El Informe FOESSA es una herramienta imprescindible para conocer la realidad tanto cuantitativa como cualitativa de la exclusión y el desarrollo social en España. En junio del pasado año se presentaron los resultados de la octava entrega de este informe que se viene realizando desde finales de los años 50 del pasado siglo. La Facultad de Trabajo Social ha querido que los estudiantes de su programa de Doctorado tuvieran la oportunidad de conocer de primera mano no sólo los números, sino también sus porqués, consecuencias y posibles soluciones, que describe y analiza el informe. Para ello, en el salón de actos polivalente del edificio que comparte Trabajo Social con la Facultad de Políticas y Sociología, se reunieron el coordinador de esta octava edición del Informe, Guillermo Fernández Maíllo; el profesor de Economía de la Universidad Rey Juan Carlos, Luis Ayala Cañón, encargado junto a la profesora de la Universidad Pública de Navarra, Begoña Pérez Eransus -a quien el cierre temporal del aeropuerto de Barajas impidió su presencia en el acto- del capítulo dedicado al análisis de la exclusión social, y a un amplio número de expertos que, moderados por el profesor Esteban Sánchez, coordinador del mencionado programa de Doctorado, conformaron una "Fila cero" de debate. En la presentación también participaron la decana de Trabajo Social, Aurora Castillo, y la directora del Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales, María José Barahona.
8,5 millones de personas en exclusión social
Las cifras de la exclusión social en España, aunque es cierto que se han reducido respecto a las contenidas en el VII Informe publicado en 2013, siguen asustando: 8,5 millones de habitantes de nuestro país viven en situación de exclusión social, y para 4,1 millones de ellos esa exclusión es severa. En términos porcentuales, estamos ante un 9,6 por ciento de la sociedad que sufre exclusión moderada y un 8,8 por ciento en exclusión severa. Por regiones, en Canarias, en alguno de estos dos rangos de exclusión social, hay ni más ni menos que un 29% de la población. En Extremadura es el 23,2%; en Baleares, el 21,3; en la Comunidad de Valencia, el 20,3 y en Cataluña, el 19,3. En el otro lado de la balanza están La Rioja y Cantabria con un 11,3 y un 11,8 por ciento, respectivamente. En Madrid el porcentaje de exclusión social se sitúa en el 16,2%. Como explicó el profesor Luis Ayala, hay que ver de manera positiva que estas cifras se han rebajado respecto a las de 2013, pero aún sigue siendo superiores a las anteriores a la crisis económica. Si en 2019, la suma de los porcentajes de exclusión moderada y severa alcanza el 18,4 por ciento; en 2007 esta estaba en el 16,4%.
Para llegar a estas cifras, según explicó el profesor Ayala, el informe no se limita a situar un umbral económico de pobreza, sino que analiza 8 grandes bloques, aplica en ellos unos baremos y finalmente pondera los resultados. Los bloques son: vivienda, salud, educación, empleo, consumo, participación política, aislamiento y conflicto social. Como apuntó Luis Ayala, vivienda y empleo son, quizá, las que más evidencian que una persona esté en situación de exclusión social, pero no se puede despreciar en esa consideración, por ejemplo, a las personas mayores dependientes que viven solas o a los inmigrantes a los que se ponen trabas para acceder a los sistemas públicos de salud o educativo.
Un relato de lo que nos está pasando
Pero el Informe Foessa no solo son cifras, sino que, como explicó su coordinador, Guillermo Fernández Maíllo, ante todo es "un relato de lo que nos está pasando". Según explicó, a diferencia de otros estudios, en este los alrededor de 130 expertos que lo realizan -sociólogos, trabajadores sociales, economistas, demógrafos, psicólogos...- tratan de responder una serie de preguntas. Lo hacen analizando datos relevantes de todo tipo, y sobre todo los aportados por las más de 26.000 personas entrevistadas en sus propias casas -se llamaron a más de 130.000 puertas, en lo que se denomina "encuestas a puerta fría"- durante alrededor de una hora y media. Como enumeró Fernández Maíllo, el Informe ha tratado de responder seis grandes preguntas. La primera -¿Cómo se está produciendo la transición de nuestro modelo social?- da a conocer una fractura global del modelo de vida. La segunda -¿Cuáles son los principales riesgos sociales a los que nos enfrentamos?- muestra un país cambiante: envejecido (en 2033 uno de cada cuatro españoles tendrá más de 65 años) y con un modelo familiar muy diferente al habitual: hoy ya hay casi dos millones de hogares monoparentales.
Soluciones "low-cost" y obsoletas
La respuesta a la tercera cuestión que se plantea el Informe Foessa -¿Cuáles están siendo las principales consecuencias de la exclusión social?- lleva a hablar con claridad de la desigualdad. "Los Estados de Bienestar han ido olvidando que nacieron para reducir las desigualdades", señaló Guillermo Fernández Maíllo, en referencia a situaciones que hace años eran impensables, pero hoy son habituales, como el aumento de personas que pese a trabajar continúan en la pobreza o los "mil rostros de la desigualdad de género", que siguen situando a las mujeres muy por delante de los hombres cuando se habla de desigualdades. Las políticas sociales -cuarta pregunta que se hace el Informe- son "de low-cost" o han quedado obsoletas. Hay poco dinero para demasiadas necesidades y, además, no se abordan nuevas realidades de exclusión social.
¿Y cómo responde la sociedad? -¿Cuál está siendo la evolución de la reacción social ante la crisis?, fue la pregunta exacta- De acuerdo con Fernández Maíllo, la ciudadanía ha pasado de un estado de "indignación esperanzada" a estar hoy "desesperada y desesperanzada", lo que se manifiesta en un aumento espectacular de lo que se denomina "ciudadanía desafecta". La sexta y última pregunta de este relato que describe el VIII Informe Foessa busca, como no podía ser de otra manera, soluciones. Estas pasan por revisar conceptos, concepciones e incluso maneras de interactuar. "Tenemos una sociedad desvinculada que necesita revincularse y donde la comunidad tendrá un papel esencial", concluyó.