"Lo primero que tengo que decir es que el cambio del papel de las mujeres en España en los últimos 40 años es tan formidable que vosotras no os podéis hacer una idea, pero yo sí, que tengo 70 años". Victoria Prego inicia así su charla en "Desayunos de mujeres líderes con potenciales lideresas complutenses", la iniciativa del Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI) y el Consejo Social de la UCM, que ya va camino de alcanzar sus primeros dos años de existencia y que persigue reunir durante una "charla y un desayuno" a una mujer de "éxito" con alumnas de grado y posgrado de las diversas Facultades. Media hora después, Prego -"la gran periodista de la Transición española", como la presenta la directora del ICEI, Isabel Álvarez- finaliza su charla con un mensaje claro para las dos decenas de estudiantes que la han escuchado: "Tenéis una tarea: conseguir la igualdad en la vida real. Tampoco es tan difícil, pero no podéis caer en el conformismo".
En la media hora que transcurre entre su primer mensaje y el último "la periodista de la Transición" lleva a las alumnas de aquella España en la que ella creció, aquella en la que una mujer casada no podía ni contratar el agua o la luz y si era infiel podía ser encausada legalmente, a la actual en el que las mujeres tienen todas las herramientas para ser lo que ellas quieran ser. "No hay obstáculos que se vea insalvable. La vía está abierta", espeta la actual presidenta de la Asociación de la Prensa de Madrid. Este espectacular tránsito, según defiende Prego, es fruto también de la Transición y de los cambios legislativos que situaron a España a la cabeza de la igualdad formal entre hombres y mujeres. "El problema es que la realidad desmentía taxativamente a la ley. En la ley éramos iguales, sí, pero no en la vida".
Lograr que la igualdad llegue al día a día, a lo cotidiano y a lo profesional, es la tarea que Victoria Prego pone a las jóvenes mujeres que comienzan ahora a trazar su camino. Una de las áreas en las que más hay que avanzar es en las tareas de casa. A juicio de la periodista, aún hoy los hombres se conforman interesadamente en limitar su papel al de ayudante, y eso en buena medida es culpa de las propias mujeres, que se siguen reservando el papel predominante en las casas. "Tenéis que dar un paso atrás en casa. Hay que reconocer a los hombres las mismas capacidades que a las mujeres en la vida personal, para así poder reclamarles la misma responsabilidad".
De acuerdo con Prego, si se recorre ese camino en las propias casas, luego será más sencillo avanzar en el que lleve a la igualdad en la vida profesional. "Los hombres comprenderán que son iguales que las mujeres, y ellas tendrán libertad para ser lo que quieran ser en sus profesiones y aspirar a los puestos superiores". Según confesó, y aunque ella jamás dice haberse sentido minusvalorada o perjudicada en su profesión por el hecho de ser mujer, sí que de manera voluntaria renunció a dirigir "un importante periódico", porque "no quería renunciar a mis hijos, a mi familia, a mi vida. A Sol Gallego [Soledad Gallego-Díaz, directora de El País desde el pasado año] cuando la nombraron la envía una nota dándole la enhorabuena y diciéndola: Eres una insensata".
Ese camino hacia la igualdad en la vida real que Prego encarga alcanzar a las nuevas generaciones de mujeres, "tampoco va a ser tan difícil". A juicio de la periodista, lo realmente complicado fue lograr la igualdad jurídica, "lo que queda quizá sí sea más pesado porque tiene que ser más constante y duradero, pero las tres cuartas partes de la carrera ya están realizadas. Os falta esa cuarta parte final. Seguro que lo conseguiréis", concluyó Victoria Prego, antes de ir a desayunar con la veintena de alumnas que la escucharon.
