Tribuna Complutense

"Just do it, then do it again" Y lo hicieron. Como aseguraban en sus camisetas encargadas para la ocasión, el Club Deportivo de Farmacia lo ha vuelto a hacer y se ha proclamado campeón de los Trofeos Rector y Alfonso XIII. El primero, el que se concede al club de Facultad que mejores resultados alcanza en las ligas internas de la UCM, es el undécimo en los últimos doce años, mientras que el segundo, el que premia al mejor club de la competición que mezcla equipos de facultades y colegios mayores, es el décimo en ese mismo periodo de tiempo. ¿Qué cuál es su secreto? Ellos dicen que sucede simplemente porque se lo pasan bien. Vista la fiesta en la que convierten cada año las finales del Alfonso XIII y la posterior entrega de trofeos, no hay duda de que deben de tener razón.

El día de las finales del Alfonso XIII es, sin duda, la gran fiesta anual del deporte Complutense. A eso de la una del mediodía los equipos comienzan a llegar a las instalaciones deportivas de la zona Sur para jugar los partidos por los terceros y cuartos puestos y las finales de nueve de los diez deportes en los que se disputan las competiciones: baloncesto, fútbol sala, rugby y voleibol masculinos y femeninos, y balonmano masculino. Los partidos del décimo deporte, fútbol masculino, se juegan desde este año en el campo de hierba artificial de las instalaciones de la zona Norte. Por allí también hay algunos espectadores, divididos entre los que animan a Ciencias de la Información y quienes prefieren la victoria de Matemáticas. Son ya más de las cuatro de la tarde cuando el árbitro pita el final del partido con victoria de los de Ciencias de la Información por 3 a 2. Todo un partidazo.

A primera hora de la tarde ya son más de un millar de estudiantes, entre jugadores y compañeros, los que brindan en la zona Sur un ambiente único a la jornada. Unos ocupan la ladera que da al campo de rugby, mientras que otros se van desplazando hacia las diferentes pistas en las que se juegan los partidos. Ignacio, el capitán del equipo de fútbol sala de Farmacia, es uno de estos. Este año su equipo no se ha clasificado para las finales, pero "no pasa nada, aquí estamos para animar a los demás", cuenta mientras golpea un bombo como si no hubiera un mañana. "Lo mejor de este club -cuenta en un breve descanso que se toma- es el ambiente que hay. Nos lo pasamos genial y eso se nota en los resultados".

A Jorge Cuesta, el presidente del Club de Farmacia, le encontramos un rato después de jugar la final de voleibol, en la que se ha impuesto el equipo de Psicología. Jorge ya está integrado en la fiesta que sus compañeros no están dispuestos a permitir que acabe a ninguna hora razonable. Nos cuenta que este año le ha tocado ser el presidente, dentro del orden rotativo que tienen establecido entre las alrededor de 10 personas que forman parte de la junta directiva. "El año que viene le toca a mi amiga Patri", explica casi con alivio. Jorge se quita de cualquier mérito individual en la conquista de este nuevo doblete. "Yo la verdad es que no he hecho nada. Esto ya funciona muy rodado desde hace años y basta casi con no estropearlo". Tan bien va todo que hasta desde el curso pasado tienen un patrocinador que les ayuda a pagar las equipaciones. "Yo soy GOFIR", lucen en sus camisetas en referencia a una academia que ayuda a preparar los exámenes para farmacéutico residente. No son el único equipo patrocinado. El de baloncesto de Matemáticas también luce publicidad de Meyte!, una empresa informática. El deporte universitario cada vez interesa más, está claro.

Para Jorge, las claves del éxito de Farmacia, son el buen ambiente, las ganas de pasarlo bien y, bueno, una organización que permite implicar a más de 200 estudiantes de la Facultad para que formen parte de los equipos y rara vez falten a alguno de los muchísimos partidos que se disputan desde que comienza la temporada allá por comienzos del mes de noviembre hasta este 10 de mayo. Cada comienzo de curso pasan por las clases de primero y organizan sesiones informativas. Allí explican que quien quiera puede participar, que tienen equipos inscritos en todos los deportes-salvo este año en baloncesto femenino- y que aunque les gusta ganar, y casi siempre lo hacen, lo importante para ellos es la experiencia inolvidable que se llevarán de su paso por el Club.

Por las Instalaciones de la Zona Sur también está el equipo de trabajadores de la universidad que organiza cada año las competiciones deportivas internas de la UCM. Ellos son los responsables de que más de 5.000 estudiantes -y algún que otro profesor y personal de administración y servicios- puedan jugar estos torneos a lo largo del curso. Ángeles González, Nines, como todos la conocemos, se encarga como siempre de que todo funcione. Nos recuerda que hoy se cumple la trigésima edición del Alfonso XIII, y que el primer club ganador fue Ciencias de la Información, el siguiente Físicas y después Económicas. Lo explica dando vueltas a la gran copa que hoy ha sacado de las oficinas de la Unidad de Gestión de Actividades Deportivas, a la que cada año se agrega una pequeña placa con el nombre del club ganador. Nines es la memoria viva de estos trofeos y, quizá por eso, hoy no está del todo contenta. "Han faltado muchísimos equipos de colegios mayores. No puedo entenderlo", nos dice. La verdad es que mirando el cuadro de resultados nos damos cuenta de que de los 18 citados para jugar, tan solo se han presentado 3: Mendel, Chaminade y, como no, el Ximénez de Cisneros, que como es tradición no ha dado opción a su rival en la final de rugby masculino que ha puesto el punto y final a la jornada competitiva.

Acabados los partidos es la hora de recibir los trofeos. El rector Carlos Andradas y, por supuesto, la vicerrectora de Extensión Universitaria, Cultura y Deporte, María Nagore, no han querido dejar de felicitar a los competidores. Por el palco de La Central -nombre que se da al campo de rugby de la zona Sur- van pasando los equipos. Muchas facultades están representadas: Bellas Artes, Psicología, Ciencias de la Información, Derecho, Geológicas, Veterinaria, Geografía e Historia... Pero allí están una y otra vez ellos y ellas, los de la botica. "Yooo te quiero dar, algoo de corazón: sentimiento boticaaaaario, el morado es tu color", braman con sus camisetas blancas encargadas para la ocasión. "Just do it, then do it again". Pues sí, lo han hecho otra vez.