¿Cómo es un animalario por dentro?

La entrada a los animalarios está restringida porque es un entorno muy protegido, tanto por los animales como por las personas, y sólo se permite la entrada a personal con la debida formación y acreditación. Para empezar, hay que proteger a los animales de cualquier infección, incluso de infecciones que no producen síntomas, porque además de la salud de los animales, puede afectar a los resultados de los experimentos. Por otro lado, para los animales puede ser estresante que aparezca gente nueva, sobre todo si es en grupo, traen olores desconocidos, hacen ruido, etc. Además, el trabajo en el animalario puede tener un cierto riesgo para el visitante, empezando por la posible presencia de alérgenos provenientes de los animales. A esto se añade que en muchos centros se trabaja con sustancias peligrosas. Esto puede suponer también un riesgo para el exterior si se traslada accidentalmente alguna sustancia o microorganismo fuera del animalario.

Sin embargo, se realizan puntualmente visitas a algunos centros de investigación o animalarios. Actualmente, existen algunos animalarios que abren sus puertas determinados días al año y de una manera controlada para incrementar la transparencia. Pero lo más sencillo, si se desea ver cómo es y cómo se trabaja en un animalario, es realizar una de las visitas "virtuales" a las que se puede acceder a través de este enlace: http://www.labanimaltour.org/

Brevemente, en un animalario suelen haber varias zonas claramente diferenciadas: a) la zona de oficinas, que es administrativa; b) la zona de lavado, que incluye lavadoras para el material y sistemas de esterilización del mismo; c) el área de almacenamiento de materiales, incluyendo la comida y la cama de los animales entre otras cosas; d) el animalario propiamente dicho, que suele tener vestuarios de acceso y salida. Para entrar hay que cambiarse de ropa, o ponerse una bata o un mono sobre la ropa de calle, dependiendo del tipo de animalario en el que estemos. También suele haber duchas para la salida. El animalario está preparado para alojar a los animales y también tiene salas o zonas preparadas para realizar algunos procedimientos, como por ejemplo administrar tratamientos y recoger las muestras necesarias para los estudios que se llevan a cabo. Dentro del animalario, todos los parámetros ambientales como la luz, la temperatura y la humedad, están muy controlados. Esto es así para asegurar que las condiciones en las que están los animales sean las adecuadas y siempre constantes. Para garantizar dichas condiciones, no suele haber ventanas. En un animalario se cuida mucho la limpieza. Para ello, las paredes, suelos y techos están cubiertas de vinilo u otro material no poroso, y las esquinas y ángulos son redondeados para que no se acumule suciedad y se puedan limpiar con facilidad.

El animalario está dividido en habitaciones donde se alojan los diferentes animales. Las especies alojadas son muy variadas, las más comunes son los ratones y las ratas, pero también pueden haber peces, ranas, hurones, conejos, perros, cerdos, ovejas, ... Los animales se separan por especies en habitaciones distintas. Los más pequeños, como ratas y ratones, se alojan en jaulas. Los acuáticos se alojan en tanques o peceras. Los más grandes, como los cerdos, se ubican en la propia habitación, que suele estar dividida en cercados para los diferentes grupos de animales y tener desagües en el suelo.

 

Fuente: Molina Cimadevila MJ, Obaya Fernández A, Ramos Blasco J, Solís Soto V, Sparrowe Gil del Real (revisión) J, Muñoz Mediavilla (coordinación) C. Porqué los animales importan: argumentario sobre la experimentación animal. Anim Lab. 2018;(79):17-24. https://secal.es/wp-content/uploads/2018/12/Argumentario_revista_79.pdf.