, así, sentido las palabras que la figura ficticia de Don Emiliano Sandoval y Lindoré dice en el discurso inventado de presentación de Pavo: “Queremos pintar, esculpir y hablar como nuestros padres (...)”, como respuesta a la voluntad vanguardista de los gallistas de romper con el pasado. 

Fruto del desconocimiento, los detractores de la vanguardia acogieron con gusto el pliego satírico, al mismo tiempo que aquellos que sí conocían la verdad detrás de este disfrutaron del juego que los gallistas habían creado. Tal fue el impacto de esta broma que Agustín Penón, treinta años más tarde, en su Diario de una búsqueda lorquiana (1955-1956) da noticia de cómo se seguía recordando en tertulias y cafés.[2]

 

Notas

[1] Consúltese Antonio Fernández, Nicolás. Federico García Lorca y el grupo de la revista gallo. Granada: Diputación de Granada, 2012, p. 402, nota 13 para una recopilación bibliográfica sobre esta materia.

[2] Penón, Agustín. Diario de una búsqueda lorquiana (1955-1956). Edición a cargo de Ian Gibson. Esplugues de Llobregat: Plaza y Janés, 1990, pp. 217 y 219. Recogido en Antonio Fernández, Nicolás. Federico García Lorca y el grupo de la revista gallo. Granada: Diputación de Granada, 2012.

 

Bibliografía

Antonio Fernández, Nicolás. Federico García Lorca y el grupo de la revista gallo. Granada: Diputación de Granada, 2012.

Gallo: revista de Granada. Publicación, revista 1988, edición facsímil. Granada: Comares, 1998. 

 

Anne Urquizu López. Grado en Historia del Arte, 3er curso, 2021-2022