Lo reconocen: ya no son lo que fueron, los tiempos han cambiado y no han sabido adaptarse. Sí, los secretarios generales de los dos sindicatos mayoritarios, Comisiones Obreras y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Pepe Álvarez, están de acuerdo en que sus organizaciones no han sabido responder a las nuevas circunstancias, que incluso los movimientos sociales les han adelantado por la izquierda. "Hay que reconocer -señala el líder de UGT, Pepe Álvarez, en el Encuentro Complutense celebrado este 26 de abril en la Facultad de Ciencias Biológicas- que no se ha hecho todo lo que se debía hacer desde la crisis de 2008 a esta parte. Sí, hay que reconocerlo, aunque de ahí a decir que no hemos hecho nada, como se quiere vender... Pero creo que es el momento -continuó- de romper la dinámica de hablar de nosotros mismos y de ir a por ellos". "Las cosas empiezan a cambiar. Las cifras macroeconómicas han mejorado, se ha recuperado, en términos de la media, el nivel de riqueza anterior a la crisis... Ahora podemos pasar a la ofensiva", anuncia Fernández Toxo.
Fernández Toxo y Álvarez hicieron acto de contrición y no eludieron responsabilidades en este Encuentro titulado "Los sindicatos ahora". Enumeraron las circunstancias que a juicio de ambos propiciaron que los grandes sindicatos quedasen en fuera de juego, pero también señalaron culpables, y, aunque reconocen que no será fácil, intentaron explicar cómo piensan recuperar esa influencia que tenían para mejorar la situación de las y los trabajadores. "Hoy -resumió Toxo- nos es más sencillo describir el mundo en el que estamos, hacer lo que llamamos sindicalismo forense, que decir qué debemos hacer para recuperar nuestro lugar".
¿Qué cambió? ¿Qué hizo que los sindicatos tengan, como apuntó la moderadora del encuentro, la economista Marta Flich, "la sensación de que han llegado tarde"? Por lo escuchado, muchas cosas. La primera la globalización, que ha deparado, en palabras de Toxo, un "mundo más líquido". Después, una gestión política de la crisis que vinculó la salida de la misma a la pérdida de derechos de los trabajadores, entre ellos los salariales y laborales. La receta fue global, pero en España se ha seguido a rajatabla: reforma laboral, sustitución de los convenios colectivos por los que se alcanzan en cada empresa, incluso la ley mordaza, que mantiene a día de hoy, como recordó Álvarez, a más de 300 encausados por el simple hecho de "reclamar los derechos de los trabajadores"...
Si la situación era compleja, los sindicatos tampoco supieron adaptarse para enfrentarse a nuevas situaciones, como un paro estructural altísimo, que provocó que la cantidad primara sobre la calidad del empleo; la feminización del trabajo, con sus características propias; la pobreza laboral, que ha hecho crecer aún más las desigualdades... Los dos sindicatos mayoritarios, de acuerdo con sus líderes, no supieron cambiar de estrategia, y "aunque el fordismo no ha desaparecido, y en las grandes empresas seguimos siendo muy fuertes, tenemos que aprender a convivir con estas otras realidades", asumió Fernández Toxo.
¿Qué hacer? "No va a ser fácil", insistieron ambos mientras esbozaban algunas estrategias, como lograr que las asociaciones internacionales sindicales, que hasta ahora han fracasado, cobren voz planetaria o, al menos, europea; servirse de las nuevas tecnologías para llegar más y mejor a los trabajadores, configurar estructuras organizativas más horizontales y flexibles, reverdecer alianzas del pasado con la sociedad civil... "¿Y las mareas, no creéis que os han prácticamente sustituidos como voz de los trabajadores?", preguntó Marta Flich a los secretarios generales. "Con ellas también hay que actuar en consonancia", señaló Toxo. "Si muchos de sus miembros son gente nuestra. Si en multitud de ocasiones somos los mismos. Tenemos que converger. Yo, puedo afirmar que la UGT que dirijo no va a confrontar con las mareas nunca, aunque nos den motivos ", apuntó Álvarez.
Por supuesto, los dos secretarios generales tienen claro que mucha de su acción futura estará marcada por las decisiones políticas que se tomen. "Porque se derogue la reforma laboral y se vuelva a dar peso al convenio colectivo", señaló Toxo. "Porque en un país en el que el 99% de las empresas son Pymes no hay sindicato que pueda negociar tres millones de convenios", añadió Álvarez. Si esto se consigue, "nosotros -habla el líder de Comisiones- daremos la batalla. La primera con los salarios, que tienen que ganar capacidad de compra, por muchas razones. La primera para resarcir a quienes durante la crisis tuvieron que ver bajar sus salarios. Y también, si prefieren verlo así, para que pueda continuar el crecimiento económico". El objetivo final, concluyó Toxo, es "reducir desempleo, pobreza y desigualdades, el trípode que nos ha dejado la gestión política".
