Negro de humo
La tinta negra, utilizada desde hace siglos para la escritura, tiene su origen en lo que actualmente denominamos “negro de humo”, el cual apareció por primera vez en la escritura jeroglífica, creada por los egipcios alrededor del siglo IV-III a.C, cuando los primeros escritos con dicha tinta son datados.
El negro de humo es un pigmento de origen vegetal, principal componente de la tinta negra antigua. Este pigmento se creaba a partir de carbón (o madera quemada) mezclado con goma arábiga, para formar una pasta que se secaba al sol para conservarla y poder transportarla. Por último, el escriba la preparaba en un recipiente o tintero rehidratándola con agua, creando así un pigmento espeso de un color negro puro, fácil de borrar con una esponja. Es muy resistente, ya que no se oxida ni pierde su tonalidad de negro intenso, haciéndola muy fácil de borrar pero al mismo tiempo respetuosa con el soporte escriptorio.
Un producto similar es la “tinta china”, inventada según la tradición por Tien-Lcheu[1] en el año 2.697 a.C, la cual se formaba a partir de una mezcla de hollín o negro de humo (producido al quemar madera de pino) y aceite de lámpara mezclado con gelatina animal y almizcle. Se vendía en barras, para una mejor portabilidad, y se disolvía en agua para su utilización.
Posteriormente, gracias a las distintas investigaciones llevadas a cabo durante los siglos XVII y XVIII por Johannes Joachim Winckelmann y Humphry Davy, se han encontrado restos del uso de este tipo de tinta, cuyo principal componente es el hollín o negro de humo, como ya se ha señalado, en los escritos encontrados en la ciudad de Herculano en el siglo I d. C.[2]. Durante la Edad Media en la Europa cristiana, y también en la cultura islámica, se utilizó el negro de humo como principal componente de la tinta negra, la cual ha ido cambiando su composición desde entonces a lo largo de la historia hasta ahora.
[1] GONZALO SÁNCHEZ-MOLERO, Jose Luis, “Los materiales escriptorios”, La cultura escrita en Japón. En línea: https://webs.ucm.es/BUCM/foa/48714.php
[2] SÁNCHEZ PRIETO, Ana B. y Roger MARTÍNEZ DÁVILA, “Copistas e iluminadores: La tinta negra”, Curso de Codicología. En línea: http://codicologia.atspace.cc /contenidos/03Copistas/03-04-Tinta.html