Frente a un grupo de estudiantes de bachillerato que asisten a un taller sobre la relatividad general, José Manuel Pingarrón, vicerrector de Transferencia del Conocimiento y Emprendimiento de la Complutense, declara su pasión por la ciencia y confía en que de entre los asistentes surjan muchas vocaciones científicas. El taller es una de las 260 actividades que ha programado la UCM para esta edición de la Semana de la Ciencia, que en nuestra comunidad autónoma se celebra bajo el lema "Madrid vive la Ciencia", y que en esta edición tiene dos compromisos fundamentales: la ciencia inclusiva y la importancia de desarrollar un turismo sostenible. Y, por supuesto, acercar la ciencia de la manera más divulgativa posible a la sociedad, y como apunta Pingarrón, fomentar el interés por la investigación, "ya que hacen falta científicos para el país".
El vicerrector de Transferencia del Conocimiento y Emprendimiento anima además a los jóvenes a que se matriculen en la Complutense, una Universidad con muchísima experiencia y con una gran capacidad investigadora. Como muestra de esa cualidad de la UCM, sirvan los tres talleres que ha visitado el propio vicerrector en la Facultad de Físicas el día que ha arrancado esta Semana que se extenderá hasta el 19 de noviembre.
La primera de esas actividades se ha celebrado en el CAI de Técnicas Físicas, donde Rosa Cimas y Pablo Fernández, dos de los técnicos de este Centro, explican cómo se aísla el vacío y qué utilidades tiene.
En ese CAI se realizan implantaciones iónicas con los que fabricar microchips, y para hacerlas es fundamental trabajar en el vacío. Un concepto que ha ido variando a lo largo de los tiempos y que, como explicaron los técnicos, incluso se ha entendido de manera distinta en Oriente y en Occidente.
En el laboratorio se imitaron, a pequeña escala, algunos de los experimentos clásicos, como el que dio origen al barómetro, realizado por Torricelli, o el de las semiesferas unidas por el vacío de Otto von Gericke. Eso sí, este último realizado con un pequeño artefacto, elaborado en el CAI de Talleres, en el que dos voluntarios tuvieron que ejercen 38 kilos de presión para poder separarlo.
Tras esa visita, el vicerrector pasó al taller de relatividad general, donde, debido a la asistencia de un numeroso público, bromeó en que es un tema que está de moda gracias a la serie Big Band Theory. Esta actividad, coordinada por José Alberto Ruiz Cembranos, se imparte en los seminarios y laboratorios del Departamento de Física Teórica I y II de la Facultad de Físicas.
La tercera iniciativa que visitó el vicerrector fue una con el sugerente título de Cómo usar tu móvil para ver lo invisible, que se ha celebrado en el laboratorio de Física Nuclear, recién estrenado.
El título de este taller realmente se queda bastante corto, porque aparte de usar el móvil como detector de radioactividad o de ultrasonidos (ya que son capaces de captar los que el oído humano no escucha en torno a los 22 Khz de frecuencia), la actividad permite ver cómo funciona una cámara de niebla a la hora de detectar electrones y partículas alfa, e incluso ver como un simple plátano (gracia a su potasio 40 y su carbono 14) sirve como indicador de bajos niveles de radiactividad.
Y, por supuesto, con una explicación de cómo estos asuntos que pueden parecer mero entretenimiento, tienen aplicaciones en campos tan relevantes como la lucha contra el cáncer. Porque si algo enseña la Semana de la Ciencia es que la investigación no tiene que ser aburrida para ser tremendamente útil.