Se calcula que 6.000 complutenses, entre estudiantes, profesores y personal de administración y servicios, han colaborado en la lucha contra la COVID-19 desde mediados del pasado mes de marzo. Un buen número de ellas, médicas, médicos, enfermeros y enfermeras, lo han hecho en primera línea en los hospitales. Otros, muchos también, se prestaron como voluntarios en las numerosas iniciativas que se pusieron en marcha desde la Universidad. Todos esos voluntarios fueron los protagonistas del homenaje que la UCM les rindió este 14 de julio en las instalaciones del Jardín Botánico. En septiembre, como anunció el rector Joaquín Goyache, se organizará un nuevo acto para agradecer y dar "nuestro apoyo y agradecimiento a nuestros sanitarios, que se han jugado la vida por nosotros".
El acto celebrado en la tarde-noche de este martes 14 de julio se dedicó a los voluntarios, a personas que sin recibir nada a cambio decidieron dar un paso hacia delante y poner en marcha o colaborar en diversas acciones: laboratorios de diagnóstico, fabricación de material sanitario de protección, apoyo psicológico, clases de apoyo escolar, ayuda informática... "Pocas veces me he sentido tan orgulloso de mis compañeros como en esta crisis", señaló el rector en las palabras con las que abrió el acto, en las que no quiso olvidar "a todos los que han caído por este maldito virus", entre los que se han encontrado profesores e integrantes del personal de administración y servicios de la Universidad.
Laboratorio de análisis con corazón
Por la tarima de oradores fueron pasando representantes de varias de estas acciones que se pusieron en marcha en la UCM durante la emergencia sanitaria. El primero fue el catedrático de Veterinaria José Manuel Bautista, de quien partió la iniciativa de crear una red de laboratorios que durante tres meses realizó más de 25.000 análisis PCR, procedentes en su mayor parte de residencias de ancianos de la Comunidad de Madrid . Bautista se restó mérito y atribuyó el éxito de la red a la avalancha de voluntarios que se ofrecieron a ponerla en marcha. Señaló como principales lecturas de lo realizado la importancia que tiene el conocimiento en los momentos complicados y como la Universidad, como lugar en el que se concentra y produce ese conocimiento, puede ser también en esos momentos uno de los lugares más útiles. También, según señaló, lo sucedido durante estos meses le han permitido corroborar la importancia del trabajo multidisciplinar y como el impulso institucional es clave para conseguir poner proyectos como este en marcha. Un proyecto que, como subrayó otro de sus promotores, el también catedrático de Veterinaria Bruno González Zorn, recordando una frase de Helen Keller, la primera mujer con discapacidad visual y auditiva que consiguió un título universitario y que también fue clave en la consecución del sufragio universal, "se ha guiado por el corazón". La frase de Keller es de las que hay que tener siempre presente: "Las cosas más importantes del mundo no se pueden tocar, ni siquiera ver; son las que se sienten con el corazón".
Material de protección para los sanitarios
En las Facultades de Químicas, Físicas, Bellas Artes y Veterinaria, durante los primeros meses de pandemia varios equipos de técnicos de laboratorio, PAS, profesores y cientos de estudiantes trabajaron en la fabricación de diversos materiales de protección sanitarios: viseras, mascarillas, batas e incluso adaptadores que posibilitaran el uso de las máscaras de snorkel como respiradores de emergencia En nombre de todos esos voluntarios habló Arántzazu Mascaraque, directora de la Plataforma de Talleres de Apoyo a la Investigación, quien recordó aquellos días "más propios de una película que de la vida real" en los que José Luis del Corral, del Taller de 3D, le comentó la posibilidad de utilizar los recursos de la Plataforma para fabricar viseras utilizando impresoras 3D o Emilio Elvira, del Taller de Vidrio, probó y probó hasta dar con el mejor diseño para adaptar las máscaras de snorkel. Como señaló, todo ese material, gracias al esfuerzo de muchas personas, desde la vicerrectora Margarita San Andrés hasta los conductores del Rectorado, finalmente llegó donde se necesitaba, a hospitales como el de La Paz, el 12 de Octubre, el de Leganés o la Fundación Jiménez Díaz, entre otros.
La ayuda informática de Los Vengadores UCM
Si en la fabricación, embolsado y desinfectado de material sanitario participaron, según indicó Arántzazu Marcaraque, 250 estudiantes voluntarios, en otras muchas iniciativas la participación de alumnas y alumnos no se quedó atrás. En Vengadores UCM, el grupo de apoyo informático que el Vicerrectorado de Tecnología y Sostenibilidad y la Oficina de Software Libre crearon para solventar dudas a estudiantes y profesores en esos primeros momentos en el que las clases presenciales tuvieron que "virtualizarse", participaron cerca de un centenar de estudiantes, no solo de la Facultad de Informática, sino prácticamente de las 26 que forman la Complutense. Fernando Méndez, uno de esos estudiantes, tomó la palabra en nombre de todos esos vengadores siempre dispuestos a ayudar.
La labor de los representantes de estudiantes
Carolina García, vicepresidenta de la Delegación Central de Estudiantes y actual presidenta de CREUP, quiso no solo poner en valor lo realizado por los miles de estudiantes que se han ofrecido voluntarios para colaborar en las diversas iniciativas, sino también a lo logrado por los representantes de los estudiantes, que han trabajado con decanatos, juntas de centros y Rectorado "para no perder el curso académico". Aún sabiendo que "esto no ha terminado" y que pronto comenzará "un curso que no sabemos cómo va a empezar", Carolina García se mostró optimista y ante todo "orgullosa de ser complutense".
Psicall-Covid, un servicio necesario
La catedrática de la Facultad de Psicología Cristina Larroy cerró el turno de intervenciones dedicadas a repasar las iniciativas puestas en marcha en la UCM desde el inicio de la pandemia. 13 días fueron los que ella y su equipo tardaron en poner en funcionamiento el Psicall-Covid, un servicio de atención psicológica por teléfono en el que han participado 70 personas y que han atendido a más de 450 estudiantes, profesores y familiares, a través de más de 1.300 intervenciones. Como enumeró la profesora Larroy, han sido muchos los que han necesitado que se les ayudara al sufrir ansiedad tanto por el riesgo de contraer la enfermedad como por la incertidumbre que tienen sobre su futuro. También ha habido que combatir casos de soledad, de angustia, de miedo a volver a salir a la calle. Se ha intervenido en casos de maltrato, de duelo, de depresión... y se ha echado una mano para ayudar a uno de los colectivos que más ha sufrido el confinamiento, el de los enfermos con trastornos mentales, que no podían recibir sus tratamientos o continuar con sus terapias. "Psicall-Covid ha sido una iniciativa necesaria", concluyó Larroy.
Agradecimiento de la Comunidad de Madrid
Antes de que el rector Goyache cerrara el turno de intervenciones y diera paso a la actuación musical de Shuarma -autor de "Momentos", el "himno" que sirvió para que la Complutense recaudase fondos contra la pandemia- con la que se puso colofón al acto, intervino el consejero de Ciencia, Universidades e Innovación de la Comunidad de Madrid, Eduardo Sicilia, quien se mostró "orgulloso y agradecido como gobierno de la Comunidad de Madrid y como persona" a lo realizado por tantos complutenses. "Habéis sido útiles, necesarios, cercarnos, parte de la solución... Siento envidia por no haber sido uno de vosotros", confesó "desde la admiración y desde el corazón".
La entrega de los gestores ante una situación desconocida
El rector Goyache, además de por supuesto volver a agradecer a todos los voluntarios la encomiable labor realizada, quiso en su segunda intervención hacer un reconocimiento también a los profesores y personal de la universidad que desde sus puestos de gestión han tenido que enfrentarse a situaciones "muy diferentes a las que estamos acostumbrados". "Es una labor muy poco reconocida, pero también sacrificada. Hemos apoyado en todo lo que hemos podido, y con el apoyo de muchos, hemos logrado terminar de una forma al menos digna este curso y, entre muchas dificultades, cuidando a nuestros estudiantes lo máximo posible", concluyó el rector, pidiendo perdón y comprensión por los fallos que seguro que ha habido y confiando en que el próximo curso pueda encararse gracias a lo que se ha aprendido durante estos últimos meses mucho mejor. En ese sentido, quiso que su último agradecimiento fuese para los Servicios Informáticos de la Universidad,que han trabajado sin descanso para lograr con muy pocos medios que una universidad presencial como la Complutense se pudiera adaptar lo mejor posible a la enseñanza on line.
