Cumbre de Silberhorn desde Kleine Scheidegg

Aureliano de Beruete y Moret (Madrid, 1845-1912)

Firmado en ángulo inferior izquierdo: “A de Beruete”

1907

Óleo sobre lienzo. 56 x 81 cm

Inscripción a lápiz en el ángulo superior derecho del bastidor: “Grindelwald 1907/Scheidegg” 

Número de catálogo: CUC000302

Legado Luis Simarro

El pintor madrileño Aureliano Beruete acudió con su familia a los Alpes suizos en los veranos de 1905, 1906 y 1907. Los picos de Jungfrau, Silberhorn, Mönch y el glaciar Eiger se convirtieron en leit motiv de diversas pinturas que realizó al aire libre en las que experimentó con el color y la luz al modo impresionista, con el reto añadido de la representación lumínica sobre la nieve. 

 

Beruete pintó los mismos parajes a diferentes horas del día, utilizando tonos puros con una técnica rápida de pincelada amplia que le permitía captar el natural. Probablemente, esta Cumbre de Silberhorn desde Kleine Scheidegg sea uno de los trece “estudios grandes” que pintó a lo largo de los días que permaneció en Suiza durante el mes de agosto de 1907; al igual que el lienzo de idénticas dimensiones que se conserva en el Museo Nacional del Prado. Anteriormente, se había identificado como el flanco norte de la cumbre de la Jungfrau, pero la ladera escarpada en primer término y los dos picos cónicos que presenta la cumbre lo identifican como la cima de Silberhorn, que sigue a la de la “doncella”. En estas obras se reconoce la maestría y la experiencia previa de años anteriores, habiendo experimentado ya los procedimientos pictóricos sobre la luz y el color de las montañas que culminan en esta obra. 

 

En una carta fechada el 14 de agosto de 1907, remitida desde Grindelwald a su amigo Sorolla, explica esta experiencia: durante nueve días subió al Scheidegg, desde donde la vista de las cimas nevadas le resultaba soberbia y donde declara haber pintado los trece estudios grandes y seis pequeños.