Vista del Monasterio del Paular desde el estanque de la huerta
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Vista del Monasterio del Paular desde el estanque de la huerta
Francisco Esteve Botey (San Martín de Provensals, Barcelona, 1884-Madrid, 1955)
Firmado en el ángulo inferior derecho: “f. Esteve Botey”
ca. 1922
Óleo sobre lienzo. 136 x 223,5 cm
Número de catálogo: CUC003582
Francisco Esteve Botey fue un artista madrileño prolífico: pintor, grabador, autor de ensayos y libros generalmente sobre el tema del grabado y profesor de la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, donde estudió y fue discípulo de Ricardo de los Ríos. En su periodo de formación viajó a Francia, Italia, Bélgica, Inglaterra y Suiza y a lo largo de su trayectoria artística, en especial como grabador, obtuvo numerosos reconocimientos.
También Esteve Botey fue un asiduo acuarelista y pintor de paisajes al óleo, participó activamente desde su fundación en la Escuela de Paisaje del Paular creada en 1918, escuela de verano que formaba parte de las actividades de la cátedra de paisaje de la Escuela de San Fernando. Precisamente, la pintura que presentamos en esta exposición debe pertenecer a los primeros años de esta escuela de paisajistas.
Como se ve en la obra, Francisco Esteve Botey escogió uno de los puntos de vista más divulgados del monasterio. Se ha situado al noreste, con el estanque de la huerta delante, bajo la sombra de unos árboles que todavía se encuentran en ese lugar y se perfila con claridad la cabecera de la iglesia del monasterio donde destaca la silueta de los dos edificios contiguos del Sagrario del siglo XVIII. La torre se encuentra desmochada, tal y como se hallaba entonces, y entre los árboles que bordean el estanque sobresalen los tejados del resto de edificaciones que todavía se encontraban en pie en esos primeros años de la escuela de paisajistas. La luz es fría, otoñal, hecho que se confirma con las hojas ya secas de un árbol cercano y que asoman del borde superior de la composición. Al fondo, la nieve ya aparece en las cumbres de Guadarrama y el cielo amenaza tormenta. Todo en el paisaje es un ejercicio, quizás para la década de 1920 trasnochado, de paisaje impresionista.