Coincidiendo con la celebración del 17 al 19 de mayo del XXX Symposium de la Sociedad Española de Historia de la Psicología, la Facultad de Psicología ha querido mostrar el embrión de lo que en no demasiado tiempo confía que sea el museo más importante de España de la disciplina. Como cuenta el profesor Javier Bandrés, quien está coordinando los trabajos de puesta en valor de la colección, la Universidad Complutense cuenta con piezas únicas, de incalculable valor histórico, de los primeros pasos de la psicología en nuestro país. La mayor parte de ellas proceden del legado del Dr. Luis Simarro (1851-1921), y del Departamento de Psicología Experimental del CSIC, que cesó sus actividades con la creación de la Facultad en 1980. Lo expuesto estos días -solo se puede visitar durante la celebración del symposium- es sólo una pequeña muestra, significativa eso sí, de lo existente.
La intención, según adelanta la decana Nieves Rojo, es seguir durante los próximos meses realizando los trabajos de catalogación con la ayuda del Vicerrectorado de Extensión Universitaria, Cultura y Deporte, para en un futuro cercano poder abrir la colección al público y, sobre todo, a los propios estudiantes de la Facultad, "para que sepan de dónde venimos". "Se trata -añade la vicerrectora María Nagore- de la misma idea que siguen la mayor parte de los museos y colecciones de la Complutense, es decir que cumpla un papel tanto para la investigación como para la docencia".
Como explica el profesor Bandrés la mayor parte de las piezas más valiosas proceden del Legado del Dr. Simarro, quien donó su fortuna y laboratorio a la Universidad Central. La primera idea fue crear un Laboratorio de Psicología Experimental, pero por diversos motivos no se llegó a poner en marcha. Durante 30 años las piezas de laboratorio estuvieron guardadas. "En 1953 -cuenta Bandrés- se fundó en esta universidad el primer centro que impartía un programa oficial de estudios de Psicología, la Escuela de Psicología y Psicotecnia, en el antiguo Caserón de San Bernardo. Sus fundadores, sobre todo Mariano Yela, recordó que todo aquel material estaba guardado y lo desempolvó para utilizarlo en las prácticas. Se usó durante años y cuando se puso en marcha la Facultad de Psicología se volvió a guardar". Desde entonces, la mayor parte de aquellos instrumentos, así como los que llegaron del Departamento de Psicología Experimental del CSIC, cerrado al crearse la Facultad, han estado guardados en cajas sin tener ningún uso. "Ha sido la decana Nieves Rojo quien ha querido impulsar la creación de esta colección y en ello estamos ahora trabajando", resume el profesor Bandrés.
Entre lo expuesto durante estos tres días hay numerosas piezas curiosas, desde un banco para medir tiempos de reacción complejos, con estética y estructura parecida a la cabina de un avión, hasta dos bancos ópticos por los que Simarro pagó hasta lo que al cambio actual "serían 30.000 o 40.000 €. Simarro pagaba todo de su bolsillo. Él quería tener instrumental de vanguardia y ponerlo a disposición de sus alumnos. Todo lo que se utilizaba en la Escuela de Leipzig, la más avanzada de la época, él trataba de tenerlo cuanto antes", resume el profesor Bandrés. "En cuanto al banco -continúa el alma mater de este embrión de museo- era un test psicológico, que fue donado por la Aviación estadounidense cuando se firmaron los convenios de cooperación de España y Estados Unidos en 1950. Se utilizó durante años en la Escuela de Medicina Aeronática, que estaba en la Facultad de Medicina, para la selección de pilotos".
Estos y otros muchos instrumentos hoy son vistos como curiosidades, pero hace no tantos años eran parte, como recuerda la decana Nieves Rojo, del día a día de una ciencia, la Psicología, a la que "la Complutense ha aportado mucho". Para el profesor Bandrés, es importante que en estos tiempos de "impact factor" aún haya gente interesada en saber cómo o por qué se hacían antes las cosas. Colecciones como esta o simposios como el que se está celebrando estos días, sin duda, ayudan a que esto siga siendo así.