Un nuevo hallazgo arroja luz sobre el mecanismo de la fisión nuclear
Una investigación internacional publicada en Nature en la que participa el Grupo de Física Nuclear (GFN-UCM) de la Facultad de CCFísicas y del Instituto IPARCOS de la UCM ha identificado cómo y cuándo se genera la rotación de los fragmentos resultan
26 FEB 2021 - 18:22 CET
Durante la fisión nuclear un núcleo pesado se escinde en otros dos más ligeros liberando grandes cantidades de energía, lo que da lugar a múltiples aplicaciones. El proceso de fisión fue descubierto a finales de los años 30 del siglo XX por los químicos Otto Hahn y Fritz Strassmann, y los físicos Lise Meitner y Otto Frisch. A pesar de los casi 90 años transcurridos desde entonces, persisten hasta hoy múltiples interrogantes.
El estudio que se acaba de publicar ha intentado averiguar cómo y por qué los fragmentos resultantes de la fisión nuclear poseen un alto momento angular, es decir, giran rápidamente sobre sí mismos, incluso cuando el núcleo original no lo hace.
Esta información es útil para el estudio de la estructura de los isótopos ricos en neutrones y la síntesis y estabilidad de los elementos superpesados
“La mayoría de las teorías actuales dan por sentado que la rotación de los fragmentos de fisión se genera antes de que el núcleo se divida, lo que daría lugar a una correlación entre las rotaciones de los dos fragmentos producidos en la fisión. Sin embargo, nuestro estudio revela que los fragmentos resultantes de la fisión nuclear obtienen su momento angular intrínseco -rotación- después de la fisión, y no antes”, explica Luis Mario Fraile, investigador del grupo GFN y del instituto IPARCOS de la UCM. Los investigadores de la UCM contribuyeron tanto a la preparación del experimento como a la adquisición y análisis de datos y a la discusión científica.
Esta nueva información sobre el papel del momento angular en la fisión nuclear permitirá mejorar nuestra comprensión del proceso de fisión. También es útil para otras áreas de investigación, como el estudio de la estructura de los isótopos ricos en neutrones y la síntesis y estabilidad de los elementos superpesados.
“Además, puede tener aplicaciones prácticas, por ejemplo, para contribuir a entender el problema del calentamiento por radiación gamma en los reactores nucleares”, añade Fraile.