¿Puede la nanobiotecnología ayudar en la lucha frente a la Leishmaniosis Canina?
La leishmaniosis es una enfermedad zoonótica que no solo afecta a perros, sino que también puede ser potencialmente mortal para los humanos. Por ello, encontrar una vacuna eficaz es clave tanto en medicina veterinaria como humana. Con este objetivo, el grupo INMIVET de la Universidad Complutense de Madrid ha llevado a cabo un estudio utilizando un sistema innovador en la producción de vacunas: las nanopartículas.
Imagen de un flebotomo, el mosquito responsable de la transmisión de la leishmaniosis. Fuente: cedida por la autora
9 de septiembre de 2024. La leishmaniosis visceral causada por Leishmania infantum es una enfermedad parasitaria de prevalencia creciente a nivel mundial. Su control resulta imprescindible tanto para la salud humana como animal, ya que se trata de una enfermedad zoonótica, es decir, que afecta tanto a humanos como a nuestros queridos amigos perrunos. Estos últimos, además de ser susceptibles a la enfermedad, contribuyen al mantenimiento del parásito en el entorno, incrementando el riesgo de que nosotros, los seres humanos, nos infectemos. En Europa, el protozoo es transmitido a través de la mordedura de insectos infectados pertenecientes al género Phlebotomus spp. (flebotomo), que adquieren el parásito al alimentarse de un perro infectado, pudiendo transmitirlo posteriormente a otros cánidos o a los seres humanos. De esta manera, la leishmaniosis constituye no solo una enfermedad de gran relevancia en medicina veterinaria, sino también un importante reto para la salud pública, siendo potencialmente mortal para humanos y perros.
¿Cuál es la estrategia de control más prometedora?
En la actualidad, no disponemos de una vacuna para la leishmaniosis humana y, aunque sí existen vacunas comercializadas para los perros, la eficacia de estas necesita un amplio margen de mejora. Además, los tratamientos disponibles para el control de la infección por L. infantum en perros tienen una eficacia limitada y su empleo presenta importantes desventajas como la toxicidad asociada a su administración. Por ello, es fundamental el desarrollo de nuevas estrategias de prevención efectivas frente a la leishmaniosis canina, no sólo para proteger a los perros, sino también para reducir notablemente la posibilidad de que los humanos nos infectemos.
En este contexto, el grupo de investigación INMIVET, de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, ha publicado los resultados de un estudio que revelaron la capacidad del péptido diseñado con herramientas bioinformáticas, HisDTC, para inducir una respuesta inmunitaria eficaz frente a L. infantum en ratones vacunados. El péptido HisDTC se presenta como una herramienta prometedora que podría emplearse como estrategia vacunal. Sin embargo, es necesario optimizar esta estrategia para mejorar el control de la progresión de la enfermedad y la durabilidad de la respuesta inmunitaria inducida. Con este objetivo, los investigadores han llevado a cabo un nuevo estudio en el que evalúan este mismo péptido, pero empleando un sistema de encapsulación totalmente novedoso: las nanopartículas.
¿Qué son las nanopartículas y cómo podrían contribuir a mejorar la eficacia del candidato vacunal?
Una nanopartícula es una molécula extremadamente pequeña, tanto que se utilizan los nanómetros como unidad de medida. Para entenderlo mejor: un nanómetro equivale a una mil millonésima parte de un metro.
Figura 1. Nanopartícula representada a escala, comparando su tamaño con el de objetos microscópicos y macroscópicos
Estas nanopartículas son de gran utilidad y han aportado grandes avances en diferentes campos de la medicina veterinaria, especialmente en la producción de vacunas, pero ¿de qué manera lo hacen? Visualízalas como pequeños vehículos de entrega. Los científicos pueden cargar las nanopartículas con antígenos, es decir, moléculas que se encuentran en la superficie de microorganismos y que son reconocidos por el sistema inmunitario del animal o la persona que queremos proteger, permitiendo al organismo reconocer elementos invasores y combatirlos. De esta manera, las nanopartículas funcionan como un vehículo que transporta de forma eficiente el antígeno directamente a las células del sistema inmunitario de interés. En la leishmaniosis, conseguir esta propiedad es de gran importancia, ya que facilitaría la captación del candidato vacunal por las células del animal que constituyen la diana del parásito y así, permitiría reducir la dosis requerida y la toxicidad. Por si fuera poco, las nanopartículas protegen al antígeno de la degradación por parte del organismo y lo liberan de forma controlada y paulatina, lo que conduce al desarrollo de una respuesta inmunitaria más eficaz y de mayor duración.
Y, ¿cómo pueden ayudar las nanopartículas a los perros a combatir la infección por Leishmania infantum?
Los miembros del grupo de investigación INMIVET han evaluado la eficacia de esta nanovacuna, consistente en el péptido HisDTC encapsulado en nanopartículas, frente a la infección por Leishmania infantum en ratones a los que han vacunado. Los resultados fueron prometedores, observándose una menor carga parasitaria en los grupos vacunados en comparación con los grupos de control sin vacunar, lo que se relaciona con la inducción de una respuesta inmunitaria protectora. Estos resultados sugieren que el empleo de esta estrategia podría constituir una herramienta preventiva eficaz en el control de la leishmaniosis canina.
Estos estudios han abierto las puertas hacia nuevas vías de lucha contra esta y otras enfermedades infectocontagiosas de los animales, basándose en el empleo de la nanobiotecnología. Sin embargo, todavía queda camino por recorrer, siendo necesarios más estudios para validar la seguridad y eficacia de este tipo de estrategias en su diana final: los perros.
Autora: Laura de Urbina Fuentes, Dpto. de Sanidad Animal, grupo INMIVET, Facultad de Veterinaria de la UCM.
Enlaces para más información:
“Protegiendo a nuestros fieles amigos: avances clave en vacunas frente a la leishmaniosis canina”