Alrededor de 1.200 estudiantes están realizando en la Universidad Complutense la Evaluación para el Acceso a la Universidad (EvAU), en una convocatoria de nuevo marcada, como ya ocurriera en julio, por las medidas para evitar los contagios de COVID-19. Como explica Rosa de la Fuente, vicerrectora de Estudiantes de la UCM y presidenta del comité organizador de la prueba, el objetivo es repetir lo logrado en julio, cuando no hubo ni un caso de contagio vinculado a la celebración de las pruebas en Madrid. "Aunque ahora son muchos menos estudiantes [en julio hicieron los exámenes en la Complutense cerca de 13.740 alumnas y alumnos], los preparativos han sido los mismos de julio y el protocolo que estamos aplicando es el mismo que entonces", señala la vicerrectora, recordando la obligatoriedad que tienen los estudiantes de llevar la mascarilla todo el tiempo, así como salir del aula cuando terminen cada examen para que se realice una exhaustiva limpieza de las aulas entre examen y examen. "Creemos que todo saldrá bien", confía De la Fuente.
Entre los 1.267 inscritos para realizar la EvAU en la UCM, en el momento de inicio de la prueba la vicerrectora de Estudiantes solo tiene conocimiento de dos casos de chicos matriculados en la prueba que han dado positivo por COVID en estos últimos días. De acuerdo tanto con la Comunidad de Madrid como con el Ministerio de Educación se está intentando que puedan hacer los exámenes en los próximos días a través del mismo modelo on line que evalúa a los estudiantes de Bachillerato Internacional o aquellos que están en el extranjero. "Creemos que es una modalidad que es factible, aunque tenemos poco margen porque el 23 de septiembre tenemos que tener todos los exámenes corregidos para que se puedan matricular y entrar en la universidad, que es de lo que se trata", explica Rosa de la Fuente, confiando en que esos dos estudiantes o algún otro que haya dado positivo en las horas previas al inicio de la prueba puedan realizar la EvAU a tiempo por ese sistema.
Respecto a la convocatoria de "repesca" del pasado año -que se celebró por primera vez en julio, de acuerdo al nuevo calendario universitario- esta vuelta obligada al mes de septiembre, se hace con un descenso de inscritos en la prueba de un 36 por ciento: de los 2.000 del pasado curso se ha pasado a los alrededor de 1.200 de este. De acuerdo con la vicerrectora de Estudiantes la explicación se encuentra en el aumento de estudiantes en la convocatoria ordinaria celebrada este año en julio -hace un año se celebró en junio-, así como del incremento también de aprobados que hubo en esa convocatoria. La ventaja de esta disminución de estudiantes es que ha permitido "esponjarlos" por las cinco sedes que finalmente se han establecido en la UCM: Derecho, Biológicas, Geológicas, Comercio y Turismo y Farmacia. El inconveniente para ellos es el descenso de plazas disponibles respecto a años anteriores para quienes logren aprobar la prueba. "En la UCM quedan pocas plazas pero en grados muy interesantes: Documentación, Geografía y Ordenación del Territorio, Geológicas... Tienen que explorar y ver las posibilidades, porque hay cosas muy chulas", concluye la vicerrectora.