El Instituto Complutense de Estudios Internacionales (ICEI) y las instituciones europeas (Parlamento y Comisión Europea) han organizado este lunes 2 de octubre el seminario "El futuro de la Unión Europea", en el que han participado, entre otros, el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Jorge Toledo; el ex presidente del Parlamento Europeo, José María Gil Robles; la ex vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding, y representantes de los principales partidos políticos españoles, así como académicos y expertos en la materia. Todas las intervenciones han dejado una misma sensación: tras algo más de un lustro de "crisis existencial", como llegó a tildar hace apenas un año el presidente de la Comisión, Jean-Claude Junker, el futuro de la Unión Europea vuelve a verse con optimismo.
¿Qué ha cambiado para que Juncker haya modificado sus discursos sobre el estado de la Unión de manera casi absoluta en el plazo de un solo año? La respuesta es prácticamente unánime: Macron. El nuevo presidente francés ha ilusionado al europeísmo y tras derrotar a la ultraderecista Le Pen con un mensaje integrador, ahora ha dado un paso más marcando un objetivo durante una década casi olvidado: dar soberanía a la Unión Europea. De acuerdo con Ramón Jáuregui, eurodiputado socialista, Macron se "ha ganado ser el motor del futuro de la Unión Europea".
El secretario de Estado de Asuntos Europeos, Jorge Toledo, y también el representante del Partido Popular en el seminario, Eugenio Nasarre, en la actualidad presidente del Consejo Federal Español del Movimiento Europeo, afirman que el gobierno español se encuentra cómodo en este nuevo contexto. Ha llegado el momento de "ponernos a construir Europa", afirma Toledo, defendiendo que no hay que hacerlo por "buenismo", sino porque hacer más Europa siempre ha resultado a lo largo de la historia positivo y económicamente rentable para los que lo han hecho.
El mensaje de Macron, incluido en un reciente discurso en la Universidad de La Sorbona, que ha marcado un antes y un después para el futuro de la Unión, sumado a la señalada intervención de Juncker en el debate sobre el estado de la Unión, han hecho que el Libro Blanco elaborado por la Comisión hace poco más de un año prácticamente haya pasado a ser papel mojado. En ese Libro, como recordó la directora del ICEI, Isabel Álvarez, la Comisión abría cinco posibilidades para la Unión: seguir igual que ahora pero reforzando temas como el mercado único, energía o agenda digital; centrarse sólo en el mercado único, es decir en la circulación de capitales y mercancías, olvidando las personas; permitir alianzas entre países que quieran llegar a más pero sin comprometer a todos; hacer menos cosas pero de manera más eficiente, y, por último, hacer mucho más conjuntamente. La propuesta de Macron y Juncker supera esta quinta opción del Libro Blanco, dando un paso más: una Europa más unida, más fuerte y más democrática.
Para Ramón Jaúregui la nueva propuesta es muy positiva. "La comparto, aunque ahora hay que matizar los términos", señaló el actual diputado del S&D, la coalición europea de partidos socialistas y progresistas. Para Jáuregui hay muchos aspectos de la UE que hay que rediseñar. El primero es el económico. "Es necesaria una nueva arquitectura", que entre otros muchos aspectos debe incluir una unión bancaria con un fondo europeo de depósitos, la creación de un presupuesto para la zona euro o el nombramiento de un ministro de Asuntos Económicos. Por supuesto, también considera imprescindible la armonización fiscal y tributaria. Otro aspecto clave, es la defensa común. La amenaza yihaidista hace, de acuerdo con Jáuregui y también con Nasarre, Toledo e incluso la ex vicepresidenta Viviane Reding, quien pronunció la conferencia inaugural, que la creación de un ejército europeo cada vez sea visto con mejores ojos.
Pero por encima de esa "necesidad" de una política común real de defensa y casi a la misma altura de los temas económicos, se sitúa la necesidad de democratizar más, no ya las instituciones sino sobre todo las decisiones que afectan a los países y ciudadanos de la Unión. Para el representante de Podemos en el seminario, su secretario de Economía, Ignacio Álvarez, no se puede hablar de una "redefinición profunda del proyecto europeo si no se garantiza el control democrático de las decisiones económicas". "Es algo que hay que hacer ya", afirmó también Jáuregui.
Como se puede ver son muchos los cambios que necesita Europa, pero el optimismo vuelve a presidir el camino. Viviane Reding cree que este es el momento que muchos europeístas esperaban para hacer realidad sus aspiraciones. "Europa -afirmó- ya no debe preocuparse por el Brexit, debe preocuparse por el futuro de los 27". "Sabemos que es difícil, pero entre todos -concluyó la ex vicepresidente de la Comisión-, políticos y ciudadanos podemos construir ahora aquella Europa que soñaron sus fundadores, basada en las leyes y los derechos humanos".