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Study of Differentiation and Similarity in Visual Perception (Estudio de diferencia y semejanza en la percepción visual)     

Lily Greenham (Viena, 1924-Londres, 2001)

1969

Serigrafía sobre papel montada en tablero aglomerado. 132 x 132 cm

Número de catálogo: CUC006271

La artista alemana Lily Greenham, reconocida cantante de ópera a los veinte años y figura fundamental de la poesía sonora gracias a su dominio de hasta ocho idiomas, representa muy acertadamente el ambiente artístico madrileño y español de finales de los años sesenta, incentivado por la presencia de artistas internacionales en Madrid. En estos años, el arte abstracto geométrico estaba en pleno auge y las relaciones que este establecía con las diversas innovaciones tecnológicas y los efectos perceptivos en el ser humano ofrecían un campo de investigación muy fructífero. El propio Centro de Cálculo de la Universidad Central, hoy Universidad Complutense de Madrid, recibiría un ordenador de IBM con la condición de que se dedicara a la investigación para abordar las posibilidades del ordenador en la creación plástica, musical, arquitectónica, lingüística, etc. En 1969, en la exposición “Formas computables” se mostraban las obras realizadas en aquel contexto, entre ellas las de Greenham.     

Esta obra es una de las tres variaciones que se realizaron con ese mismo título en las que se cruzan el arte concreto, la ciencia y la tecnología. Es un módulo repetido treinta y seis veces formando un cuadrado perfecto de seis módulos por cada lado. El módulo era un término esencial de la reflexión producida en el Centro de Cálculo, donde se emplea el término pintura modular. Este módulo refleja una composición de pequeños cuadrados que desde la distancia componen un diamante gracias a las leyes de la percepción gestáltica. El conjunto de los treinta y seis módulos configura, a su vez, una trama mayor en la que se ofrece una composición de efecto visual cambiante cuando nos movemos en torno a la obra. Esto producía una interconexión entre el objeto, el sujeto/espectador y el espacio. El efecto de estética matemática se pierde cuando nos acercamos a la composición y comprobamos que no todos los módulos respetan exactamente la disposición en forma de grilla del conjunto, contemplándose pequeños desplazamientos que rompen sutilmente la perfección reticular.