Son las 11 de la mañana del 28 de noviembre de 2019. El salón de grados de la Facultad de Ciencias de la Información está prácticamente lleno. Varios profesores nos confiesan que es la primera vez que ven la sala con tanta gente para asistir a la presentación de una tesis doctoral. Por allí está Mercedes García, la delegada del rector para la Diversidad e Inclusión; su antecesor en la delegación, Esteban Sánchez; Antonia Durán, la coordinadora de la Oficina para la Integración de Estudiantes con Discapacidad; otros trabajadores y becarios de la Oficina, así como numerosos profesores y profesoras de la Facultad.
Y, por supuesto, también está allí su familia, con su madre a la cabeza. Porque la "culpa" la tiene él. Vestido con un traje color burdeos y corbata a juego -"Es mi madre la responsable de que mi ropa vaya siempre combinada", suele decir con una amplia sonrisa- Jesús Argumedo se enfrenta a uno de sus días posiblemente más felices y a la vez trascendentes. Está a punto de leer su tesis doctoral y, por ende, como él mismo señala, de dejar de ser becario predoctoral de la UCM.
Para no importunarle en un día tan señalado, una semana antes del gran día aprovechamos su presencia en la I Jornada Universidad y Discapacidad, para charlar con él. Frente a Jesús, en el despacho de la presidenta del Consejo Social que nos permiten utilizar durante unos minutos, se sienta el profesor y vicedecano de Estudiantes y Comunicación de la Facultad de Ciencias de la Información, Cristóbal Fernández, quien junto a María Luisa García Guardia, ha dirigido su tesis doctoral. Juntos han hecho historia. La tesis de Jesús es la primera que presenta un estudiante invidente en el área de Comunicación Audiovisual, Publicidad y Relaciones Públicas en España y muy posiblemente en Europa. Jesús, de hecho, es el único licenciado invidente en Publicidad y Relaciones Públicas.
- ¿Sobre qué versa la tesis?
- Se centra en el IBEX-35, teniendo como área de investigación la gestión del capital intangible y la diversidad corporativa de las empresas del IBEX-35.
- Que dicho de otra manera...
- Se traduce en que si incluimos y vemos la diversidad, todo el concepto diversidad, en el entorno corporativo como un activo intangible, es capaz de generar beneficio económico, comunicativo y reputacional a nuestras empresas.
- ¿En parte, por lo que he leído de tu currículum, puede decirse que la tesis se basa en buena parte en tus propias experiencias, no?
- Prácticamente, sí. Tengo dos años y medio de experiencia profesional como becario en empresas norteamericanas, en HP y Dell Computer, así como en Banco Santander, en su área de sostenibilidad. A partir de mi experiencia profesional, además de que me encanta el mundo de la empresa, he querido trasladarlo todo al entorno académico porque creo que debe haber un círculo virtuoso entre academia y empresa.
- En tu exposición en la Jornada sobre Discapacidad has dicho que desde hace un tiempo ya nada te echa atrás. Que te has dado cuenta de que tu paso por la universidad, tu formación académica y tus experiencias, hace que te consideres perfectamente preparado. Cuéntanos cuando no era así.
- Siendo el único estudiante con discapacidad visual a día de hoy que ha estudiado Relaciones Públicas, es complicado hacerte ver y que las empresas puedan confiar en ti. A eso, había que sumar las creencias limitantes que a veces yo tenía de que solo en empresas grandes con políticas de inclusión sólidas es donde yo podía trabajar. Es cierto que gracias a esa filosofía corporativa he podido estar en las multinacionales que he comentado, pero a raíz de todo lo que he aprendido en la Complutense, al tener dos visionarios en materia de accesibilidad, en materia de inclusión, como son María Luisa García Guardia, mi directora de tesis doctoral, y Cristóbal Fernández Muñoz, mi codirector de tesis, ha sido coger esas creencias limitantes, echarlas a un lado y tirar para adelante.
- ¿Por qué Publicidad y Relaciones Públicas?
- Porque disfruto del mundo de la empresa desde pequeño. Yo recuerdo cuando nació el IBEX en el 92. De pequeño me gustaba leer noticias que hablasen de Amancio Ortega, de Bill Gates, que eran como mis iconos empresariales y soñaba con llegar a ese nivel algún día. Y para mí la publicidad y las relaciones públicas era ese camino para poder llegar a ese mundo empresarial que disfruto. Yo siempre digo que no he necesitado estudiar ingeniería informática para poder trabajar en dos empresas de tecnología como HP y Dell; que no he necesitado estudiar ADE para estar en el área de sostenibilidad del Banco Santander. La publicidad y las relaciones públicas me han abierto esas puertas, en las que he disfrutado trabajando.
- Hace un rato, en la Jornada te has mostrado "muy, muy, muy", agradecido a la Complutense y, en especial, a la Oficina de Integración para las Personas con Diversidad. ¿Cuánto exageras? ¿Cuánta parte hay tuya en todo esto?
- Obviamente hay una parte importante que pongo yo, empezando por el pilar de todo lo que yo he hecho a lo largo de mis 31 años, que es mi madre. Cuando yo pierdo la vista mi madre tenía dos opciones, o echarse a llorar o decir qué hay que hacer, hacia dónde hay que tirar. Eligió el segundo camino. Mi madre me dice que lo primero que pensó es que a su hijo nadie le iba a tener lástima y que su hijo iba a salir adelante costase lo que costase. Mi madre me educó y me enseñó a vivir en el mundo visual. Me decía: el mundo no es de los ciegos, el mundo es visual, y tú tienes que adaptarte al mundo visual. De ahí también esa seguridad de estudiar Relaciones Públicas. Yo tengo una memoria visual que mi madre ha ido alimentando después de haber perdido la vista a los 6 años. Pero aunque mi madre tuviese toda la voluntad, toda la energía, toda la fuerza, y yo la inteligencia, la capacidad para estudiar lo que yo quisiese, si no hay una estructura de trabajo, si no hay un apoyo, si no hay una confianza... Todo eso se iba a quedar ahí. Mi agradecimiento simplemente es proporcional a lo que esta universidad me ha dado en estos 11 años, y más no puedo decir. Soy el primer estudiante con discapacidad que ha hecho dos estancias internacionales de investigación a nivel doctorado y, además, en el campo de la comunicación.
- Háblanos del proyecto RISEWISE, que coordina en la UCM el profesor Juan Pavón, gracias al que has hecho tus estancias en el extranjero.
- RISEWISE nace en 2016 como una iniciativa entre 5 países -Turquía, Italia, Portugal, Suecia y España- con el objetivo de conocer cómo es la situación actual de las mujeres con discapacidad en la Unión Europea. Cuando yo sé de este proyecto, escribo a Juan Pavón y le comento. Sé que todos los perfiles que forman parte del proyecto vienen de educación, de sociología, de psicología. ¿Yo vengo del mundo de la publicidad y las relaciones públicas y del mundo corporativo, encaja mi perfil con vosotros? Juan Pavón dijo: claro, porque es un perfil multidisciplinar. A mí me gusto la idea. Acepté la propuesta de investigación, que en una primera etapa fue sobre barreras y recursos accesibles estudiados en otro país, en este caso en la ciudad de Estocolmo, tanto en la ciudad como tal como a nivel educativo y empresarial. Estoy hablando de 2017. Y en 2019 continúo con eso, añadiendo el valor de la inclusión laboral en el entorno corporativo sueco y si el emprendimiento se tiene en cuenta en Suecia como una alternativa profesional para personas con discapacidad. El proyecto para mí, por la dimensión que ha adquirido en sus 3 años que lleva en marcha, yo siempre lo he dicho, va más allá de un proyecto de investigación, de coger una muestra, meter metodología y entregar resultados. Este va mucho más allá porque es multidisciplinar, porque realmente puede aportar una visión clara de la realidad de las personas con discapacidad en general y de las mujeres en particular en Europa, y porque puede a partir de sus resultados aportar y contribuir a mejorar todos los recursos que nos permitan una verdadera inclusión en todos los aspectos sociales.
-¿Supongo que tú has sacado de estas experiencias muchas cosas más, no?
- Yo me quedo tanto con la parte académica y profesional, como con la personal. El haber afrontado una situación como es estar lejos de casa, a 4.000 km, hablando inglés, teniendo que aprender sueco porque si no me pierdo el número de autobús que me lleva a casa... A mí me ha dejado una experiencia personal muy, muy, importante. Tanto que cuando surgió la segunda oportunidad de ir, me dije: yo quiero volver a Estocolmo; algo se me quedó en Estocolmo. Tuve tres meses de experiencias maravillosas en 2016 y otros 3 en 2019.
- Presentas la tesis, concluye la beca... ¿Y ahora qué?
- Yo ya he empezado a ir a entrevistas de trabajo, a enviar mi currículum. Quiero volver al mundo de la empresa. Pero siempre, siempre, siempre, tanto María Luisa como Cristóbal, me motivaron a dar clase, a entrar en el mundo de la docencia. Siempre tendré un pie en el mundo académico. Yo disfrutaré dando clases, seguro. Por la mañana quiero ser director de comunicación de una empresa del IBEX y por las tardes ir a dar clases a la Complutense. Eso me encantaría, sería mi ideal de trabajo.
El profesor Cristóbal Fernández ha permanecido en silencio durante toda la conversación, pero cuando oye las palabras de Jesús agradeciendo lo que han hecho tanto él como su compañera María Luisa García, no puede evitar tomar la palabra. " Jesús es muy valiente y muy tenaz. Siempre cuento la misma anécdota. Le conocí porque se matriculó en una asignatura optativa que yo impartía, que era de vídeo empresarial e institucional. El primer día de clase dije, pero qué alumno más atrevido y más valiente. Así nos conocimos. Podría haber elegido cualquier otra optativa. Es un ejemplo de superación, de decir que no hay límites, que no hay barreras. Yo no le di un trato especial. Lo hemos trabajado todo con mucha naturalidad. La OIPD, con el programa que tiene, hacer una labor maravillosa y Jesús tenía una persona de apoyo que, además, era amiga mía, y una de sus actividades era susurrarle al oído cómo eran las imágenes que iban apareciendo.
- ¿Alguna vez te han acusado de trato de favor, de que te hayan bajado el nivel?
- Siendo sincero, eso me llegó a pasar hasta el instituto, pero ya a nivel universitario es que, como me decía un profesor, por mi forma de hablar, de participar, de expresarme, de cómo expongo mis ideas, he logrado que nunca nadie me haya hablado de ningún tipo de favoritismo. Mis compañeros siempre me respetaron y no hubo ningún tipo de problema.
Vuelve a tomar la palabra el profesor Fernández: "Jesús es supertrabajador, tenaz, valiente y persigue todo hasta que lo consigue. Mírale, no solo va a leer la tesis, sino encima con mención internacional". "En inglés", puntualiza Jesús. "Es un ejemplo para todos -continúa Cristóbal-, para la comunidad estudiantil y también para el sector de la publicidad y las relaciones públicas, un sector en el que la discapacidad ha estado bastante poco representada. Este es el hito; hay en otras muchas titulaciones gente invidente, pero nunca un doctor en esta materia. Y será, seguro, el primer profesor. De hecho ya ha dado asignaturas como "Narrativa hipermedia" para alumnos de Comunicación Audiovisual. "Dar clase es una experiencia fantástica. A día de hoy ya tengo 150 horas de docencia", concluye Jesús.
Volvemos al 28 de noviembre. Jesús acaba de terminar de concluir la presentación de su tesis. El tribunal se reúne para deliberar. Minutos después comunica que Jesús Argumedo Castañeda es el primer doctor invidente en el área de la Comunicación Audiovisual, Publicidad y Relaciones Públicas en España. Su nota es "Sobresaliente". Tras una nueva deliberación, como es preceptivo, el tribunal decide que lo sea con mención cum laude.