En 2015 empezó el germen de la agencia junior de publicidad El Estudio, con la que cuenta la Facultad de Ciencias de la Información, que comenzó a funcionar realmente en 2018 y que se ha consolidado en este último curso en el que los estudiantes han podido trabajar clientes externos como S2S, WishiLife, Cubalizer y Ringteacher, una empresa de clases de inglés por teléfono. Sonia Laura Carcelen, actual coordinadora de El Estudio, reconoce que fue el profesor Giorgio de Marquis quien "sentó todas las bases del funcionamiento de la agencia y le dio el empujón de lo que es hoy en día, él puso la semilla y sólo ha hecho falta echarle un poquito de agua para que crezca y se convierta en lo que es". Este curso, aparte de trabajar con start-ups como la ya citadas, El Estudio ha realizado toda la estrategia de comunicación, creatividad en redes sociales e investigación a profesores de la Complutense, que han tenido necesidades comunicativas, con congresos e incluso con la creación de logos y cartelería.
Giorgio di Marquis cuenta que fue en 2015 cuando se pidió a los alumnos que hicieran una propuesta de naming para la agencia de la facultad y la que más gustó fue El Estudio porque "incluía la idea de los estudios como un conjunto de materias que se cursan para alcanzar una titulación, según la definición de la RAE, y porque también hacía alusión a la idea de un estudio como un lugar de creación que combina muy bien las necesidades prácticas y artísticas. Por tanto, el nombre de El estudio integra bien la idea de estudiantes con la voluntad de dar un servicio lo más profesional posible además de tener connotaciones de creatividad".
Sonia Laura Carcelen explica que la idea de El Estudio es seleccionar a alumnos del grado de Publicidad y Relaciones Públicas, desde primero a cuarto curso. Para ello, en cuanto quedan plazas libres, se ponen carteles en las clases y se abre convocatoria para cualquiera que quiera apuntarse, que luego pasará un proceso de selección con los currículos y con entrevistas de los estudiantes miembros de El Estudio. En la última convocatoria, de finales de 2019, se presentaron casi veinte estudiantes, de los que sólo se pudo coger a cinco en función de su perfil o del horario, ya que El Estudio trabaja de 13 a 15, en el horario vacío entre las clases de la mañana y la tarde.
Ahora mismo, de acuerdo con Carcelen, hay unos veinte alumnos, divididos en dos grandes áreas, la de creatividad, donde se trabajan copy, dirección de arte, diseño web, redes sociales...; y el departamento de cuentas y planificación estratégica, donde se diseña la estrategia de comunicación e investigación, con encuestas, entrevistas en profundidad (focus), se diseña el posicionamiento de marcas... Una vez que estos últimos diseñan toda la estrategia hablan con los de creatividad y ellos hacen el desarrollo creativo, que finalmente se traslada al cliente.
Como es lógico, se trabaja mucho para los profesores de la Facultad, para diseñar la cartelería de congresos o, por ejemplo, para hacer el logo de la cátedra UCM-RFEG Comunicación y Golf que se acaba de crear. Por tanto, y según la coordinadora de El Estudio, uno de los puntos fuertes de la agencia es que los alumnos están muy motivados, ya que "están haciendo publicidad in house, que tiene la ventaja de que desde el primer día se va a estar implicado en los procesos de un trabajo real con clientes". Frente a la dificultad que puede significar compaginar estudios con prácticas en alguna agencia ajena a la universidad, en El Estudio Carcelen les recuerda que "la carrera es lo primero y, por eso cuando hay exámenes se para el trabajo, ya que lo más importante son sus estudios y su grado, y luego si quieren y están motivados, que trabajen en una agencia externa".
Otra de las características de la agencia de la UCM es que vienen muchos profesionales a compartir sus experiencias con los estudiantes y "si, por ejemplo, hay que hacer creatividad, vienen dos creativos que han sido números uno en sus agencias durante años, uno es copy y el otro es dirección de arte, y todos los trabajos pasan primero por la criba de estos creativos, que hacen como si fueran el cliente, así que bajan a los alumnos a la tierra. Funciona como los mentores o los tutores, que dan pistas, explican lo que funciona y lo que no".
Aparte de los trabajos por encargo, en la agencia se trabaja mucho la presentación a concursos, sobre todo los de creatividad, para irse creando su propio book de cara al día de mañana para salir a una agencia y enseñar el portfolio de trabajo.
Aclara Carcelen que "no hay retribución económica, pero algunos clientes regalan material como ordenadores o tablets, o incluso una neverita para tener algo de bebida fresca durante el trabajo". Lo que sí hay son créditos, por el curso completo son seis y por medio, tres, pero "la mayoría dicen que les da igual, que no lo hacen por eso, si se les da es un plus, pero no es la motivación principal".
Tres ejemplos
Las empresas para las que ha trabajado El Estudio este año han sido Student Two Student (S2S), que es "una aplicación que ya lleva varios años trabajando en Estados Unidos, principalmente en Harvard, para el intercambio de libros". Si eres, por ejemplo, un estudiante de Publicidad y, de repente, quieres revender un libro, la app te pone en contacto con los estudiantes de tu misma universidad, e incluso de tu misma facultad, lo que hace el intercambio más seguro y más sostenible. Esa empresa quería implantarse en España, comenzó el verano pasado, pero no funcionó demasiado bien, así que se acercó a El Estudio para que le hicieran un análisis de investigación de cómo lo estaban haciendo y de cómo podían introducirse en el mercado español. Informa Carcelen de que "se les hizo hasta un rediseño del logo, muchas encuestas, toda la estrategia comunicativa e incluso un desarrollo de cómo debería ser su creatividad en redes sociales. Les gustó muchísimo, aunque dependen de un socio americano y no se sabe hasta qué punto van a poder desarrollar todo lo que se les propuso". Hay que tener en cuenta que "en redes sociales los estudiantes ya son nativos digitales y el creativo que venía de esta empresa ya tenía casi cincuenta años, y hablar en el lenguaje de los jóvenes, por muy creativo que seas, a veces te cuesta, pero para los estudiantes es tan habitual que aporta muchísima frescura a la comunicación".
El segundo ejemplo es Wishilife, una empresa española de car sharing que se puso en contacto con El Estudio justo antes de la COVID-19 para hacer todo el rediseño. Los estudiantes hicieron casi 1.000 encuestas entre usuarios y no usuarios del servicio, para descubrir puntos fuertes y débiles y rediseñar todo el posicionamiento de la marca con un nuevo claim publicitario e incluso propuestas de acciones de comunicación tanto en redes sociales como en medios no convencionales. "Los responsables de Whislife se quedaron muy contentos, porque habían trabajado ya con grandes compañías, como Ogilvy, que les había hecho el logo, y consideraron que en El Estudio habían trabajado igual que unos profesionales", recalca Carcelen.
El tercer ejemplo es Cubalizer, "una empresa bastante atípica, porque es de business to business, vende servicios a centros comerciales y espacios de coworking". Para ellos se hizo una labor de investigación, haciendo entrevistas a gestores de esos centros para ver necesidades de los servicios y luego se hizo todo el rediseño de cómo debería ser su página web, su posicionamiento y sus acciones de comunicación a realizar.
El único pero que se puede poner a El Estudio frente a una agencia profesional, es que se trabaja más lento, porque hay que descontar los periodos vacacionales y los exámenes, pero los resultados son tremendamente positivos para clientes y estudiantes. Como concluye Carcelen: "Yo soy licenciada en Publicidad y ya me hubiera gustado a mí tener esta oportunidad durante la carrera".