Colección
Farmacias históricas
Reproducción de una farmacia toledana del siglo XIV realizada en los años cincuenta del siglo XX para ser exhibida en el Tercer Congreso de Sanitarios Españoles. Inspirada en miniaturas y grabados de la época constituye un fiel reflejo de éste tipo de establecimientos, pequeños comercios abiertos al zoco o mercado árabe en los que se trabajaba a la vista del público. El botamen de los anaqueles es una copia realizada a partir de los ejemplares conservados en el Instituto Valencia de Don Juan.
2.- Laboratorio alquimista
Instalación museográfica de un laboratorio de finales del siglo XVI, época en la que, a través de la alquimia, se introduce el medicamento químico en el arsenal terapéutico de Occidente, hasta entonces, anquilosado en un galenismo ortodoxo. Destiladores, retortas, redomas, vasos circulatorios, hornos, prensas, animales disecados...conforman el ambiente de trabajo de una práctica heterodoxa a medio camino entre la brujería, la magia y la ciencia.
3.- Farmacia de Tavera
Reproducción fiel de un original que se encuentra en el hospital de San Juan de Tavera u hospital de las Afueras (Toledo), fue realizada por encargo del Dr. Aurelio Gamir, industrial farmacéutico valenciano, para ser exhibida en la Exposición Ibero-Americana de Sevilla de 1929. Ejemplo de farmacia hospitalaria del siglo XVII, contiene un preciado armario de boticario con cajones policromados y en los estantes, adornados con azulejos, se reparten la colección de cajas de madera, botes de cerámica y recipientes de vidrio destinados a la conservación de simples y compuestos medicinales, la mayoría con el escudo del cardenal Tavera.
4.- Farmacia del Hospital de San Juan Bautista de Astorga (León)
Conjunto procedente del citado hospital y adquirido para el Museo en 1953. Contiene cuatro grandes muebles de madera policromada de estilo barroco provistos de cajones para drogas decorados con escenas de paisajes campestres y urbanos. En ausencia del botamen original, en los estantes y hornacinas, se exhibe parte de la colección de cerámica del Museo, en loza de Talavera de la Reina y Cuenca con decoración heráldica correspondiente a diversas órdenes religiosas.
5.- Botica de Gibert
Farmacia catalana del siglo XVIII, perteneció a la familia Gibert, originaria de Torredembarra (Tarragona), durante varias generaciones. Cerrada al público en 1903, fue adquirida para el Museo, en 1948, a su último propietario Antonio Gibert y Casals. Vendido o destruido todo el contenido de la botica durante los años en que permaneció cerrada, el botamen que se exhibe actualmente fue adquirido en la Botica Ferrer (Puigcerda) y corresponde a una manufactura catalana, de finales del siglo XVIII, perteneciente a la denominada serie Banyoles.
6.- Botica de Sangarcía (Segovia)
Conjunto procedente del citado municipio segoviano, población que durante el siglo XVIII experimentó un notable crecimiento económico derivado de su actividad comercial como abastecedor de grano a Madrid. Este desarrollo propiciará la construcción de dos farmacias, regentadas hasta su último propietario, Antonio Núñez Vela, por la familia Salcedo. Será un miembro de esta familia, Maximino Gómez Salcedo, quien construirá, en 1889, el conjunto que actualmente conservamos, y a donde trasladó algunos enseres del antiguo establecimiento.
7.- Botica Bellogín (Valladolid)
El apellido Bellogín pertenece a una larga familia de farmacéuticos vinculados a Valladolid durante seis generaciones, cuyo primer miembro, Manuel Bellogín Tovera, ejerció como boticario laico en la botica del Hospital de la Resurrección desde 1779 a 1805. El conjunto que ha llegado hasta nosotros corresponde al establecimiento, adquirido por traspaso en 1839, y que regentó durante toda su vida Ángel Bellogín Gutierrez, padre del representante más ilustre de la familia, Ángel Bellogín Aguasal (1841-1920).
8.- Botica del Licenciado Maeso y Bildroff
Procedente de la Plaza de Santo Domingo, en Madrid, se conserva de acuerdo al aspecto que presentaba en 1874 cuando pasó, por herencia de su padre, al farmacéutico Luis Maeso y Bildroff. Presenta el mobiliario y decoración característicos de una farmacia del siglo XIX. De estilo neo-gótico, conserva la mesa de trabajo de la rebotica trabajada con fina marquetería. En sus estantes se muestra una espléndida colección de recipientes de vidrio y porcelana.
Otras colecciones
Por la cantidad y calidad de piezas, las colecciones más destacadas son:
- Cerámica y porcelana
Incluye piezas de las más importantes manufacturas peninsulares, a las que se unen ejemplares de lozas francesas, italianas y holandesas.
- Vidrio y cristal
Excelentes ejemplos de recipientes de conservación e instrumental de laboratorio usado en las operaciones de destilación.
- Instrumental
Interesante conjunto de instrumental para la elaboración de medicamentos (pildoreros, grageadoras,, compresores, moldes, dosificadores…) al que se une el característico de las prácticas físico-químicas (microscopios, polarímetros, colorímetros, lupas…).
- Balanzas
Elementos imprescindible en las oficinas de farmacia, se conservan granatarios con sus correspondientes pesas, romanas de pequeñas dimensiones, balanzas de mano para pesar papelillos, balanzas doble y balanzas de precisión.
-Almireces y morteros
Amplia colección con piezas datadas desde el siglo XVI al XX, realizadas en distintos materiales pero con predominio del bronce. Presentan decoraciones muy variadas en función de las tendencias estéticas de cada época.
- Colección de medicamentos
En ella se incluyen elementos utilizados desde la más remota Antigüedad para el remedio de la enfermedad (“pezuña de la gran bestia”, “unicornio”, cuerno de rinoceronte o carne de momia) y por medicamentos con gran tradición en las farmacopeas, como triaca, el coral, las cantáridas o la tierra sellada. Junto a ellos, una numerosa colección de específicos y especialidades farmacéuticas correspondientes a la etapa inicial de industrialización del medicamento, expuestos junto a los carteles que los publicitaron.