Obra original para el cartel de los Cursos de Verano de El Escorial 2008

Bárbara Allende, Ouka Leele (Madrid, 1957-2022)

Firmado y fechado a lápiz en el ángulo inferior derecho: “Ouka Leele/08”

2008

Carboncillo y pastel sobre papel para acuarela Arches France de aproximadamente 102 x 66 cm. 

Número de catálogo: CUC006411

                     

Esta obra fue encargada a Ouka Leele –seudónimo de Bárbara Allende Gil de Biedma– por la Universidad Complutense de Madrid para diseñar el cartel de los Cursos de Verano de El Escorial de 2008. Si la intención de la autora fue, como es costumbre, generar un significado abierto para hacer pensar a quien viera el cartel, la flor protagonista podría también resultar de la hibridación de la flor de loto y de la petunia, evocando el conocimiento que puede adquirirse de forma más distendida en los cursos de verano.

 

En la obra se presentan dos flores vistas de perfil que comparten espacio vistas desde arriba. En el lateral y de perfil, están las que parecen calas y se relacionan con la pureza, la compasión, la belleza; en este caso resultan excesivamente pesadas. Encima tenemos una flor mezcla de prímula silvestre (la primera en florecer) y de petunia que, en lo profano, se relaciona con la picardía y, en el uso religioso, con la pureza y la tranquilidad. El encuadre es atrevido porque recortadas las plantas se despegan de ese fondo obscuro –previsoramente reservado para los textos del cartel–. Deja ver los trazos del lápiz y la textura del papel. La escena es tan inquietante como irreal, por el tratamiento de la luz, del color, por la posición de las flores, por la doble perspectiva y porque no sabemos hasta qué punto llega lo inventado. La autora dirige nuestra mirada hacia los estambres y pistilos, fundamentales para dar continuidad a la vida. 

 

Ouka Leele, fotógrafa madrileña nacida en 1957 y fallecida en 2022, ha practicado un surrealismo sin fotomontajes ni collages. En un principio positivaba en blanco y negro y luego los coloreaba manualmente con acuarela. La descontextualización y ese colorido, que se aproxima, pero no es del todo real, potenciaron la sensación de irrealidad. Ouka Leele ha sido una de las artistas más representativas de la “movida madrileña” de los años 80.