El Departamento de Periodismo y Nuevos Medios y la Asociación de Estudiantes de Periodismo Deportivo organizan el I Congreso Deporte y Comunicación, que se celebra los días 12 y 13 de noviembre en el salón de actos de la Facultad de Ciencias de la Información. Recupera así la Facultad unas jornadas específicas sobre periodismo deportivo, tras más de una década desde la última edición del curso Deporte y Comunicación, que durante veinticinco años dirigió de manera ininterrumpida hasta su jubilación Antonio Alcoba. De hecho, el profesor Alcoba será homenajeado en la clausura del Congreso, el miércoles 13 a partir de las 17.30 horas, junto a uno de los grandes del periodismo radiofónico deportivo, José María García.

Mucho más que fútbol

El rector Joaquín Goyache ha sido el encargado de inaugurar esta primera edición de un nuevo Congreso que nace, como resaltó el propio rector, con la vocación de dejar claro que el deporte "no solo es fútbol", y que tanto su práctica como su comunicación son "esenciales para nuestra sociedad". En palabras del presidente de la Asociación de Estudiantes de Periodismo Deportivo, Eduardo Cornago, la intención de estas dos jornadas es promover la reflexión y el aprendizaje sobre una especialidad periodística con la que sueñan en trabajar cientos de estudiantes. De hecho, la AEPD, según informó su presidente, ya aglutina a más de 230 socios. Para Fernando Quirós, el director del Departamento de Periodismo y Nuevos Medios, ha sido esta asociación de estudiantes la principal responsable de que este nuevo congreso se haya convertido en realidad, y ha permitido que no se haya aplicado "el despotismo ilustrado" en el que se suele caer, de hacer las cosas para los alumnos pero sin contar con ellos, y en esta ocasión "hayamos hecho todo por los alumnos y con los alumnos".

La directora de Comunicación del Consejo Superior de Deportes, Sara Martín -quien tuvo unas palabras de agradecimiento a la Facultad de Ciencias de la Información de la UCM, en la que se licenció: "Aquí no sólo aprendí conocimientos. Aprendí a aprender y aprendí a vivir. Y gracias a ella soy hoy quien soy"- destacó en su intervención en la sesión inaugural precisamente el carácter polideportivo del congreso. "Parece que casi todo es fútbol, pero en España existen 60 federaciones deportivas y todas necesitan más visibilidad. Lo que no se ve, no existe. Lo que no existe, no interesa. En lo que no interesa, no se invierte. Y en lo que no se invierte, no crece", señaló Martín, quien no quiso olvidar el auge del deporte femenino. "Ahora por fin estamos descubriendo mujeres deportistas, llenando estadios y consiguiendo récords de audiencia", indicó la directora de comunicación del CSD, advirtiendo, no obstante, de la tendencia que tienen los medios de comunicación de dar mayor relevancia a la vida personal de las deportistas que a sus logros.

El auge del deporte femenino

Precisamente el deporte femenino fue el primero de los temas abordados en el congreso, que en sus dos jornadas ha programado un total de 8 mesas de debate, sobre aspectos de gran actualidad como los e-sports, deporte inclusivo, modelos de periodismo deportivo, deporte y mundo on line, vida y deporte, los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y el uso de la tecnología en el deporte, debate en el que seguro que sí se hablará de fútbol, dada la presencia del presidente del Comité Técnico de Árbitros, Carlos Velasco Carballo, y las polémicas sobre el uso del VAR.

Vero Boquete, considerada la mejor futbolista española de la historia, y no en vano única jugadora de nuestro país en ganar una Champions League, fue la invitada más mediática de esa primera mesa dedicada al deporte femenino, que reunió junto a ella a la periodista de La Sexta, Carlota Reig, y a la vicepresidenta de la Real Federación Española de Fútbol y ex directora general de Deportes del Consejo Superior de Deportes, Ana Muñoz. Vero Boquete fue la primera en responder a las preguntas de la profesora Juana Escabias, quien moderó el debate junto a la estudiante María Aramendi. La futbolista contó cómo cuando con apenas 6 años una norma no la permitía jugar las competiciones con el equipo de los chicos de su barrio, ya se dio cuenta de que "iba a tener que superar más barreras fuera del campo que dentro de él". No obstante, situaciones como aquella y otras muchas que le siguieron por el mero hecho de ser una mujer en un "deporte de hombres", hicieron "que me fuera enfrentando  a ellas cada vez con mayor valentía y rebeldía". Hoy, por suerte, ya no es tan difícil ser jugadora de fútbol en España y poco a poco las condiciones van mejorando, en buena parte por la lucha de las que como ella no lo tuvieron fácil y también por el apoyo y respeto que la sociedad está dando al deporte femenino.

Políticas de normalización

De tratar de normalizar el deporte femenino también sabe bastante Ana Muñoz. Cuenta que cuando llegó al cargo de directora general de Deportes allá por 2015, se dio cuenta de que era la única mujer que ocupaba un puesto de parecida responsabilidad tanto en las administraciones territoriales como en las federaciones deportivas nacionales. "Creo que tan solo había presidentas en las federaciones de Petanca y Vela". Muñoz decidió preguntar a los hombres que ocupaban todos esos puestos que por qué creían que no había mujeres en las directivas. Las respuestas que encontró responsabilizaban a las propias mujeres de este hecho. "No tienen ganas, esto quita mucho tiempo". Como directora general de Deportes propuso al Consejo Superior de Deportes que en su normativa para la concesión de las ayudas económicas a las federaciones en el siguiente año, se incluyera la condición de que solo podían optar a esas ayudas las que tuvieran al menos 3 mujeres (o un 30 por ciento) en sus juntas directivas. "Tan solo la Federación de Fútbol no cumplió la norma. Yo les pregunté: ¿Qué ha pasado? ¿De repente las ha entrado a todas ganas?".

De acuerdo con Ana Muñoz, las decisiones políticas deben buscar eliminar las barreras injustas. Contó otra anécdota. En una reunión con más de 200 directivos deportivos les convino nada más comenzar la sesión a "aceptar dialécticamente" que las mujeres que estaban en las juntas federativas eran "mujeres floreros", que habían sido nombradas con la única finalidad de poder recibir la ayuda económica. En contrapartida les propuso llamar a los hombres presentes "palmeros", ya que en un amplio porcentaje estaban allí por "aplaudir con las orejas" al directivo de turno. Dentro de las decisiones políticas que se han adoptado de manera  positiva en los últimos años, se encuentra, a juicio de Ana Muñoz, promover la entrada de las empresas en el patrocinio del deporte femenino. Se hizo, según contó, "utilizando a la prensa", a la que desde el CSD se la animó a contar la vida de mujeres deportistas. A partir de ahí, las empresas se fueron interesando y vieron que mujeres como Lidia Valentín o Mireia Belmonte, por citar dos ejemplos, podían ser la imagen de sus productos. De acuerdo con Ana Muñoz, esta entrada de patrocinios o de programas como Universo Mujer, está detrás del despegue que está teniendo el deporte femenino en España.

¿Y las periodistas deportivas, están ahí por su atractivo físico o por sus conocimientos? La pregunta se la hizo la profesora Juana Escabias a la periodista Carlota Reig, quien no rehuyó el tema. "Es cierto, creo yo, que hace unos años se elegía a las periodistas más por su físico que por sus méritos, pero hoy ya no ocurre y son contratadas por sus conocimientos y personalidad". De acuerdo con la presentadora de los Deportes de la Sexta hay que agradecer a profesionales como María Escario o Mónica Marchante el camino recorrido para revertir esta situación, aunque sí reconoció, no obstante, que a día de hoy en ocasiones las periodistas deportivas siguen siendo recibidas por la audiencia con ciertas dudas, aunque en pocos días la situación se normaliza. "Desde luego, las periodistas aún lo tenemos más sencillo que las propias deportistas", concluyó Reig, quien no coincidió con Ana Muñoz en que la entrada de patrocinadores en el deporte femenino vaya a aumentar el interés de los medios de comunicación, y más aún a largo plazo.