Judit Ruiz Lázaro y Coral González Barbera, son, respectivamente, investigadora y profesora del Departamento de Investigación y Psicología en Educación. Ellas son las autoras del artículo Análisis de la prueba de Lengua Castellana y Literatura que da acceso a la Universidad: comparación entre las comunidades autónomas, publicado en Bordón. Revista de Pedagogía, que se ha hecho con el VIII Premio José Manuel Esteve. González Barbera, también vicedecana de Ordenación Académica de la Facultad de Educación, recuerda que galardón premia investigadores vinculadas con la docencia y las ciencias sociales, un campo que reivindica, porque "también se hacen grandes trabajos con mucho esfuerzo, aunque el tipo de investigación y de certeza sea distinto al de la ciencia experimental".
EvAU es el acrónimo de la Evaluación para el Acceso a la Universidad y es el procedimiento que ha sustituido a la conocida como selectividad y es, por tanto, la prueba que facilita el acceso a las universidades públicas. La investigación ganadora del Premio José Manuel Esteve forma parte de la tesis doctoral que está realizando Judit Ruiz, codirigida por Coral González y José Luis Gaviria, y que consiste en "un análisis comparado en profundidad de las pruebas que se utilizan en España para acceder a la universidad".
González Barbera asegura que aunque estas pruebas han ido cambiando de nombre, "tienen algo en común desde hace muchos años, y es que las pruebas son diferentes en función de la comunidad autónoma en la que te presentes". Eso produce una paradoja, porque luego, "con la calificación que obtengas puedes entrar a cualquier universidad pública de toda España".
Ese momento equilibra todos los resultados, pero según las dos autoras del trabajo "esa nota se obtiene con métodos diferentes, es como si uno midiera con centímetros y otro con decámetros, y al final se unificasen los resultados". La preocupación de este equipo de investigación de la Facultad de Educación, a la hora de realizar este estudio, tiene que ver con hacer más rigurosa tanto la investigación como la evaluación en Educación.
Lengua España
La tesis se está centrando en las tres pruebas que hacen todos los estudiantes, independientemente del itinerario que hayan hecho en el bachillerato: Lengua Española, Inglés e Historia de España. El artículo premiado tiene que ver solamente con el examen de Lengua, y en él se hace una comparativa de cómo es la prueba en todas las comunidades autónomas y cómo eso se relaciona con los resultados que se obtienen. La conclusión es casi evidente: "al final la prueba más fácil resulta que es la que obtiene una nota mucho más alta".
Explica Ruiz Lázaro que la prueba se tiene que adecuar al contenido de segundo de bachillerat, "en el caso concreto de la asignatura de Lengua Española el examen debe estar dividido en tres bloques: comprensión lectora, donde aparece un texto y una serie de preguntas en algunas comunidades autónomas, mientras que en otras no aparecen esas preguntas, sólo hay un comentario de texto; el segundo bloque es el análisis de la lengua, en el que aparecen ejercicios de morfología y de sintaxis, y un último bloque que es Literatura".
Al estudiar todas las comunidades autónomas se ha visto que hay tres que no evalúan los tres bloques, y de ellas Canarias es la única que sólo evalúa uno, en concreto "el primer bloque, a partir de un texto se les pide hacer un comentario crítico libre, y eso son los diez punto, con lo que ni siquiera se está adecuando la prueba al currículo de bachillerato". En el promedio final, Canarias obtiene algo más de un 7 y el resto de comunidades no llegan a esa nota.
Divergencias
Tanto Ruiz Lázaro como González Barbera destacan que no hay unicidad en las pruebas, ya que cada comunidad crea una comisión que decide cómo va a ser. Señalan que "es cierto que con la EVAU se ha creado una matriz de especificaciones con un peso orientativo de cómo deben ser las pruebas en toda España, pero sólo es eso, orientativo, así que no en algunos casos no se ajustan a lo aprendido en el bachillerato".
Como ya se ha mencionado, la tesis de Ruiz Lázaro va a integrar también las otras dos pruebas comunes y con enfoques diferentes, porque "por ejemplo en el tema de la Historia de España hay divergencias importantes, que vienen ya del propio itinerario del bachillerato, y parecen varias Historias, dependiendo de donde se estudien".
También en Inglés, por ejemplo con el crecimiento de los colegios bilingües se han creado diferencias, y las investigadoras se van a preguntas si la prueba está midiendo el inglés al nivel del marco europeo que dice medir y si en todas las comunidades serían capaces de obtener el B2, que se presupone tras los estudios de bachillerato.
La idea de todos estos estudios es "ser con estas pruebas, y eso forma parte de la línea de investigación del equipo de Medida y Evaluación de los Sistemas Educativos", que lleva años trabajando sobre ello, bajo la actual dirección de la profesora María Castro, vicerrectora de Calidad.
Muchas de las investigaciones de este grupo se hacen en países como México porque "allí hay centralización de la evaluación, que será mejor o peor, pero al menos tiene una única prueba con un rasero común para trabajar en evaluación". También las han llamado a veces para hacer estudios puramente técnicos, de asesoramiento, a la Comunidad de Madrid, el País Vasco e incluso en Estados Unidos.
González Barbera asevera que a veces esos trabajos se implementan e incluso acaban siendo reconocidos como en el caso actual que está dotado con 3.000 euros para dividir entre la autoras, pero en ella ha renunciado a su parte para dárselo a Judit Ruiz, "que es la artífice, la que realmente se lo merece".
