¿Podría un mayor consumo de alimentos de origen vegetal contribuir a reducir los ataques de migraña?
La migraña, uno de los trastornos neurológicos más invalidantes, es una enfermedad que va mucho más allá de un simple dolor de cabeza. A menudo acompañado de náuseas, vómitos y una extrema sensibilidad a la luz (entre otros síntomas) esta afección ocupa el segundo lugar en la lista de las enfermedades más incapacitantes según el Estudio de Carga Global de Enfermedades de 2019. Como parte de su TFG, Vanessa Esteves Mesquita, dietista-nutricionista por la Universidad Complutense de Madrid, ha llevado a cabo un estudio que sugiere que la alimentación basada en las recomendaciones de la AESAN podría jugar un papel clave en la frecuencia e intensidad de los ataques de migraña.
Figura 1. Vanessa Esteves con el diploma que acredita el reconocimiento a su Trabajo Fin de Grado
12 de septiembre. El Trabajo Final de Grado de Vanessa Esteves Mesquita, dietista nutricionista y Máster en Nutrición y Dietética Aplicada por la UCM que fue tutorizado por Izaskun Martín Cabrejas, de la Sección Departamental de Farmacia Galénica y Tecnología Alimentaria, en la Facultad de Veterinaria de la UCM, ha sido laureado con el segundo puesto en la IV Jornada Nacional del Profesorado del Grado en Nutrición Humana y Dietética celebradas en la Universidad de Navarra (Fig 1). Estas jornadas nacen desde la Conferencia Española de Decanas y Decanos de Nutrición Humana y Dietética con la voluntad de visibilizar y premiar la excelencia académica en materia de Trabajos de Fin de Grado entre los estudiantes del grado de Nutrición Humana y Dietética de las universidades españolas. El trabajo se titula: “Estudio de los hábitos alimentarios y estilo de vida en población residente en España diagnosticada de migraña. Revisión sistemática y estudio observacional”.
La migraña es un trastorno neurológico caracterizado por intensos dolores de cabeza y síntomas motores y sensoriales transitorios. Se manifiesta de forma esporádica cuando ocurre menos de 15 días al mes, o crónica, cuando es más frecuente. Existen dos tipos: con aura, que incluye síntomas visuales, táctiles o de lenguaje, y sin aura, la más común, que provoca dolor intenso acompañado de sensibilidad a la luz, al sonido y olores, cursando con náuseas y vómitos.
Según el Estudio de Carga Global de Enfermedades de 2019, es la segunda causa de discapacidad en adultos y la primera en mujeres, reduciendo considerablemente su calidad de vida y su productividad. Aproximadamente un tercio de los adultos han sido diagnosticados de migraña, siendo tres veces más prevalente en mujeres. En España, esta enfermedad afecta a 5 millones de personas, de las cuales 1,5 millones padecen migraña crónica, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
La migraña tiene un componente fundamentalmente genético, pero los factores ambientales, entre ellos la alimentación, también influyen en la aparición de la misma. Hay estudios recientes que sugieren que una dieta saludable, rica en cereales integrales, legumbres, frutas y verduras puede reducir la frecuencia y gravedad de las crisis de migraña. En el año 2022, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) emitió su informe, con las nuevas recomendaciones dietéticas que, precisamente, enfatizan la importancia del consumo de alimentos de origen vegetal para prevenir enfermedades crónicas, como es el caso de la migraña.
En cuanto al consumo de alimentos de origen animal, se recomienda el consumo de 3 o más raciones de pescado a la semana, 4 o menos de huevos y 3 o menos de carnes y 3 raciones o menos de lácteos al día. En relación con los alimentos de origen vegetal, se mantiene la recomendación de 5 piezas de verduras y frutas diarias teniendo 3 o más de hortalizas y 2 o más de frutas. El consumo de cereales debe encontrarse entre 3 y 6 raciones diarias y el de tubérculos no debe superar la ración diaria. La recomendación en cuanto al consumo semanal de legumbres ha aumentado con respecto a informes previos, siendo de 4 o más a la semana, y el de frutos secos de 3 o más raciones semanales.
Por lo tanto, dada la posible relación entre la dieta y los hábitos alimentarios y la migraña, este trabajo planteó la hipótesis de que los hábitos alimentarios y el estilo de vida afectan a la frecuencia de los ataques de migraña, así como a la severidad y discapacidad asociadas a los mismos. El principal objetivo fue recoger de manera cualitativa la evidencia científica mediante una revisión sistemática para diseñar una encuesta y realizar un estudio observacional transversal en pacientes diagnosticados de migraña residentes en España. Como objetivos secundarios se propuso resumir la evidencia científica con respecto al papel de la dieta y los hábitos alimentarios en la migraña, observar los hábitos alimentarios, estilo de vida, actividad física e higiene del sueño entre los encuestados y analizar la dieta y el consumo de los diferentes grupos de alimentos por parte de los individuos incluidos en el estudio y compararlo con las recomendaciones de la AESAN del año 2022 para población española. Finalmente, se comparó el consumo de alimentos entre las personas diagnosticadas con migraña según la frecuencia, discapacidad y severidad de sus ataques de migraña y se observó si existían diferencias significativas entre grupos.
En primer lugar, se realizó una búsqueda sistematizada de la literatura científica basada en los criterios PRISMA, en la base de datos de MEDLINE, utilizando palabras clave “Migraine Disorders” AND “Diet, Food, and Nutrition”. En segundo lugar, se llevó a cabo un estudio observacional y transversal, utilizando una encuesta de hábitos alimentarios y de estilo de vida en un grupo de individuos diagnosticados de migraña de 18 a 65 años en España. El estudio contó con la aprobación por parte del Comité de Ética de la Investigación y de Bioseguridad de la Universidad Complutense de Madrid y tuvo la colaboración de la Asociación Española de Migraña y Cefalea (AEMICE) para su distribución.
La encuesta constaba de un cuestionario general que incluía 8 bloques con un cuestionario de frecuencia de consumo, datos demográficos, antropométricos, patológicos y farmacológicos, escalas MIDAS (para medir discapacidad en 4 grupos), VAS (para medir severidad en 3 grupos) y DDS (para medir diversidad de la dieta), estilo de vida e higiene del sueño y cuestionario de frecuencia de consumo. La muestra inicial estuvo compuesta por 275 participantes, de los que finalmente se analizaron 268 respuestas, descartando las de aquellos que no residían en España o eran menores de 18 años o mayores de 65 años.
Una de las conclusiones más relevantes tras realizar este análisis fue que, en base a los resultados obtenidos, los individuos con migraña que participaron en este estudio cumplen con las recomendaciones españolas de consumo de alimentos de origen animal (Fig.2). Sin embargo, no alcanzan las recomendaciones de consumo de alimentos de origen vegetal, los cuales parecen tener una implicación en la sintomatología de esta patología (Fig. 3).
Figura 2. Consumo de alimentos de origen animal por parte de la muestra de conveniencia
Figura 3. Consumo de alimentos de origen vegetal por parte de la muestra de conveniencia
Por todo ello, se concluye que existe una posible relación de la dieta con la migraña y que, según este estudio, los individuos con esta patología tienen una dieta que no alcanza las recomendaciones de la AESAN para población española en cuanto al consumo de alimentos de origen vegetal, los cuales podrían prevenir o mejorar la sintomatología de esta enfermedad. Por ello, sería interesante seguir trabajando en esta línea de investigación para poder ver las posibles implicaciones que tiene la dieta en el tratamiento de los pacientes residentes en España con esta patología.
Autoras
Vanessa Esteves Mesquita¹, Izaskun Martín Cabrejas²,
¹Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid.
²Departamento de Tecnología de los Alimentos, Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid.
Enlaces para más información
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