Iniciado oficialmente en 2017, tras el conocimiento en años anteriores de la presencia de un segundo pecio de época romana a unos 45 metros de profundidad en la zona de las Illes Formigues, junto a la costa de Palamós (Gerona), este proyecto está liderado por Rut Geli el Centro de Arqueología Subacuática de Cataluña (CASC). En el año 2018 me uní al proyecto, siendo aún parte del Instituto Austriaco de Arqueología (ÖAI), y desde 2022 ya como investigador de la UCM.

Las distintas campañas realizadas hasta el momento han puesto de manifiesto un pecio que transportaba una gran cantidad de ánforas de salazones producidas en el sur de la Península Ibérica, en concreto en el entorno de la Bahía de Cádiz y puede que la desembocadura del Guadalquivir, y que probablemente se dirigía a algún puerto de la desembocadura del Ródano con el fin de remontar este río y llegar a las nuevas fundaciones coloniales de esta parte de la Galia, o puede que a las unidades militares romanas activas en la frontera del Rin.

Gracias a la concesión de un proyecto cuadrienal de la Generalitat de Cataluña, se prevén varias campañas de excavación y estudio de materiales en los depósitos del CASC. El análisis en profundidad de este pecio y las evidencias asociadas al mismo se muestra fundamental para una mejor comprensión de cuestiones tan esenciales como las relacionadas con los aspectos técnicos de la navegación, las rutas de comunicación, la producción y consumo de bienes piscícolas en el Mediterráneo occidental, o el abastecimiento del ejército a larga distancia, en un periodo trascendental como es el inicio del Principado.

El proyecto cuenta con numerosos investigadores nacionales y franceses, así como con varios colaboradores de instituciones nacionales e internacionales. Al tratarse de un proyecto de arqueología subacuática a gran profundidad, la presencia de estudiantes se limita al estudio de materiales dentro de las instalaciones del CASC, a no ser que cuenten con los correspondientes permisos de submarinismo.