Instituto de Psico-Pediatría "Dr. Quintero Lumbreras"
Presentación del IPP (Instituto de Psico-pediatría)
El Instituto de Psico-pediatría es una asociación sin ánimo de lucro, dedicada a la atención integral de las personas con discapacidad intelectual y otras discapacidad del desarrollo.
El Instituto se fundó en 1.967 por iniciativa privada. Comenzó siendo un pequeño Colegio de Educación Especial, creado con el fin de dar respuesta educativa a todos aquellos alumnos que por sus características y necesidades de apoyo, no podían integrarse en la educación ordinaria. Se convierte así en uno de los Centros pioneros en la atención de niños con necesidades educativas especiales.
La Institución se consolidó y fue planteándose nuevas metas, para que las necesidades cambiantes, que los alumnos presentaban con el crecimiento, pudieran ser atendidas dentro de un proyecto unitario, amplio y coherente.
Así fueron surgiendo los Servicios para Adultos con los que en la actualidad cuenta el Instituto en los que se ha ido dando respuesta a las necesidades específicas. La necesidad de crear estos nuevos servicios y el interés por renovar y actualizar los conocimientos y métodos para ofrecer una atención de calidad han sido inseparables.
Nosotros nos encuadramos dentro del Centro Ocupacional; servicio para adultos con discapacidad intelectual. Atendemos 106 personas repartidos en 6 talleres: Manipulados I y II, Carpintería, Serigrafía, Lavandería y Encuadernación, llevamos a cabo labores ocupacionales y desarrollo personal para poder ser un puente a la integración en la comunidad. Nuestra misión es trabajar con ellos por mejorar su calidad de vida y la defensa de sus derechos.
Desde hace unos años, venimos desarrollando en el Centro Ocupacional proyectos en los que buscamos la integración en la comunidad de nuestros usuarios, como uno de los principales objetivos para mejorar la calidad de vida. Para ello iniciamos hace dos años un proyecto de salud en el que acudimos a los polideportivos universitarios de la zona a realizar actividades deportivas integradas en grupos normalizados; buscando la integración en la comunidad (vimos que el entorno universitario era una buena fuente de recursos y personas para trabajar estos objetivos) y mejorar la salud. Desde ahí parte la idea de desarrollar nuevas actividades que vayan en esa línea, y de ahí aparece el proyecto de colaboración con la huerta Cantarrana en la UCM.
Participación en la HuertAula Comunitaria de Agroecología Cantarranas
OBJETIVOS
- General:
Mejorar la calidad de vida de las personas de nuestro servicio a través de la integración en actividades en entornos universitarios.
- Específicos:
- Conocimiento de una huerta en un entorno natural.
- Trabajar de manera cooperativa y en equipo.
- Integración en la comunidad con el desarrollo de una actividad en entorno normalizado.
- Vincular la actividad laboral del taller con el desarrollo de este proyecto.
- Participación activa en la huerta: somos una parte más del huerto.
- Potenciar el respeto por el medio ambiente. Uso de los productos para nuestra alimentación: Cocino MI Comida.
En Febrero de 2012 y dentro del programa de calidad de vida que desarrollamos en el centro ocupacional, iniciamos nuestra participación en la HuertAula Comunitaria de Agroecología Cantarranas. En la búsqueda de entornos y apoyos que ayuden a que las personas con discapacidad intelectual puedan desarrollar su proyecto de calidad de vida, la huerta es un espacio comunitario de trabajo que nos brinda la oportunidad de potenciar y dar respuesta a las necesidades de nuestros usuarios; tanto en las dimensiones básicas de calidad de vida, como en su aceptación social como ciudadanos de pleno derecho.
La huerta nos proporciona el aprendizaje de habilidades sociales y laborales, y a su vez nos ofrece un ámbito de inclusión social y participación normalizada tan necesario y enriquecedor para las personas con discapacidad intelectual.
Sabedores de la necesidad de crear e implantar programas específicos de actividades normalizadas para personas con discapacidad intelectual, que busquen la mejora de su calida de vida y que incidan en las dimensiones más mermadas en esta población, desde el contexto del Centro Ocupacional del I.P.P. reconocemos la importancia de que nuestros usuarios trabajen estos aspectos a través de entornos normalizadas, como medio que nos permite alcanzar los objetivos propuestos de inclusión social, desarrollo personal y bienestar emocional
La dinámica de una huerta comunitaria cumple un importante papel como agente socializante, mejora de la autoestima y aprendizaje de habilidades útiles de autonomía y relaciones personales.
La metodología seguida es la siguiente: Participa un grupo de siete personas con distintos grados de autonomía, y capacidad para llevar a cabo actividades dirigidas, siguiendo un programa de aprendizaje progresivo de las tareas propias de la huerta. Realizan desde las más sencillas: Cribar, compostar, regar…, a otras más complejas: Semillar, cultivar, cavar bancales, etc. Acudimos 1 día a la semana, dos horas, durante un curso escolar completo. Además, participamos en actividades extrordinarias como los talleres mensuales de formación y hemos colaborado en las jornadas de la semana de la ciencia que se desarrollan en la huerta.
En cuanto a la evaluación de calidad de vida, se aprecian evidentes mejoras de los usuarios en las dimensiones que buscamos potenciar a través de la huerta. La inclusión social con actividades en entornos públicos y normalizados, el desarrollo personal con el aprendizaje de habilidades laborales fáciles de entender y que les ayudan a estar mejor con las personas que participan del proyecto y el bienestar emocional que procura el sentirse valorado por otros, no por lo que eres, sino por lo que aportas y vales.