En la producción musical, la automatización consiste en alterar o variar parámetros relativos a una pista durante la grabación o posteriormente en un bouncing, a lo largo del tiempo. Los parámetros más habituales de la automatización son las variaciones en los niveles de amplitud de la señal y el cambio de variables de un efecto o un procesador en un momento determinado. En la era análogica estas variaciones se realizaban simultáneamente a la grabación, por lo que era habitual ver a varios ingenieros de sonido moviendo faders. Hoy en día, los secuenciadores de audio digital facilitan esta tarea, pudiendo dibujar las variaciones cómodamente. La automatización de los niveles de amplitud es muy importante para dar dinámica a una pieza musical y para comprimir voces de manera más natural.

 

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