Resumen

El tema de la individualidad nace en sentido propio en la Modernidad. La pregunta por los criterios que permiten la identificación y diferenciación de individuos se encontraría en su origen y se iría haciendo más y más amplia y compleja a lo largo de la historia de la Filosofía hasta nuestros días. En el presente, este tema ha ampliado el espectro de sus posibilidades abriéndose a las cuestiones que sobre el propio cuerpo y la mente extendidos en el espacio y en el tiempo ha planteado el desarrollo de la ciencia. Vivimos más y mejor, en más medios y de forma más fragmentada. Los casos de estudio del expediente personal y bioético en los trasplantes biomédicos y la eugenesia, la cuestión de la maternidad subrogada en todas sus facetas, o la de la prolongación de la vida de las personas en un mundo limitado en recursos y el problema de la identidad nacional del migrante, sitúan la individualidad en el centro del debate. Los interrogantes morales y legales que estas perspectivas arrojan incluyen el elemento de conciencia que la individualidad sobreentiende. Así, la idea de que ser individuo es ser consciente nos invita a una discusión sobre la memoria individual que, las problemáticas sobre el envejecimiento lo mismo que una supuesta técnica como la criogenia, someten a escrutinio como extensión de la vida presente y continuación de la vida de nuevo. Siguiendo la estela de los nuevos hallazgos en Genética y Biología todos estos temas hacen aún más compleja la noción de individuo desde cualquier perspectiva y nos sumergen en debates de gran atractivo y relevancia. Sin embargo, no hay una respuesta clara ni unívoca sobre qué es o hasta dónde llega la individualidad. Por ello, nos querríamos preguntar dónde situar el límite y frontera de lo que es un individuo, esto es, cuáles de sus características y atributos esenciales los podemos encontrar desde y hasta dónde en la escala del organismo a la persona jurídica.

Para responder, contemplaremos y conjugaremos tres líneas de investigación que, por la especialización cada vez más agudizada de la Filosofía, se han venido desarrollando de manera independiente, pero que nos interesa abordar de forma conjunta para dar una visión más completa y adecuada de la individualidad. Se trata de: (1) la pregunta por la identidad personal en la Ontología Analítica contemporánea, como en las obras de Parfit y Schechtman, donde se abre una tensión entre lo ontológico y lo práctico; (2) la cuestión social o comunitaria de la individualidad, con la pregunta sobre las identidades supraindividuales o nacionales y su reconocimiento (Honneth y Margalit; Esposito), así como la problematización que se hace desde la teoría feminista (Benhabib) hacia el concepto cerrado y autónomo de individualidad que no reconoce las dependencias hacia otros seres humanos; y (3) las consideraciones de una filosofía Política y del Derecho, donde se vinculan el elemento biológico y orgánico con el social y el cultural para la definición de la individualidad, con las reflexiones sobre la individualidad y las asambleas que han planteado Distin y Butler, el concepto de fenotipo extendido de Dawkins, o las consideraciones de Kate de Medeiros sobre Gerontología y Epistemología. En concreto, nos queremos preguntar si la conjunción de estos aspectos ontológicos, sociales y de derecho resultan relevantes para conocer y desentrañar la institución  y constitución de la individualidad.