El fuego es un elemento natural y cultural que ha estado siempre presente en el territorio, que ha acompañado el desarrollo de las civilizaciones y que ha contribuido a modelar los paisajes vegetales. Desde la Prehistoria, el fuego ha servido como herramienta a las actividades humanas, pero ha constituido, al mismo tiempo, un riesgo natural y antrópico.

En consecuencia, los incendios forestales no son una realidad reciente. Por otra parte, se multiplican los territorios de riesgo y el fuego muestra diferentes pautas de comportamiento, en función de las nuevas y cambiantes condiciones ambientales y espaciales. La variedad de particularidades de cada una de las zonas del territorio ofrece un amplio abanico de posibilidades de actuación frente a los incendios, según las características de los sistemas forestales, su orografía o la tipología de sus poblamientos, entre otros factores.

Se definen como escenarios del fuego los ámbitos territoriales en los que es posible establecer unas determinadas características comunes en las condiciones de inicio y posible evolución de los incendios forestales. En el curso se presentaron las características actuales de los escenarios del fuego a distintas escalas y se mostró la evolución de los mismos a lo largo de la historia, explicando las causas que la justifican y las consecuencias que implican desde el punto de vista de la vulnerabilidad de territorios y sociedades frente al riesgo.