Museo de la Farmacia Hispana
Días de visita: de lunes a viernes, en horario de mañana, a las 10:30 horas. Puntualmente algunas visitas en horario de tarde los martes y los miércoles, a las 16:00 horas. Días lectivos hasta mediados de junio.
Entrada: 2€.
Aforo máximo de 22 personas en cada visita.
Acceso a la planta sótano no apto para personas de movilidad reducida.
Punto de encuentro: Hall de la entrada principal de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid. Plaza Ramón y Cajal, s/n.
Metro Ciudad Universitaria L6.
Autobuses 82, 132, G, U.
Los fondos del museo
Por la cantidad y calidad de piezas, las colecciones más destacadas son:
- Farmacias antiguas
1.- Farmacia Hispano-Árabe
2.- Laboratorio alquimista
3.- Farmacia de Tavera
4.- Farmacia del Hospital de San Juan Bautista de Astorga (León)
5.- Botica de Gibert
6.- Botica de Sangarcía (Segovia)
7.- Botica Bellogín (Valladolid)
8.- Botica del Licenciado Maeso y Bildroff
- Cerámica y porcelana: Incluye piezas de las más importantes manufacturas peninsulares, a las que se unen ejemplares de lozas francesas, italianas y holandesas.
- Vidrio y cristal: Excelentes ejemplos de recipientes de conservación e instrumental de laboratorio usado en las operaciones de destilación.
- Instrumental: Interesante conjunto de instrumental para la elaboración de medicamentos (pildoreros, grageadoras,, compresores, moldes, dosificadores…) al que se une el característico de las prácticas físico-químicas (microscopios, polarímetros, colorímetros, lupas…).
- Balanzas: Elementos imprescindible en las oficinas de farmacia, se conservan granatarios con sus correspondientes pesas, romanas de pequeñas dimensiones, balanzas de mano para pesar papelillos, balanzas doble y balanzas de precisión.
- Almireces y morteros: Amplia colección con piezas datadas desde el siglo XVI al XX, realizadas en distintos materiales pero con predominio del bronce. Presentan decoraciones muy variadas en función de las tendencias estéticas de cada época.
- Colección de medicamentos: En ella se incluyen elementos utilizados desde la más remota Antigüedad para el remedio de la enfermedad (“pezuña de la gran bestia”, “unicornio”, cuerno de rinoceronte o carne de momia) y por medicamentos con gran tradición en las farmacopeas, como triaca, el coral, las cantáridas o la tierra sellada. Junto a ellos, una numerosa colección de específicos y especialidades farmacéuticas correspondientes a la etapa inicial de industrialización del medicamento, expuestos junto a los carteles que los publicitaron.