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Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid

Sábado, 21 de diciembre de 2024

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Dos grandes proyectos de estudiantes, protagonistas en la Facultad de Biológicas

El 16 de octubre el salón de actos de la Facultad de Ciencias Biológicas acogió la presentación de dos iniciativas en los que los estudiantes serán los auténticos protagonistas. Por un lado están los equipos de estudiantes que participarán en el iGEM, la competición internacional creada por el MIT (Massachusetts Institute of Technology), y por el otro la preincubadora Bio, la primera que se crea en una facultad de ciencias, después de las de Económicas y Comercio. El decano de Biológicas, Jesús Pérez Gil, informa de que se han querido reunir las dos presentaciones porque son "proyectos muy novedosos y pioneros para las actividades que se desarrollan en la universidad y que además están muy relacionados entre sí, ya que son buenos ejemplos de cómo podemos dar protagonismo a los estudiantes en su propia formación". Estas iniciativas permiten a "los estudiantes de varios niveles y áreas conectar con profesores de la universidad y de educación secundaria, lo que fomenta las vocaciones a niveles más tempranos".

 

iGEM es el nombre de una competición internacional que no sólo se creó en el MIT, sino que además allí, a Boston, es a donde tienen que viajar los estudiantes que defienden proyectos de investigación de Biología Sintética con un claro componente transnacional. De acuerdo con Cristina Sánchez García, vicedecana de Investigación de la Facultad de Ciencias Biológicas, "en total son unos 6.000 alumnos de todo el mundo que presentan proyectos multidisciplinares, lo que rompe los conceptos obsoletos de los compartimentos estancos".

 

Los proyectos son de alumnos, pero en el caso de nuestra universidad cuentan con el apoyo de colaboradores científicos, fundamentalmente de la Complutense, aunque también los hay de centros ajenos. Sánchez García quiso dar las gracias a "las otras facultades implicadas, que también han sido cruciales en este proyecto, sobre todo por el apoyo económico, y también a la Fundación para el Conocimiento madri+d, porque entre todos han puesto mucho dinero para que esto sea posible".

 

La UCM ya estuvo presente en el concurso en la edición pasada, de donde se trajeron "una medalla de plata y una oferta económica para desarrollar el proyecto, aunque por motivos personales tuvieron que rechazarla", y este año irán con una doble propuesta, una senior y otra junior.

 

El cólera

El equipo UCM senior está formado por doce alumnos y exalumnos de la Complutense, de la Universidad Francisco de Vitoria y de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), todos ellos coordinados por Francisco Javier Quero, exalumno de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UCM. Cuenta con el apoyo de los investigadores Víctor de Lorenzo (Centro Nacional de Biotecnología), Víctor Gonzalez (Instituto Ramón y Cajal de Investigación Sanitaria), Domingo Marquina Díaz (UCM) y Alfonso Rodriguez-Paton (UPM).

 

Francisco Quero, presentó el proyecto Aegis en nombre de todo el equipo, que son "tanto los estudiantes como los representantes de otras universidades y patrocinadores". Explicó el investigador que el marco general del proyecto es continuación del que ya llevaron al MIT el año pasado, centrándose esta vez en el uso de aptámeros, que son cadenas pequeñas de ARN o ADN, para diagnosticar enfermedades en países en desarrollo.

 

Cuenta Quero que el año pasado se dieron cuenta de que esas moléculas funcionan con medios líquidos, pero las que querían detectar estaban en el aire, así que este año han decidido "centrarse en enfermedades acuáticas con un prototipo como el cólera, que el día de mañana se pueda escalar a cualquier otra enfermedad".

 

De acuerdo con el coordinador de Aegis, "el cólera es la principal enfermedad infecciosa del planeta, con unas 140.000 muertes asociadas en todos los continentes del mundo, así que hace falta un sensor que sea fácil de utilizar y barato para diagnosticar a tiempo si hay un brote o para conocer si un agua está contaminada o no". De momento han comenzado a desarrollar una serie de acciones en Camerún, como un acuerdo de colaboración con universidades, científicos y centros de investigación para que se creen grupos de investigadores que permitan la implementación del sensor a través del sistema de salud pública del país.

 

Explica Quero que a nivel biológico hay que saber qué hay que medir y además buscar un marcador de la célula del cólera que se puede detectar en la naturaleza. Aclara que "se usa la biología sintética para crear una quimera celular que se pueda usar en laboratorio para no utilizar cólera, que es infeccioso. Luego con un proceso robótico se crean y se caracterizan aptámeros para poder incluirlos en un sensor que tiene que valer no sólo para detectar una molécula concreta, sino que funcione en un entorno real en países en desarrollo, por ello lo ideal es escuchar a las poblaciones locales de países como Camerún para escuchar cuál es el problema y cómo transmitirles el conocimiento para que ellos puedan desarrollarlo y mejorarlo".

 

El objetivo es fabricar el sensor se quiere hacer en dos formatos, en tiras reactivas o en un sensor electroquímico que es un potenciostato mejorado a partir de un hardware que ya existía, y que cuesta algo menos de 50 euros. El basado en papel parte de la "cromatografía de flujo lateral, sustituyendo los anticuerpos por aptámeros, que son muy fáciles de producir y son muy estables". De momento se ha automatizado el proceso con un sistema de robotización, pero no se han conseguido resultados, así que ahora están en la fase de ver qué no funciona y por qué.

 

Concluye Quero que este proyecto puede ser "un punto de unión entre diferentes universidades de nuestra ciudad para representarla en el concurso y además la interacción entre biólogos e ingenieros es algo complejo, pero da unos resultados increíbles". Por si fuera poco, este año "la familia de equipos de iGEM ha crecido, con un equipo de instituto, uno de los pocos que van a ir a la competición".

 

Tintas sostenibles

El equipo UCM junior está constituido por nueve alumnos del IES Alpajés (Aranjuez) de los itinerarios de Ciencias y Tecnología, coordinados en el instituto por el director del centro, Juan Carlos Cambronero Madrid, y el jefe del Departamento de Ciencias, Javier Medina Domínguez, y en la UCM por los investigadores Mercedes Echaide Torreguitar, del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular de la Facultad de Ciencias Biológicas, y Paolo Natale y Laura Rodríguez Arriaga, del Departamento de Química Física de la Facultad de Ciencias Químicas.

 

Los estudiantes del IES Alpajés, que colabora de manera habitual con la Facultad de Ciencias Biológicas de la UCM, llevan trabajando desde antes del verano en el Proyecto Stain, de innovación, creación y educación. El nombre, como ellos mismos explican, viene de la abreviatura de tinta sostenible, porque "la producción de tintas para impresoras es muy contaminante y además va en cartuchos de plásticos no reutilizables".

 

La idea es del proyecto es desarrollar una tinta utilizando moléculas orgánicas sin residuos que contaminen ni siquiera durante su producción. Explicaron que para producir esas tintas se utilizará la biología sintética, y que han caracterizado el color con espectrofotometría, lo que permite controlar la oxidación midiendo las diferentes longitudes de onda.

 

Para conseguir las tintas biodegradables han utilizado la ruta de las antocianinas (pigmentos hidrosolubles que se encuentran en las células vegetales) y una serie de genes, a través de un sistema de ensamblaje y la creación de un plásmido, que es una pequeña molécula de ADN que se suele encontrar en bacterias. De momento las pruebas les han permitido crear un color anaranjando-amarillo.

 

Aparte de los experimentos en sí, han diseñado una página web, que es una pieza muy importante de la competición, porque a través de ella los jueces valoran el proyecto, y han creado unos materiales didácticos que pueden servir como un apoyo para próximos estudiantes. Informan de que está en proceso de creación un juego interactivo sobre la clonación y que se han hecho dos juegos de mesa, uno de ellos gira en torno a la célula y el otro es una especie de  juego de la oca, pero respondiendo a preguntas que guardan relación con el ADN.

 

Tras la presentación de los dos proyectos, la vicerrectora de Estudiantes, Rosa María de la Fuente, declaró sentirse muy emocionada por "su capacidad de convencer a tantos vicerrectores para conseguir financiación y apoyo, ya que para consolidar los caminos emprendidos es fundamental que la producción del conocimiento sea colaborativa". El vicerrector de Tecnología y Sostenibilidad, Jorge Gómez Sanz, consideró también el iGEM es una iniciativa excelente y confesó que a pocas personas se les ocurren este tipo de ideas mientras están estudiando en el instituto, lo que demuestra que estos jóvenes tienen "tanto iniciativa como talento".

 

Aseguró Gómez Sanz que "en la UCM queremos este tipo de actitud, y el hecho de llegar ya está muy bien, así que los estudiantes pueden estar orgullosos de lo que han realizado hasta aquí, sobre todo teniendo en cuenta que esto es sólo el principio y que les queda toda la vida por delante". 

 

La preincubadora

La vicerrectora de Investigación y Transferencia, Margarita San Andrés, presentó tanto los proyectos que irán al MIT como la preincubadora BIO. Asegura la vicerrectora que "más allá de lo aprendido académicamente también es un aprendizaje de vida, hay que aprender, sin caer en el desánimo, seguir levantándose, seguir luchando para conseguir los objetivos...". Considera que "es una aventura extraordinaria, abrir una ventana a un mundo, así que no importa el éxito ulterior, porque ya han logrado uno, que es el haber alimentado a una segunda idea, que es la preincubadora BIO".

 

La vicerrectora de Empleabilidad y Emprendimiento, Concepción García Gómez, también consideró que la presentación de esta preincubadora, la primera que se crea en una facultad de ciencias en la UCM, "es algo muy especial porque abre un camino muy interesante para los estudiantes". El decano Jesús Pérez Gil, informa de que la preincubadora de ideas y empresas está dirigida a estudiantes de grado,  y "lo importante ahora es ver la motivación, el interés y las ideas de los estudiantes, se puede considerar un experimento para mostrar que la universidad no es sólo clases y prácticas de laboratorio, sino también conexión con el mundo exterior profesional".

 

Pérez Gil asegura que desde la Facultad están convencidos de que este tipo de proyectos son los que "tienen que ir modelizando la universidad hacia una forma más moderna, de más futuro y más conectada con la sociedad, porque además son proyectos de aprendizaje para profesores, investigadores y todos los que necesitan transmitir ese conocimiento a la sociedad, que eso luego se manifieste en forma de nuevas empresas y en contactos con otras áreas dependerá de que salgamos de la zona de confort que conforma el binomio laboratorio-clase".

 

Paloma Bel Durán, directora de Compluemprende, considera que esta preincubadora permite "poner un nuevo ladrillo en el proyecto de generar riqueza y transmitir el conocimiento a la sociedad", mientras que la vicedecana de Estudiantes y Proyección Profesional de Biológicas, María Beatriz Pías, opina que "es una iniciativa que materializa y da entidad formal a algo que ya existía en la Facultad, un movimiento emprendedor que ya había dado sus frutos con premios de alumnos y profesores".

 

Ahora, la preincubadora dará una entidad formal y apoyo a los equipos, se sacará una convocatoria para los alumnos de la Facultad que quieran formar parte de esos equipos, se seleccionarán hasta cinco proyectos que tendrán la posibilidad de utilizar un espacio físico que servirá de lugar de reunión para que los equipos interaccionen entre ellos y desarrollen su actividad. Al mismo tiempo, la Facultad "dará mucha importancia a la involucración de los diferentes Departamentos para que se puedan usar, en la medida de lo posible, su infraestructura y materiales. Es difícil conseguir el material, el tiempo... así que gracias a todos los que prestarán su apoyo para dar contenido a este proyecto".

 

Se quiere que esta preincubadora sirva de conexión para que se junten los equipos que se presenten a las incubadoras, y gracias a Compluemprende que formen parte de una red de incubadoras. De hecho Bel Durán considera que "uno de los retos más importantes es que entre todos podamos sumar, porque no se llega a todos los rincones, y para eso hace falta apostar desde los diferentes centros, desde el punto de vista institucional y también desde el profesorado porque ellos son quienes son capaces de captar las posibilidades y el talento".

 

En ese afán de sumar, desde Compluemprende se propusieron coordinar todas las iniciativas que se desarrollan en los centros, creando una red de "embajadores" que son profesores dedicados al emprendimiento en todas y cada una de las áreas. Al final, como considera la directora de Compluemprende, "la mejor manera para canalizar y ordenar esa riqueza es a través de las preincubadoras, a las que pronto se sumará una cuarta en Ciencias de la Información".

 

Concluye Bel Durán que "la idea no es diseminar, sino crear una red que nos permita utilizar todos los recursos y de ahí pasar a la incubación, que se podrá desarrollar en el Centro de Emprendimiento, que abrirá sus puertas el 31 de octubre, con la idea de que participen de manera interdisciplinar aquellos alumnos con interés en el emprendimiento".

El 16 de octubre el salón de actos de la Facultad de Ciencias Biológicas acogió la presentación de dos iniciativas en los que los estudiantes serán los auténticos protagonistas: los equipos que participarán en el iGEM y la preincubadora BioEl equipo senior de la UCM presenta el proyecto Aegis que llevarán al concurso del MITJesús Pérez Gil, Margarita San Andrés, Concepción García Gómez y Jorge Gómez SanzEl equipo junior de la UCM llevará al concurso un proyecto sobre tintas biológicasMiembros del grupo senior de la UCM  que se presenta al concurso del MITLa profesora Mercedes Echaide Torreguitar con parte del grupo junior de la UCM que irá al concurso del MIT
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