"La corrupción tiene solución". Este es el primer mensaje que han querido transmitir, aún con diversos matices, los participantes en la inauguración de las Jornadas #NoMásCorrupción, que se celebran del 27 al 30 de noviembre en el salón de actos de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense. La corrupción es la principal lacra que sufren las democracias, pero se puede luchar contra ella como está demostrando "gente que está consiguiendo cosas increíbles", afirmó Lara Carrasco, presidenta de Corruptil, organización sin ánimo de lucro que organiza las jornadas en colaboración con el diario El Plural, la Fundación Hay Derecho, la plataforma de participación Quorum, el Observatorio de Responsabilidad Social Corporativa y la propia UCM. Una de esas personas "increíbles" que ha demostrado que se puede luchar contra la corrupción es, sin duda, Herve Falciani, presente en la inauguración y en la primera mesa de las Jornadas.
Herve Falciani
Para Herve Falciani tan importante es cercar a corruptos y corrompidos como actuar contra los intermediarios, "bancos y offshores, que tienen un papel muy importante en el proceso de corrupción". También animó Falciani a no pararse en esa lucha en el cómo, es decir en la corrupción, y llegar también al por qué, que no es otro que el fraude. "El fraude -recalcó Falciani- es el motivo de la corrupción; es el nervio de la guerra". Según explicó, en pos del fraude, de la codicia, se han desarrollado mecanismos sofisticados, algunos muy elegantes, prácticamente artísticos, que hay que desenmascarar.
Ley Integral contra la Corrupción y educación
El objetivo de estas Jornadas es aportar ideas y contenidos a la propuesta de Ley Integral contra la Corrupción Política que Corruptil quiere presentar en unos meses en el Congreso de los Diputados. Son muchos los aspectos, como aseguró Lara Carrasco, en los que hay que trabajar para acabar con la corrupción y uno de ellos, quizá el más importante a largo plazo, es la educación. Es aquí, como recordó el rector de la UCM, Carlos Andradas, donde entra en juego la Universidad, "que no puede permanecer al margen de este problema". El rector recordó que aunque se suela escuchar que la corrupción es un problema que afecta a todos los países, no en todos ellos se da de igual manera. En nuestro país, por desgracia, la corrupción se ha manifestado de múltiples formas: cobro de comisiones, fraudes en expedientes y contrataciones, prevaricación, cohecho, tráfico de influencias... "Y eso solo es la punta del iceberg". Para Andradas lo positivo es que esta "disfunción tiene solución" y entre todos hay que trabajar para alcanzarla. Como ejemplo, el rector señaló el caso de Singapur, que a comienzos de los años 50 era uno de los lugares más corruptos del mundo y que tan solo una generación después pasó a estar considerado uno de los más limpios. La transformación se alcanzó reconociendo el problema y tomando medidas como la subida de los sueldos de los funcionarios y el endurecimiento de las penas por corrupción.
Endurecimiento de las penas
Para el abogado Mariano Benítez de Lugo, un histórico en la lucha contra la corrupción, como le presentó Lara Carrasco, personado en los casos Gurtel o Fondos Buitre, con la corrupción puede acabarse, aunque no va a ser sencillo. "Soy bastante más pesimista que quienes han hablado antes sobre la extirpación de esta lacra", señaló. De acuerdo con Benítez de Lugo, en España hay una "cleptocracia" instaurada, cuya única preocupación a día de hoy es evitar que les descubran. "La única solución que tenemos es mejorar los sistemas de sanción contra los cleptócratas o corruptos. No bastan los grandes discursos -aseguró- sin acompañarlos de las adecuadas sanciones y también ver el papel que tienen los jueces, en concreto los jueces-amigos, a quienes los corruptos saben utilizar de forma sutil cuando lo necesitan", concluyó el abogado, citando el caso Ausbank como paradigma de sus palabras.
"No lo queremos tolerar"
En la inauguración de las jornadas también participó Elisa de la Nuez, presidenta de la Fundación Hay Derecho, surgida hace tres años para apoyar a quienes se atreven a denunciar la corrupción, jugándose muchas veces "su carrera profesional y su vida personal por todos nosotros". De la Nuez señaló que la presión de la sociedad civil ha conseguido que se lleven a cabo numerosos avances, como la proposición de ley de defensa de los denunciantes de la corrupción aprobada por todos los grupos parlamentarios, "aunque algunos no estuvieran a favor, pero que no se atrevieron a soportar el precio de la opinión pública que les hubiera supuesto votar en contra". Si esa presión social continúa, "si seguimos diciendo que no lo queremos tolerar", De la Nuez está convencida que se seguirá avanzando en esta lucha y se conseguirá sacar adelante la pretendida Ley Integral contra la Corrupción Política.
Problema de todos
La directora de El Plural, Angélica Rubio, puso el acento en que la corrupción no es solo un problema de los políticos, "sino de toda la sociedad". A su juicio, son los comportamientos que muchos consideran que no tienen importancia, "pero que sí la tienen", las que han extendido e incluso en cierto modo justificado la corrupción. La conciencia cívica y el compromiso de todos son la única posibilidad de dar la vuelta a la situación. Y, como afirmó Elisa de la Nuez, son las personas jóvenes, que en su mayoría ya no compran esas actitudes, los que ya no toleran "el famoso con IVA o sin IVA", las que más van a ayudar, aportando nuevas propuestas e ideas.