Conservar el patrimonio genético de nuestras poblaciones de animales domésticos: un derecho, un deber, una necesidad

Palabras clave

Variabilidad Genética, Animales Domésticos, Marcadores Moleculares de ADN

Contenido del artículo:

Diciembre 2022. Desde hace décadas, un objetivo prioritario ha sido conservar los recursos genéticos de las especies de animales domésticos. Organismos internacionales como la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO), así como asociaciones responsables de la gestión de las razas locales de animales domésticos, han dedicado y dedican, hoy en día, numerosos recursos para preservarlos. Esta conservación es importante para afrontar los importantes retos a los que nos enfrentamos, como el cambio climático o el abastecimiento de comida a una población cada vez mayor. Pero para poder preservar la diversidad de nuestras poblaciones, primero hay que caracterizarlas genéticamente, y de ese modo conocer su variabilidad genética que es la variación que podemos encontrar en el material hereditario de una población.


Desde mediados del siglo pasado en el que se descubrió que el ADN es el material hereditario que se transmite de generación en generación, se han desarrollado numerosas herramientas que nos han permitido analizar en las razas de animales domésticos su variabilidad genética. Estas herramientas han evolucionado de tal manera que por ejemplo, la secuenciación del genoma humano que a finales del siglo pasado costó unos 3 mil millones de euros, en la actualidad se puede secuenciar por unos pocos cientos de euros. Los marcadores moleculares de ADN han sido las herramientas de elección para analizar la variabilidad genética de las poblaciones. Se definen como secuencias de ADN que presentan diferencias entre los individuos y que se transmiten de generación en generación siguiendo leyes de herencia conocida, como son las leyes de Mendel. Los dos marcadores más utilizados son los microsatélites (repeticiones en tándem de una secuencia de 2 a 6 nucleótidos), y los Polimorfismos Nucleotídicos Simples o SNP´s (Single Nucleotide Polymorphisms) definidos como la sustitución de una base nucleotídica (unidad mínima que forma el DNA) por otra. Con el descubrimiento de los microsatélites en la década de los 80, los controles de filiación, que nos permiten asignar fehacientemente a los progenitores de un individuo, y el análisis de la variabilidad genética de las poblaciones, mejoraron notablemente. Además favorecieron el desarrollo de nuevas metodologías que permitían identificar las regiones del genoma donde se encuentran los genes responsables de caracteres de interés, como la producción de leche, o de adaptación al medio ambiente, denominados QTL´s (Quantitative Trait Loci).


Durante la década de los 80 y 90 se realizaron numerosos estudios de las poblaciones de animales domésticos analizando su variabilidad genética o las relaciones genéticas entre ellas. Estos estudios sirvieron de referencia para el desarrollo de planes de conservación y mejora genética que ayudaron a ser más eficientes en la conservación de los recursos genéticos animales. A principios de siglo, con el desarrollo de los “chips” de ADN que permiten analizar miles o incluso cientos de miles de marcadores moleculares de ADN del tipo SNP, se desarrollaron nuevas metodologías que nos permitieron abordar preguntas de respuesta incierta hasta ese momento, como por ejemplo, los cambios que ha sufrido el genoma de los animales domésticos como consecuencia de la domesticación o los efectos que han tenido los procesos demográficos en la variabilidad genética de las poblaciones de animales domésticos, como consecuencia de la sustitución de razas internacionales de mayor producción por otras locales de menor producción, pero más adaptadas a su entorno.


A pesar de todos los esfuerzos y recursos que se han dedicado a la conservación de las poblaciones de animales domésticos, han sido numerosas las razas que han desaparecido a lo largo del siglo XX y en el caso de las razas bovinas, más de la mitad se encuentran en peligro de extinción. Por ejemplo, en España y según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, de las 39 razas autóctonas de vacas, 32 de ellas están catalogadas como en peligro de extinción y de algunas de ellas sólo quedan unos pocos cientos de animales. Por tanto, a pesar de la mejora en los procesos de conservación de los recursos genéticos animales, se sigue produciendo su deterioro y sigue siendo prioritario continuar los estudios y el desarrollo de nuevas metodologías que nos ayuden a preservarlos. Sin ninguna duda, el siguiente paso ya se ha dado con la secuenciación completa de los genomas de animales domésticos de una manera cada vez más accesible. No obstante, no sólo con la ciencia podremos conservar el patrimonio genético de nuestras poblaciones de animales domésticos, es necesario el compromiso de todos.

 

Autor:

Óscar Cortés1

1Departamento de Producción Animal, Facultad de Veterinaria, Universidad Complutense de Madrid, 28040 Madrid, España.


Para más información:

Cortes, O.; Cañon, J.; Gama, L.T. Applications of Microsatellites and Single Nucleotide Polymorphisms for the Genetic Characterization of Cattle and Small Ruminants: An Overview. Ruminants 2022, 2, 456-470. https://doi.org/10.3390/ruminants2040032