Del 18 al 29 de septiembre la Facultad de Ciencias Químicas ha acogido el curso de formación continua "Iniciación a la enología y cata de vinos". Su director ha sido el profesor de Química Inorgánica José Luis Priego, en la actualidad vicedecano de Grado y Planificación Docente. " Yo soy muy aficionado al mundo del vino -cuenta el profesor Priego-; voy a muchas catas, a muchas bodegas, a muchos encuentros. Incluso mi abuelo hacía vino en Extremadura. Hacía vino de pitarra, no de calidad. El caso es que vi que no había nada en la Complutense relacionado con el mundo del vino y creí que podía aunar mi afición con mi profesión", cuenta el profesor Priego pocos días después de concluir el curso, que no solo cubrió las 25 plazas que ofertaba sino que incluso ya tiene lista de espera abierta para su segunda edición. "La idea es seguir e incluso, si es posible, ir a más". El objetivo final es dar a conocer el mundo del vino a la gente joven. "Hasta hace unos años el vino era como una cosa de gente mayor. Ahora, poco a poco, va estando más de moda entre la cultura más joven, más moderna. Esto está beneficiando, pero aún así somos de los países más productores, el que menos consumimos con mucha diferencia".

El reto del profesor Priego cuando se decidió a tratar de organizar un curso sobre el mundo del vino en su Universidad, era darle peso académico. Para ello contactó con varios profesores de las Facultades de Biológicas, Veterinaria o la suya misma. "Cuando les conté el proyecto nadie me dijo que no". El resultado fue un programa "muy lineal. Comenzamos con una breve introducción sobre historia del vino y denominaciones de origen. Luego pasamos a ver los suelos, los viñedos; el proceso del ciclo de la vid, y se hizo una visita a la finca El Encín, en Alcalá de Henares, donde vimos los distintos tipos de variedades de uva. Esta es la segunda finca con más variedades de uva del mundo. Seguimos con lo que es el proceso de vinificación, levadura, cómo se realiza un vino tinto y un blanco; envases, los corchos y el vidrio, con una charla y demostración de cómo se maneja el vidrio. La parte teórica la terminamos con las propiedades organolépticas, los sentidos y el vino. Hicimos una visita a la Bodega El Regajal, en Aranjuez, para que vieran in situ qué es una bodega, tras todos los conocimientos aprendidos, y luego ya terminamos con la parte más lúdica, con las dos catas finales", concluye la enumeración el profesor Priego, quien no quiere olvida junto a Bodega El Regajal, la ayuda que han prestado al curso la distribuidora Monteplata, y los grupos Rioja Alta y Dominio de la Vega.

El perfil del alumnado ha sido de gente muy interesada en el mundo del vino. Han asistido desde un sumiller, interesado en aprender sobre aspectos más tecnológicos del mundo del vino, a gente muy motivada por saber más, hasta profesores universitarios de Alcalá, Politécnica y UCM, e incluso un par de estudiantes de Biología y de Químicas. "Por ejemplo, este estudiante de cuarto de Químicas que ha hecho el curso, está realizando las prácticas en empresa en una bodega en Castilla La Mancha, y quizá pueda orientar su futuro profesional en este campo", señala el profesor Priego.

Y es que el mundo del vino, como señala el propio profesor Priego, "ha cambiado una barbaridad. Se ha tecnificado muchísimo. Antes, recuerdo que cuando iba a visitar una bodega, me decían: este vino no tiene química. No les decías nada por educación, pero yo pensaba: sin química no hay vino, cómo van a transformar los azúcares en alcohol sin química. Otra cosa es que no tenga muchos productos añadidos, pero que no tenga química... Faltaba muchas veces esa formación científica y tecnológica dentro del propio mundo del vino. Ahora cualquier bodega tiene un enólogo, unos tanques de conservación, un proceso de enfriamiento, un control de las fermentaciones... Y todo combinado con una parte artesanal que lo hace muy interesante".

Al profesor Priego le gustaría ir tras este primer curso un poco más allá. Quizá marcarse el objetivo de crear aquí una titulación de enología como ya existe en las universidades de La Rioja y Cádiz quede un poco lejos, pero sí "podemos hacer muchas más cosas. Estaría bien que la UCM se posicionase en este tipo de actividades". Para empezar, Priego ya ha cerrado un acuerdo con la Denominación de Origen La Mancha para celebrar una jornada y media dirigida a que los estudiantes de su Facultad conozcan este mundo. "También estamos viendo la posibilidad de hacer un curso de verano y de establecer alguna colaboración con el Máster de Dietética y Nutrición para introducir algo en su programa sobre el vino", concluye Priego.