Aunque la OMC cuenta con uno de los mecanismos de solución de diferencias internacionales más activos del mundo (desde 1995 se han planteado 606 diferencias ante la OMC y se han publicado más de 350 fallos), la situación de bloqueo en la que se encuentra este sistema, pieza clave para la subsistencia de la organización responde, más allá de a intereses políticos, a la detección de dificultades o problemas técnicos.

Para hacer frente a los mismos, se han presentado distintas propuestas, una de ellas promovida por la UE y varios Estados (WT/GC/W/752), para reformar el sistema de apelación de la OMC, además del establecimiento de normas relativas a la notificación y transparencia.  

Procede, por lo tanto, analizar los problemas detectados en el sistema así como las propuestas de reforma ya en marcha con el ánimo de contribuir activamente a este debate.