Los primeros Premios Emprendedores de Estudiantes Complutenses se han fijado en tres proyectos que poco tienen en común. Denotta, la denominación que pone nombre a la idea de Blanca Fernández de Córdoba, tiene la música y los músicos como elementos de atención. La ecología es el medio y el fin que fundamenta el proyecto planteado por Juan Vicente Gallego Rubalcaba. Por último, Estefanía Armada Sen confía a los zapatos hechos a medida y a las nuevas tecnologías su futuro éxito empresarial. Tampoco se puede decir que los tres premiados tengan mucho en común. Blanca estudia segundo curso de Matemáticas y es grado medio en flauta travesera. Juan Vicente acaba de concluir sus estudios de Biología y acaba de ser finalista de un concurso convocado por Microsoft. Estefanía está en quinto de ADE y su pasión siempre han sido los zapatos. Lo mejor será conocerles, a ellos y sobre todo a sus proyectos, un poco mejor.
Red social para músicos
Denotta es el nombre que a finales de este mes -fecha estimada, pero aún no definitiva- tendrá la que aspira a convertirse en red social de referencia de músicos y aficionados. La idea que movió a Blanca, y a su amiga Marisa Oliva, estudiante de Teleco, a llevar alrededor de un año devanándose los sesos en busca de la mejor manera de gestionar partituras en la red, surgió por la inexistencia de sitios web en los que alojar "en condiciones" partituras musicales. "Cuando buscas la partitura de una canción en Internet lo máximo que logras encontrar son tablaturas de canciones, es decir los acordes para tocarlas con guitarra, pero que son insuficientes para el resto de instrumentos".
Ese primer impulso que buscaba resolver una carencia fue poco a poco haciéndose más ambicioso, hasta convertirse, si todo sale como sus creadoras pretenden, en una red social en la que tienen cabida todos las personas con gustos musicales, sea cual sea su grado de conocimiento. "Pretendemos -cuenta Blanca- que la gente a la que le guste la música tenga un lugar en el que hablar, pero al que también, por ejemplo, pueda acudir el director de una orquesta al que le falte un determinado instrumentalista".
Según los usos y necesidades de sus usuarios, Denotta podrá ser gratuito, para quien por ejemplo solo busque comunicarse con otros aficionados, o tener tarifas diferentes para, pongamos el caso, los miembros de una orquesta que quieren colgar sus partituras y tener la opción cada uno de sus miembros de acceder a ellas y comentarlas o, ya en un servicio premium, para quienes busquen partituras existentes sobre las que trabajar e incluso poder editar.
Restauración ecológica
El proyecto presentado por Juan Vicente Gallego Rubalcaba también intenta resolver una carencia. En este caso es la inexistencia de empresas en nuestro país dedicadas a la rehabilitación ecológica de ecosistemas degradados. Juan Vicente cursó como todos los estudiantes de Biología una asignatura dedicada a la Restauración Ecológica, pero a diferencia de los demás él vio no solo una oportunidad de trabajar por la naturaleza, sino también una opción laboral de futuro.
Se trata, como el propio Juan Vicente explica, de acercarse al escenario a restaurar como un lugar en el que se producen un entramado de relaciones y procesos naturales que una vez descubiertos y modelizados pueden ser modificados o, mejor dicho, reconducidos para conseguir la perseguida restauración. Juan Vicente lo explica con un ejemplo real en el que él mismo, junto a su compañera Blanca Jimeno, ya está trabajando y cuya experiencia les ha abierto los ojos de cara a la futura creación de una empresa dedicada a este área.
El trabajo es recuperar una laguna en Espejo de Tera (Soria) ahora convertida en un cenagal o marjal, como prefiere denominarla de manera más correcta Juan Vicente. En resumen -él lo explica con todo lujo de detalles- el problema es que con el paso de los años y en buena parte por culpa de la acción del hombre en los regadíos próximos, la laguna ha visto como las plantas de junco se iban extendiendo en su interior, quedando tan solo algunos claros en los que el ecosistema predominante continúa siendo el de una laguna. En esos claros se abre paso otra planta, la potamojeton spp. Lo hace en buena medida porque en los claros vive una colonia de patos (anade real) que se alimenta de junco y evita que éste se expanda más. Juan Vicente y su compañera creen que si se aumenta el tamaño de estos claros, arrancando el junco, y se planta más potamojeton, con la ayuda de los patos estos claros no solo se mantendrán sino que se irán extendiendo y logrando que lo que ahora es un marjal vuelva a ser una laguna, con su ecosistema característico.
La intervención planteada ha recibido el visto bueno del ayuntamiento de Espejo de Tera. "Nuestra idea -concluye Juan Vicente- es hacer este tipo de estudios y proponer actuaciones que como esta son mínimas y autosostenibles en el tiempo, en otros ecosistemas degradados".
zapatos personalizados
Estefanía Armada Sen lleva tiempo queriendo ligar su espíritu empresarial con su pasión por los zapatos. La solución ya la ha encontrado. La idea es cubrir un vacío, la gradual falta de tiendas dedicadas a la fabricación de zapatos a medida. Para hacerlo, ella, o mejor dicho Stefany Sen, como se denominará su empresa, se ofrece a visitar a quien desee un zapato hecho exclusivamente para sus pies. Allí mediante un digitalizador de pies medirá exactamente la horma del cliente y con un programa de diseño virtual le aconsejará hasta dar exactamente con el zapato pretendido, o incluso mejorado. "Serán zapatos obviamente caros -cuenta Estafanía- y realizados por los mejores artesanos. La idea es que la empresa funcione a través de Internet, sin oficina física para evitar gastos, y que sea yo misma quien se acerque al lugar que el cliente indique. Ya hay gente interesada, así que lo voy a intentar", concluye Estanía
Impulsar el espíritu emprendedor
Los Premios Emprendedores de Estudiantes Complutenses son fruto de un convenio firmado en noviembre de 2010 entre la UCM y el Ministerio de Educación, con la finalidad de impulsar el espíritu emprendedor entre los estudiantes universitarios. Con la financiación del Ministerio -cada uno de los premiados ha recibido 2.500 euros-, la convocatoria ha sido llevada a cabo por la oficina Compluemprende, que dirige el profesor Gustavo Lejarriaga. A esta primera edición se han presentado 42 proyectos. Junto a los tres proyectos premiados, que además de la cuantía económica recibirán el asesoramiento técnico-empresarial que precisen, otros 12 proyectos han recibido una mención honorífica.