La Cátedra de Educación Médica Fundación Lilly-UCM ha entregado este 19 de enero, en un acto celebrado en la Facultad de Medicina, la novena edición de sus premios anuales con los que reconoce las mejores contribuciones a la educación médica tanto en estudios de grado como de posgrado. Los ganadores de la edición de este año -que ha tenido un número récord de candidaturas con 76- han sido, en la categoría de grado, el proyecto de educación médica y humanismo que implementa desde hace más de dos décadas la asociación SOBRAMFA, que lidera el doctor Pablo González Blasco, en Sao Paulo (Brasil). En la categoría de posgrado el trabajo ganador ha sido el realizado por la Sociedad Española de Formación Sanitaria Especializada en la que hace un completo análisis del sistema español de formación de médicos, las denominadas residencias en hospitales. El autor principal del trabajo es el doctor Jacinto Fernández Pardo. El acto de entrega estuvo presidido por el rector Carlos Andradas, el decano de Medicina, José Luis Álvarez Sala, y el presidente de la Fundación Lilly, Javier Ellena Aramburu. Los tres se congratularon por la existencia de esta cátedra extraordinaria en la UCM, cuyo convenio ha sido recientemente renovado, y por la posición referente que ha adquirido en este campo a lo largo de sus diez años de existencia.
Defensa de la enseñanza presencial
En sus palabras de cierre del acto, el rector Andradas destacó los beneficios que las cátedras extraordinarias conceden a todos los que participan en ellas. Desde el punto de vista institucional son lo que en términos anglosajones se denomina una relación "win-win, en la que todos somos ganadores". También aprovechó el rector su intervención para hacer una apasionada defensa de la enseñanza presencial, "en la que los profesores podemos mirar a los ojos de los estudiantes, conocer así su estado emocional y transmitirles desde la tranquilidad y la confianza nuestro entusiasmo, nuestra disposición a enseñarles, a ayudarles a aprender". Para Andradas este contacto humano de la enseñanza presencial debe ir acompañado, por supuesto, de "la palabra tótem de la universidad: calidad. Calidad tanto de nuestros planes de estudios como en los medios que ponemos para comprobar cómo se están haciendo las cosas y cómo podemos seguir mejorando", concluyó el rector.
Humanización de la medicina
También intervino en el acto de entrega de premios el director de la Cátedra de Educación Médica, el doctor Jesús Millán, quien hizo un repaso de las actividades llevadas a cabo en el último año. Según enumeró, estas se enmarcaron en las cuatro áreas de actuación que ha desarrollado la cátedra desde su creación: línea editorial (publicación de monografías, fundamentalmente), encuentros de expertos (entre los que destaca el seminario celebrado en los Cursos de Verano de la UCM en El Escorial sobre la enseñanza de la medicina en el entorno clínico), revista científica (desde 2015 la Cátedra se ha hecho cargo de "Educación Médica", de periodicidad trimestral) y premios de investigación (cuya novena edición se entregó en este acto). Junto a este resumen de lo realizado, el doctor Millán expuso el tema al que este año la Cátedra va a dedicar sus mayores esfuerzos: la necesidad de humanizar la medicina, "de poner al paciente en el centro de todo". En este sentido, Millán consideró que la formación también tiene que tener presente esa necesidad de "humanización" que quizá la parte más científica de la medicina está situando en el olvido. Señaló la conveniencia de poner en marcha, como ya se hace en otros países de nuestro entorno, programas académicos conjuntos para la mejora de este tipo de competencias "más humanas". Como ejemplo, el doctor Millán leyó una carta publicada por una estudiante residente en un hospital de Gijón, que en su primer día no sabía cómo tratar a una paciente cansada de luchar contra su enfermedad. En la Facultad, escribía en su carta abierta la estudiante, sobre las lágrimas solo la habían enseñado su PH.
Los premiados
El acto acabó con la entrega de los premios y la descripción de los premiados de sus trabajos. El doctor Pablo González Blasco lo hizo a través de vídeo, ya que reside en Sao Paulo, donde desde finales de los años 80 está ayudando a la formación de médicos con un método basado en el humanismo, en la relación con los pacientes y en el intercambio de pareceres. Jacinto Fernández Pardo, por su parte, dio cuenta de las principales conclusiones a las que ha llegado la Sociedad Española de Formación Sanitaria Especializada (hasta el año pasado denominada AREDA) tras estudiar las más de 700 respuestas recibidas a un cuestionario sobre los problemas a los que se enfrentan a diario quienes deben formar en los hospitales a los estudiantes y médicos residentes.
