Matutinarium-Breviarium monasticum – ACH, Ms. 2
A partir de finales del siglo XI, se fue produciendo la definitiva mutación de la liturgia cristiana en la peninsula ibérica, dando lugar a la sustitución de los variados ritos locales por uno unitario: el rito franco-romano. Esta modificación supuso no sólo un cambio en la práctica de las celebraciones religiosas, sino también la aparición de nuevas herramientas destinadas a difundir los parámetros de la inédita liturgia, desde los pasos a seguir durante la misma hasta el nuevo repertorio musical que se interpretaba en el culto. Los cantos de los ritos peninsulares dejaron paso a uno de nueva creación, comúnmente conocido como "canto gregoriano", dividido a su vez en repertorios del propio y del ordinario; es decir, el común a todas las celebraciones y los específicos de cada una de las festividades del calendario. Una de las fuentes que contienen esta novedosa ordenación litúrgica ha sido vinculada por algunos investigadores al monasterio de San Juan de la Peña, primera puerta de entrada de la orden de Cluny a los territorios del reino de Aragón durante el reinado de Sancho Garcés III (ob. 1035). Aunque actualmente se baraja para este manuscrito litúrgico-musical una procedencia franca –concretamente, la órbita Auch-Moissac–, resulta paradigmático que uno de los primeros ejemplos librarios del rito franco-romano tomase, prácticamente un siglo más tarde, el mismo camino que los monjes cluniacenses para adentrarse en el paisaje cultual de la península ibérica.
El Matutinarium-Breviarium monasticum del Archivo de la catedral de Huesca es un manuscrito datado entre finales del siglo XI y la primera mitad del XII, de origen discutido pero de clara inspiración foránea, lo cual lo convierte en el primer códice de esta exposición eminentemente franco-romano desde el punto de vista litúrgico. En sus folios se encuentra copiado el propio del tiempo desde el primer domingo de Adviento hasta el vigésimo primer domingo del calendario litúrgico, así como las genealogías de Cristo según san Mateo (ff. 37v-38v), las Lamentaciones (ff. 121r-122r) y las antífonas del Magnificat (f. 194v). El uso de este ejemplar es de curso regular; es decir, para las celebraciones litúrgicar realizadas en centros monásticos adscritos a una orden determinada. Si bien no se indica en ningún punto del manuscrito, esta asociacion puede trazarse a partir de la distribución de determinados cantos del oficio en el marco de su celebración correspondiente. En lo que respecta a su materialidad, es posible encontrar restos de una antigua encuadernación en madera, que fue posteriormente sustituida. Y, si bien no se trata de un códice de gran riqueza ornamental, lo cuidado de su factura y la decoración con algunas capitales iluminadas con motivos fitomórficos y zoomórficos de vivos colores lo identifican como un ejemplar de especial calidad.
Desde el punto de vista musicológico, el Matutinarium-Breviarium es un códice con una evidente funcionalidad litúrgico-musical que recoge todos los cantos de las festividades previamente mencionadas. La totalidad de estas composiciones son monódicas y están escritas en notación aquitana o de puntos que ya se dispone sobre tetragrama. Entre su repertorio, se ha podido localizar un vestigio del denominado Canto de la Sibila, el cual narra diferentes pasajes del Apocalipsis en boca de una pitonisa del mundo antiguo. Esta pieza, muy significativa, era interpretada durante el oficio de Maitines de la noche del 24 al 25 de diciembre, y halla su origen en una obra de teatro medieval con música (o drama litúrgico) conocido como Ordo Prophetarum, cuyos vestigios se vinculan a la desaparecida abadía de Saint Martial de Limoges; una prueba más, por lo tanto, del influjo franco-romano de este manuscrito, que se sitúa litúrgica, plástica y musicalmente hablando en un universo cultural muy distinto al de los dos ejemplares hasta ahora recogidos en la exposición.