Proyectos de Investigación

Patrimonio cultural islámico

El patrimonio tangible (artefactos, edificios y lugares) ha desempeñado siempre un papel fundamental en la construcción de una nación y en su identidad, también en el Próximo y Medio Oriente. Resulta preocupante que el discurso referido al patrimonio cultural de Oriente Medio esté dominado indefectiblemente por el manto negativo de la destrucción, sin apenas debate y excluyendo las voces locales y críticas.

En Occidente el marco de discusión suele ser la destrucción del patrimonio y se delibera casi exclusivamente sobre los autores de la destrucción y sus motivos. Es decir, se establece la siguiente ecuación: Oriente=destrucción, Occidente=salvación, un discurso que lleva en práctica desde el siglo XIX (Brusius, 2017) y que justifica en gran medida el expolio de piezas y su llegada a los museos occidentales, privando al arte de contexto.

La falta de reflexión sobre las prácticas de conservación de patrimonio impide entenderlas desde perspectivas diversas y adaptarlas a realidades culturales diferentes donde las establecidas no son válidas, lo que es especialmente elocuente cuando se trata de patrimonio cultural islámico, que suele estar ausente de los debates. El falso tópico del iconoclasmo permanece firmemente implantado en el discurso popular (Rico, 2017) por lo que hay que preguntarse cómo pueden los estudios de patrimonio integrar al Islam y a la población local en los debates sobre el patrimonio dañado y perdido en Siria de manera que se evite la actual distorsión. Las experiencias previas, por ejemplo en la ex-Yugoslavia (DODDS 1999), pueden ser de gran ayuda. Asimismo, será vital para el desarrollo de este objetivo el trabajo de campo realizado por los IP del proyecto en sus varias estancias de investigación en Siria, en concreto en Damasco (Institut Français du Proche Orient), anteriores al estallido de la guerra.

En el terreno museográfico, el objetivo es evitar la distorsión que se produce en algunos museos, donde al-Andalus y el Islam aparece representado con relatos monolíticos en torno a la religión y a veces como algo exógeno a la cultura occidental. Por ejemplo, las esculturas romanas de Madinat al-Zahra (Córdoba) no expuestas hasta ahora porque no encajan en la explicación de un palacio islámico. Son trofeos museísticos sin función (ni siquiera se explica ésta en la cartela) ni significado (capas de significado histórico).