Aprobado el Estatuto de la Agencia Española de Supervisión de Inteligencia Artificial
27 oct 2023 - 18:47 CET
España ha dado recientemente un paso trascendental en la gobernanza de la inteligencia artificial con la promulgación de la Ley 28/2022, de 21 de diciembre, de fomento del ecosistema de las empresas emergentes, que autorizó la creación de la Agencia Española de Supervisión de Inteligencia Artificial (AESIA), y con la aprobación por el Consejo de Ministros del Real Decreto 729/2023, de 22 de agosto, por el que se aprueba el Estatuto de la Agencia Española de Supervisión de Inteligencia Artificial.
En este contexto, España se convierte en el primer país europeo en tener un organismo de estas características y se anticipa a la entrada en vigor del Reglamento Europeo de Inteligencia Artificial. Se profundiza así en un ecosistema que pueda resultar atractivo para las empresas que pretenden desarrollar y/o utilizar herramientas basadas en la inteligencia artificial.
La puesta en funcionamiento de la AESIA se producirá con la constitución del Consejo Rector en un plazo máximo de 3 meses, quedando adscrita a la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital (SEGIA). La Presidencia de la AESIA la ostentará la persona titular de la SEGIA, y el organismo se regiría por el estatuto orgánico de la propia SEGIA.
Esta entidad de derecho público con sede en La Coruña no será un mero observador pasivo, sino un guía activo del ecosistema de la inteligencia artificial en España. Este modelo de gobernanza podría servir de prototipo para otros países y regiones que se enfrentan a las implicaciones de la inteligencia artificial. Como reconoce la propia Exposición de Motivos del Real Decreto 729/2023, de 22 de agosto, la AESIA representará un papel clave en la gestión y el liderazgo del ecosistema español de inteligencia artificial responsable, supervisando de forma voluntaria los sistemas de inteligencia artificial, hasta que se aplique la normativa europea mediante sellos de calidad y responsabilidad en este ámbito. Asimismo, fomentará las relaciones con el ecosistema europeo para fomentar el Pacto por la Inteligencia Artificial y el Código de Buenas Prácticas de Inteligencia Artificial Generativa e impulsará la creación de entornos de prueba regulados que faciliten el despliegue responsable de sistemas de inteligencia artificial de alto riesgo o de propósito general.
Una función fundamental de la AESIA será su orientación en el cumplimiento de la normativa europea sobre inteligencia artificial. Esto aborda uno de los problemas más acuciantes del sector: el equilibrio entre la innovación y las salvaguardias éticas y legales. Otras de sus funciones serán la dinamización del mercado para potenciar iniciativas y prácticas innovadoras y transformadoras en el ámbito de la inteligencia artificial, así como ayudar al fortalecimiento de la confianza en la tecnología y aplicación de la inteligencia artificial, a través de la creación de un marco de certificación voluntario para entidades privadas, que permita ofrecer garantías sobre el diseño responsable de soluciones digitales y garantizar los estándares técnicos, evitando la sobrerregulación y permitiendo la innovación. Será interesante hacer seguimiento de este marco de certificación voluntario en coexistencia con otros mecanismos de certificación preexistentes en materia de gestión de riesgos en sistemas de inteligencia artificial.
También llevará a cabo tareas de supervisión, asesoramiento, concienciación y formación dirigidas a entidades de derecho público y privado para la adecuada implementación de la normativa nacional y europea sobre la adecuada utilización y el desarrollo de los sistemas de inteligencia artificial y los algoritmos. Además, le corresponderá la inspección, comprobación, sanción y demás funciones que le atribuya la normativa en la materia, y elaborará guías prácticas para la implementación de sistemas de inteligencia artificial éticos y confiables, e incluso apoyará o asesorará técnicamente a los jueces y tribunales que lo requieran en casos de conflictos en este terreno.
Desde una perspectiva jurídica, esto representa una evolución en la naturaleza de los organismos reguladores, que pasan de ser entidades meramente punitivas a guías proactivas difusión y formación (art. 10.1 g del Real Decreto 729/2023, de 22 de agosto), en estrecha consonancia con los diálogos en curso en torno a la protección de datos en la Agencia Española de Protección de Datos.
Esta nueva iniciativa también abre vías de colaboración intersectorial, por ejemplo, con el Ministerio de Defensa, lo que ilustra el amplio alcance de las aplicaciones de la Inteligencia Artificial, que van más allá del ámbito comercial y se adentran en el geopolítico.
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