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Globe terrestre 

Didier Robert de Vaugondy (1723-París, Francia, 1786)

1751

Madera policromada y dorada; globo: escayola con papel impreso. 206 x 120 cm; diámetro del globo: 45,5 cm

Inscripciones: en cartela en el hemisferio sur “GLOBE TERRESTRE/dressé par ordre/DU ROI,/par le Sr Robert de Vaugondy fils./Avec l’approbation de l’Académie/Royale des Sciences./Aout 1751.”; en otra cartela, en la parte inferior, “A PARIS/chés L’AUTEUR Quay/de L’horloge/du Palais.”

Número de catálogo: CUC000591

Gilles Robert de Vaugondy y su hijo, Didier Robert de Vaugondy, formaron uno de los talleres de elaboración de mapas y fabricación de globos más reconocidos de la Francia de mediados del siglo XVIII. Sus mapas ilustraron algunos de los libros más importantes de su época. Padre e hijo trabajaron juntos y, a veces, no es posible diferenciar sus obras, pues a menudo firmaron solo con el apellido. La fabricación de globos fue una de sus mayores contribuciones a la cartografía francesa de su tiempo, escuela que tradicionalmente había descuidado la elaboración de este producto.

Entre 1750 y 1773 Didier Robert de Vaugondy comercializó globos de diferentes tamaños, aunque la obra que mayor fama le dio fue la edición de un globo de 18 pulgadas en 1751. Se presentó al rey Luis XV ese año con su pareja de globos, el terráqueo y celeste de 18 pulgadas. Ambos suscitaron la admiración general de los miembros de la Académie Royale des Sciences, que aprobaron el excelente trabajo. En el caso del Globe terrestre, su contenido geográfico incluía la representación de las rutas de un buen número de las expediciones más recientes y numerosas notas sobre los territorios apenas explorados, como, por ejemplo, el norte de América o el interior de África. 

El ejemplar complutense, restaurado en 2011 en el Instituto del Patrimonio Cultural de España, pertenece a la primera edición del globo terráqueo de 1751, como reza en su cartela ricamente decorada. Destaca la perfectísima ejecución y conjunción de los diferentes segmentos impresos, cuyos perfiles geográficos grabados por Guillaume Delahaye están delicadamente coloreados. Conserva el soporte original de estilo rococó, aunque le falta la brújula que le acompañaba en el anillo del falso horizonte, cuya huella permanece.