El sentido de esta exposición es dar a conocer el arte de la medalla en la Universidad Complutense de Madrid a través de la magnífica y desconocida obra de Francisco López Hernández, rindiendo homenaje a quien fue, con su modo de ser y hacer, el mejor valedor de este lenguaje artístico para todos los que le conocimos e incorporamos sus enseñanzas.
La muestra recorre la trayectoria de la asignatura de Medallas desde sus inicios en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando hasta la fundación de la actual Facultad de Bellas Artes en la Universidad Complutense de Madrid.
Los profesores que aprendimos de Francisco López y continuamos su estela, hemos recopilado muestras artísticas producidas por el estudiantado durante muchos años y creado un gabinete que presentamos como proyección de la obra realizada e inspirada por él en esta Universidad.
La exposición se centra, por tanto, en el arte de la medalla, un arte contracultural. El trabajo de la medalla puede considerarse una vertiente minoritaria y anecdótica en el contexto de la creación plástica contemporánea; sin embargo, su quehacer discreto y sin proyección mediática esconde la esencia de lo sutil. Es difícil prestar atención a lo leve cuando el entorno visual que nos rodea es estridente, pero precisamente por ello, el gesto mínimo y detallado se carga de sentido y oportunidad.
En una época donde la visualidad acapara el centro del fenómeno artístico, la medalla apuesta por lo táctil. Se construye con el propósito de que la obra final quepa en la palma de la mano y pueda ser palpada en una intimidad obligada.
Dedicación, esfuerzo y minuciosidad son otros aspectos fuera de lugar en un mundo donde la velocidad, el consumo y la mentalidad de usar y tirar predominan. La medallística exige paciencia, algo poco común en un entorno que privilegia lo instantáneo.
La familiaridad con este proceso construye un modo de pensar y una sensibilidad atenta al matiz que se trasladan a otros ámbitos y dimensiones. Porque esta pequeña escala no es, sin embargo, menor. En el espacio de indagación de la medallística actual cabe todo. Resulta ser un laboratorio formal, conceptual y material.
Y no es que nos guste especialmente lo pequeño. Es que encontramos en el arte de la medalla mucha grandeza, de ahí que lo consideremos MONUMENTOS DE BOLSILLO.
PATRIMONIO
La enseñanza de la asignatura de grabado en hueco tiene sus raíces en la creación de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, fundada por el Rey Felipe V para formar una escuela de grabadores. Esta institución se consolidó bajo el reinado de Fernando VI, quien le otorgó los primeros estatutos y adecuadas instalaciones en la Casa de la Panadería de la Plaza Mayor. Más tarde, Carlos III trasladó la Academia a la Casa de Tabacos en la calle de Alcalá n.º 13, donde se establecieron programas de enseñanza en Arquitectura, Pintura, Escultura, Grabado calcográfico y Grabado en hueco.
Tomás Francisco Prieto, grabador de la Casa Real, dirigió la enseñanza del grabado en hueco, con el objetivo de formar profesionales para trabajar en la fábrica de moneda de Madrid y en otras, como la de Potosí en Bolivia. En 1932, la enseñanza artística se separó de la Academia para formar la Escuela Superior de Bellas Artes. Durante este tiempo, la asignatura fue impartida por el profesor D. Carlos Mingo y, posteriormente, por D. Julio López hasta su jubilación en 1967.
De la época en la sede de Alcalá se conservan pocas pero valiosas piezas, como trabajos en plastilina o cera sobre pizarra, y destacados modelos de Augusto Melesio (1879) y Aquilino Cuervo (1880). También se cuenta con una colección de moldes en lacre de la “Historia Metálica” de Luis XIV, regalo de Francia en una exposición internacional.
Troqueles y punzones históricos
Se destacan ejemplares como el troquel original de la medalla de José Echegaray, modelada por Bartolomé Maura en 1905. En la antigua Escuela Central de Bellas Artes de San Fernando, el metal se ahuecaba y se templaba en la fragua para soportar el golpe de la máquina acuñadora. Se conservan punzones usados para grabar tipografías y elementos heráldicos.
En 1968, la Escuela se trasladó a Ciudad Universitaria y en 1978 se convirtió en Facultad adscrita a la Universidad Complutense de Madrid. La asignatura cambió de "Grabado en hueco" a "Medallas" y se incorporó al Departamento de Escultura. En 2009-2010, se renombró a "Pequeños formatos en la escultura. Edición y seriación".
Avances tecnológicos
La evolución del grabado a mano al uso del pantógrafo permitió el desarrollo de la medalla modelada a mayor tamaño y una concepción más escultórica de las medallas. Los nuevos procedimientos y materiales también influyeron en la modernización de la asignatura incorporando la tridimensión medallística.
Desde 1968 hasta su jubilación en 2002 la asignatura ha sido impartida por D. Francisco López Hernández; en la actualidad es la profesora Consuelo de la Cuadra González Meneses está al cargo de esta disciplina. En el Gabinete asociado se conservan obras de renombrados medallistas como José Capuz, José Luis Vasallo, Ramos Ferrán o Julio López Hernández, unas acuñadas y otras fundidas en bronce mediante los procedimientos de cera y arena de los que se conserva también algún molde.
FRANCISCO LÓPEZ HERNÁNDEZ: MAESTRO DEL GRABADO EN HUECO Y LA MEDALLA
Desde 1968 hasta su jubilación en 2002, Francisco López Hernández impartió la asignatura de Medallas en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando y, desde 1978, en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Complutense de Madrid. Doctor por esta universidad desde 1987 y Profesor Titular desde 1989, Francisco López formó a treinta y cuatro generaciones de artistas no solo dejó una huella artística significativa, sino que también inspiró a nuevas generaciones de medallistas. Su labor formativa y su habilidad para seducir a los estudiantes hacia este arte lo reconocen como una figura clave en la evolución de la medalla en España.
Inicios y formación
Francisco López Hernández comenzó en el taller de orfebrería de su padre, trabajando junto a su hermano Julio López Hernández. Estudió con el maestro Capuz y, gracias a becas del Ministerio de Educación y la Real Academia de España en Roma, se conectó con el arte europeo. Su obra refleja la influencia de culturas antiguas: Grecia, Egipto y Mesopotamia; maestros del Renacimiento, así como de artistas franceses del siglo XIX, entre los que se encuentran Jules Clement Chaplain, Oscar Roty y Alexandre Charpentier.
Desde 1957 hasta 1985, colaboró con la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre, fortaleciendo su vínculo con el arte del grabado y la medalla.
El retrato
López Hernández veía todas sus esculturas como retratos, asignando a sus obras un carácter identificable y concreto. Sus medallas, a menudo, retrataban a conocidos y amigos, combinando formas sintetizadas y sutiles con un modelado delicado.
Creación atmosférica y bajorrelieve
Su preocupación por la luz y su incidencia en la representación del espacio se convirtió en una prioridad en su madurez artística. Para Francisco López, el bajorrelieve era un medio fascinante que combinaba dibujo, pintura y escultura, y requería una luz especial para resaltar sus formas y texturas.
“El bajorrelieve es un mundo que me fascina, es como un hechizo, se trata de conseguir una sensación de realidad. El material es uniforme, no tiene color para representar un paisaje. Se ha de realizar una figura de manera que parezca corpórea sin serlo, teniendo en cuenta que tampoco se trata de un dibujo. Es algo situado entre el dibujo, la pintura y la escultura y que está ahí, flotando en un término atractivo y muy misterioso. Me interesa mucho el acabado de la superficie y, efectivamente, difumino los límites. No los preciso mucho porque lo bonito del bajorrelieve es que la luz que recibe, que es lo que verdaderamente crea el ambiente, resbale sobre él (...) el relieve responde a un juego que se establece entre lo que tú haces y la luz que está recibiendo…, trato de modelar según ese vínculo”.
Legado artístico y docente
Francisco López Hernández, con su carácter atento, observador y amable, dejó una profunda huella en el mundo artístico y en la docencia de la medalla. Fue un maestro y artista que promovió la reflexión y la indagación, trabajando con una dedicación casi sacerdotal al arte. Su influencia perdura en la formación de medallistas y en su amplio legado artístico.
GABINETE DE MEDALLAS Y PEQUEÑO FORMATO DE LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID
Desde 1970 hasta la actualidad, el Aula taller de medallas y pequeño formato ha producido una serie de modelos que, tras ser analizados y clasificados por su valor plástico y didáctico, han conformado una interesante colección, dando lugar al Gabinete de Medallas de la Universidad Complutense de Madrid. Su misión es mostrar a la Universidad y a la sociedad la riqueza y el interés de este arte poco conocido.
El Gabinete de Medallas no solo preserva valiosas piezas, sino que también es una herramienta eficaz para la enseñanza de la Medallística. Ilustra diferentes enfoques en relación con las leyes constitutivas, las oscilaciones del gusto y las tendencias dentro de este arte.
El medallista y escultor Francisco López Hernández lideró los primeros periodos docentes de esta colección universitaria. Sus discípulos y posteriormente profesores, han mantenido esta tradición en el aula.
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