Miguel Giménez Cassina cursa en la actualidad ADE en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Lo hace, como él mismo indica, para elevar al título de licenciado la diplomatura obtenida en la Escuela Universitaria de Estudios Empresariales, a la que sigue acudiendo este año como alumno del Máster in Entrepreneurship (emprendizaje) de la UCM. Precisamente, el paso por este máster -del que este curso se está impartiendo la primera edición- es muy posible que cambie la vida de Miguel durante los próximos años. "En el máster -cuenta el estudiante- tenemos que desarrollar un proyecto real de creación de una nueva empresa. La verdad es que llevaba un tiempo pensándolo y no tenía nada claro qué hacer, hasta que mi novia tras venir de un viaje me dijo: podías hacer algo para descansar en los aeropuertos. En ese momento me vino a la cabeza la noche que tuve que pasar dentro de un coche en el aeropuerto de Eindhoven muerto de frío por culpa de un enlace que perdimos, y lo tuve claro". Miguel decidió crear una empresa dedicada a proporcionar a los viajeros habitaciones low cost en las que descansar en los aeropuertos.
La idea ya la tenía, ahora había que perfilar los detalles. El primero, ver qué tipo de habitaciones podía montar en un aeropuerto. "Me acordé de las cabinas prefabricadas que utilizan algunos grupos de música para ensayar, y me puse a llamar a proveedores de ese tipo de cabinas para estudiar la posibilidad de dividirlas en pequeñas habitaciones, en las que entren una cama y una pequeña mesita. Ví que era posible y seguí adelante. Me dí cuenta, ya que mi intención es que el precio del alquiler sea muy asequible (6 euros la hora), que sale más rentable comprar sábanas deshechables que dárselas a una empresa para su limpieza. También, siguiendo el ejemplo precisamente de las compañías aéreas de bajo costo, he visto que sería interesante ofrecer extras como servicio de televisión, internet, bebidas, etc..."
Miguel tras desarrollar un completo plan de negocio y comprobar que los números le "salen", se ha puesto manos a la obra para convertir su proyecto en realidad lo antes posible. Así, se ha puesto en contacto con AENA para alquilar una zona del aeropuerto -necesita 106 m2 para instalar sus primeras 18 habitaciones- y aunque por ahora le han dicho que no disponen de ese espacio, está convencido de que pronto, y con algún que otro contacto que pueda lograr, el aeropuerto de Barajas, el de Barcelona o el de Palma, albergarán la primera zona de su empresa, Airportnap, es decir de "siesta en el aeropuerto".
Trabajo para mujeres con hijos
El Premio Concilia ha valorado el modelo propuesto por Airportnap para "la integración de mujeres mayores de 45 años con hijos a su cargo". "Considero importante -señala Miguel- que la empresa ayude al colectivo que, a mi juicio, peor lo pasa en estos tiempos de crisis, como son las mujeres mayores de 45 años que se quedan en el paro, y que tienen muy difícil encontrar trabajo después. Mi ejemplo es mi propia madre, que siendo ingeniero de Caminos, se ha tenido que ir a Haití a trabajar".
Airportnap, por lo tanto, dará prioridad en sus contrataciones a las mujeres de más de 45 años con hijos a su cargo. Valorarán que tengan, como señala Miguel, un cierto don de gentes y algún conocimiento de inglés "No hace falta que lo hablen a la perfección. Eso ya lo conseguirán cuando traten con los clientes un tiempo", explica.
Una vez que funcione la empresa, la idea de Miguel, es que sean las propias trabajadoras quienes, por ejemplo, marquen los turnos según sus necesidades.