Ciento cincuenta titulados universitarios, muchos de ellos Premios Nacionales Fin de Carrera, se han incorporado en los dos últimos años y medio a La Facultad Invisible (LFI), una asociación sin ánimo de lucro que busca, simple y llanamente, mejorar la universidad pública española. Su director, Juan Margalef, titulado complutense en Matemáticas y en Física, considera que precisamente por tener esa distinción concedida por el Ministerio de Educación, los miembros de LFI no sólo están legitimados para hacer propuestas, sino que, como añade otra de las integrantes de la asociación, la filóloga Cristina Sanz, tienen la responsabilidad de hacerlo. Anuncian que dentro de poco harán públicos los, a su juicio, diez principales problemas que afectan a la universidad y las soluciones que tras un largo análisis ellos consideran conveniente implementar. A la vez, trabajan en otros proyectos. Uno, el denominado "Ayudas ciudadanas" lo presentaron este 20 de diciembre en el salón de actos del Edificio de Estudiantes de la UCM. El objetivo es ayudar económicamente a nueve estudiantes universitarios para que no tengan que dejar de hacer lo que más les gusta: formarse. ¿Cómo? Entre todos. Su eslogan: "Apadrina un becario". Sin duda, un programa a la altura de sus expedientes.
Apadrina un becario
El Programa "Ayudas Ciudadanas" en realidad comenzó el pasado mes de junio cuando se abrió el plazo para que cualquier estudiante universitario de grado con dificultades económicas y un buen expediente se dirigiera a La Facultad Invisible. Entre todas las solicitudes abrieron un proceso de selección competitivo, que incluyó exposición de motivos y entrevistas personales, hasta seleccionar a nueve candidatos a becarios. Ahora llega el momento de recaudar el dinero. La idea es dar a cada uno de estos estudiantes 1.500 €, y para ello han abierto una campaña de crowdfunding en la plataforma Kukumiku. Cualquier persona puede aportar lo que quiera, de 5 € en adelante. "Es el mínimo que admite la plataforma, pero si se hubiera podido habríamos querido recibir un euro de 14.000 personas diferentes, porque nuestro objetivo, además de ayudar a estos nueve maravillosos estudiantes es abrir un debate en la sociedad, avivar las conciencias, que la gente se pregunte qué es lo que pasa, si, por ejemplo, el sistema nacional de becas funciona y logra que nadie tenga que dejar de estudiar por motivos económicos. Está claro que no es así", explica Cristina Sanz, responsable de la campaña junto al también Premio Nacional Fin de Carrera, Nico Valiente.
Para toda la sociedad
Para el presidente de LFI, Juan Margalef, esta campaña es importante. Lo es para Carla, Álvaro, Janna, Alberto, Nerea, Sandra, Luis, Ilda y Diego, los nueve estudiantes que sin estos 1.500 € que se han propuesto "recaudar" para cada uno de ellos tendrán difícil volver a las aulas el año que viene. Su "¿nos echas una mano?", con el que concluyen el vídeo de presentación del proyecto, sin duda, llega. Pero, más allá de ellos, la campaña es importante para la sociedad, para que se dé cuenta de que esto sucede, de que las instituciones muchas veces no llegan, y que todos debemos implicarnos. "Lo más importante es involucrar a la gente, que se dé cuenta de que el dinero que se pone en la universidad no es un gasto, sino una inversión. Que esta es la realidad no sólo una frase ya muy trillada".
Detectar, proponer y actuar
Margalef explica que La Facultad Invisible persigue tres grandes objetivos. El primero, el que están a punto de presentar, es la detección de los principales problemas de los que, a juicio de ellos, adolece la universidad española, y también cuáles son sus puntos fuertes, "que también los tiene". El segundo objetivo es buscar las soluciones a los problemas y también las mejores maneras de potenciar aún más las fortalezas. Y, el tercero, es trabajar con las instituciones, el Ministerio, las Comunidades, las universidades, para implementar esas medidas. También, como concluye Margalef, quieren ayudar directamente a los universitarios, predicar con el ejemplo. Una manera es esta campaña de "Ayudas Ciudadanas" y otra la que abrieron al poco tiempo de crear la asociación bajo la denominación "#askLFI". "Se trata -explica el doble titulado complutense- de recibir por Twitter las consultas que nos quieran hacer quienes están estudiando o van a estudiar en la universidad, y nosotros, alguno de los 150 que somos, responder también por Twitter".
En consonancia con la UCM
Para el vicerrector de Estudiantes, Julio Contreras, quien hace unos meses firmó en nombre de la UCM un convenio marco de colaboración con LFI, que existan asociaciones como esta es "muy necesario". Ver que gente con expedientes tan destacados quiera implicarse en mejorar la universidad, pese a estar muchos de ellos en el extranjero, es un "estímulo inspirador", señaló el vicerrector, presente en el acto de presentación de la campaña "Ayudas ciudadanas". De acuerdo con Contreras, esta iniciativa reúne las dos líneas que la propia UCM sigue en su política de becas y ayudas: la precariedad económica y el rendimiento académico. Así, Contreras destacó que el pasado curso 2015/2016 la Complutense ha becado a 900 estudiantes con alrededor de 1 millón de euros. Cerca de 600 de ellos recibieron una beca socioeconómica, otros 120 se beneficiaron durante el curso de una convocatoria extraordinaria de ayudas por causas sobrevenidas, mientras que 182 alumnos recibieron las ayudas de excelencia en máster. A esto, según explicó Contreras, hay que unir las becas de colaboración en departamentos para estudiantes de grado, que este año han aumentado hasta 75, "y que en muchos casos son el principio de la relación de los estudiantes con los departamentos, en los que luego realizan sus tesis y después se convierten en profesores", concluyó el vicerrector de Estudiantes.
