La reciente apertura de la exposición Zoologías en el Centro de Arte Complutense, ubicado en el edificio del Museo del Traje, es un hito más en la configuración del campus de la Ciudad Universitaria como un espacio abierto y un polo de atracción no solo para el ámbito universitario, sino para la ciudad de Madrid y sus visitantes. Los museos, instalaciones deportivas, los propios centros, los laboratorios y las clínicas de la Universidad Complutense suponen un capital del que se benefician tanto los estudiantes e investigadores como multitud de madrileños que hacen uso de los mismos, así como empresas y organismos que utilizan sus laboratorios para la realización de pruebas necesarias para sus proyectos de I+D+i.
La muestra Zoologías, en la que se ofrece una pequeña selección de los fondos históricos, artísticos y científicos de que dispone la UCM relacionados con el mundo animal, es una exposición de primer nivel equiparable a las que se puedan contemplar en los espacios más consagrados. Resiste desde luego la comparación más exigente. Además de para el visitante adulto, es una exposición recomendable también para colegios e institutos, que pueden mostrar aquí a sus alumnos sorprendentes ejemplos de la naturaleza animal y creaciones artísticas relacionadas. La exposición y el catálogo de la misma constituyen igualmente un ejemplo de transferencia del conocimiento creado en el espacio universitario, gracias al cual la sociedad puede disfrutar y beneficiarse del trabajo creativo y de investigación desarrollado en las aulas.
El Centro de Arte Complutense es una de las aportaciones más recientes al entramado de relaciones que la universidad mantiene con la ciudad y la comunidad a las que pertenece. En sus campus tienen lugar numerosas actividades, en las que participan también multitud de personas no pertenecientes directamente al ámbito universitario. Aquí acuden a los conciertos y exposiciones que se organizan regularmente; los salones de actos de algunos centros, como los de Medicina, acogen a menudo encuentros de entidades externas; en los campos de deportes se celebran tanto competiciones internas como de fuera (aquí se disputan, por ejemplo, competiciones nacionales e internacionales de rugby); sus clínicas reciben y tratan pacientes externos... La universidad, en definitiva, no está cerrada sobre sí misma, aunque precise todavía de una mayor apertura y deba fomentar su relación con el entorno.
Una muestra del peso de la Universidad Complutense en la sociedad madrileña la encontramos en el reciente ranking de QS sobre las mejores ciudades del mundo para estudiar. Madrid es, junto con Barcelona, la única ciudad española que aparece entre los primeros veinte primeros lugares del mundo, y lo hace frente a ciudades de tanta tradición universitaria como Salamanca, Valladolid, Santiago o Granada. En esa clasificación Madrid está por delante de ciudades como San Francisco, Nueva York, Milán, Washington, Bruselas o Sao Paulo. La oferta educativa que representan las universidades públicas madrileñas, con la UCM de manera destacada entre ellas, hacen de Madrid una ciudad global para los estudios universitarios. Conviene que seamos conscientes de esta importancia para que entre todos seamos capaces de cuidar e incrementar este enorme potencial que suponen nuestros campus universitarios.