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Biblioteca de la Universidad Complutense de Madrid

Lunes, 16 de diciembre de 2024

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Y Lorca volvió a la Complutense

Se apagan las luces. El Paraninfo de San Bernardo, el aula magna de la Universidad Complutense, queda a oscuras. Es el comienzo de la representación del auto de La vida es sueño, de Calderón de La Barca. Una suave luz alumbra el pasillo central. Allí aparece La Sombra. Hace 84 años, el 25 de octubre de 1932, en ese mismo lugar, La Sombra era él. Sí, él, "el poeta más conocido de nuestra historia", como le considera el rector Carlos Andradas; ese "ser excesivo en todo lo que hacía", que califica el profesor Emilio Peral; ese que en las manos tenía fuego y su mirada era capaz de ver todo, que describe la escritora Fanny Rubio; ese que fue asesinado hace 80 años, y al que ahora su universidad, la Central de entonces, la Complutense de siempre, un 14 de diciembre de 2016, ha querido homenajear, reclamar ese parte, ese "cachito" suyo que es nuestro, como él lo es de toda la humanidad.

 

Federico García Lorca presentó hace 84 años en este Paraninfo de San Bernardo el proyecto de La Barraca, el grupo teatral universitario nacido para recorrer los más recónditos pueblos de España en una misión "culturizadora" con el apoyo del Ministerio de Instrucción Pública de Fernando de los Ríos. En palabras del rector Andradas, lo que Federico hizo entonces fue "hacer universidad". 84 años después, su Universidad ha querido recordarlo haciendo eso mismo: universidad. La propuesta de Encuentros Complutense -iniciativa puesta en marcha bajo la dirección de José Manuel García Vázquez hace ya casi un año- fue ambiciosa y rotunda. No se quedó en el hecho, en aquella representación teatral rompedora en su época por la modernidad de la puesta en escena sugerida por Lorca, y la nueva vuelta de tuerca dada por Alma Viva Teatro en esta única representación, sino que fue a por todas: el análisis del Lorca poeta, del Lorca músico, del Lorca pintor, del Lorca hijo, del Lorca hombre, versos, canciones... Todo, en las cerca de tres horas y media que duró este "Lorca en la Complutense".

 

Antes de hacerse la oscuridad, de que las actrices y actores de Alma Viva Teatro llevarán a escena la rompedora propuesta tejida por su director, César Barló, del texto de Calderón, sonaron los versos del poeta. Fue una de las actrices, Eva Higueras, nieta de Modesto Higueras, uno de los miembros de La Barraca, quien abrió la sesión:


Quiero dormir el sueño de las manzanas
alejarme del tumulto de los cementerios.
Quiero dormir el sueño de aquel niño
que quería cortarse el corazón en alta mar.

No quiero que me repitan que los muertos no pierden la sangre;
que la boca podrida sigue pidiendo agua.
No quiero enterarme de los martirios que da la hierba,
ni de la luna con boca de serpiente
que trabaja antes del amanecer.

Quiero dormir un rato,
un rato, un minuto, un siglo;
pero que todos sepan que no he muerto;
que haya un establo de oro en mis labios;
que soy un pequeño amigo del viento oeste;
que soy la sombra inmensa de mis lágrimas.

[...]

 

El análisis

Primero sonó el análisis. De la poesía de Lorca habló la profesora y escritora Fanny Rubio: poeta universal, ojos de pintor, metáfora e imagen, libertad ética y estética, desde el cielo hasta el suelo, del campo a la ciudad, creador, solidario, luchador, soñador... Poeta en Nueva York es su obra cumbre, "el monumento de la poesía moderna", pero Lorca es todo, sus 700 manuscritos, sus 4.000 documentos... Quien quiera verlo todo puede hacerlo en la web de la Fundación García Lorca.

 

En ese "Lorca integral" propuesto por Encuentros Complutense y guiado por la periodista de la SER Marta González Novo, tras Fanny Rubio, llegó el turno de Elena Torres. Ella habló de su relación con Manuel de Falla. De cómo los 22 años que separaban sus vidas no fueron impedimento para más de 15 años de influjo mutuo. Una relación que modificó "de raíz las propias concepciones artísticas" de ambos. En la obra de Lorca está presente Falla, en su Poema del Cante Jondo, en su Romancero Gitano... Y Lorca está en Falla: basta con escuchar su Amor brujo. Otra relación que permite conocer ese "Lorca integral" es la que mantuvo con Salvador Dalí. La describió José Luis Plaza Chillón: "Eran almas gemelas". Al igual que en Falla, Lorca está presente de manera inequívoca en la obra de Dalí, y Dalí en la del poeta. Para el profesor Plaza la de ellos fue una "fusión sin perder identidades". Aunque durante un tiempo Dalí escribió poemas y Lorca pintó sin cesar. Tras el asesinato del poeta, Dalí no fue amable en sus palabras hacia él. Para Plaza aquello no fue más que una pose de un artista que hizo del surrealismo su vida y que, a su juicio, tuvo como mayor pesar el no haber sido capaz de corresponder el amor que le profesó el poeta.

 

La música

Tras el análisis, llegó el turno de la música. Eduardo Fernández, al piano, y Trinidad Montero "La Trini" al cante, inundaron el Paraninfo de duende, ese mismo, que como contó Marco de la Ossa en la narración que fue dando paso a las canciones, Lorca siempre buscó y admiró. Sabida es su pasión por el cante jondo, pero también por las canciones populares españolas, que siempre trató de recuperar y a ser posible grabar para asegurarse de que perduraran en el tiempo. Fernández y La Trini trajeron seis de ellas, seis por las que el poeta sintió especial atracción: "Tres morillos", "Zorongo", "En el café de Chinitas", "Nana de Sevilla", "Los cuatro muleros" y "Anda jaleo". Puro arte.

 

El teatro

Y llegó el turno del teatro, de hacerse la oscuridad, de creer ver al propio Lorca en los ademanes del actor José Gonçalo Pais, de imaginarle hace 84 años en aquel mismo escenario -aunque en orientación inversa, como explicó el profesor Emilio Peral- tratando de llevar al hombre hacia la oscuridad en la entonces atrevida versión de La vida es sueño, con la que sorprendió al público universitario que llenó el Paraninfo aquel 25 de octubre de 1932. La propuesta de Alma Viva Teatro y de su director, César Barló, también estuvo a la altura. Fue hora y media de pasional interpretación, de lucha entre entendimiento y albedrío, entre luz y sombra.

 

[...]

Cúbreme por la aurora con un velo,
porque me arrojará puñados de hormigas,
y moja con agua dura mis zapatos
para que resbale la pinza de su alacrán.

Porque quiero dormir el sueño de las manzanas
para aprender un llanto que me limpie de tierra;
porque quiero vivir con aquel niño oscuro
que quería cortarse el corazón en alta mar.

Federico García Lorca

"Gacela de la muerte oscura"

 

La Sombra y el Hombre, los protagonistas de La vida es sueñoEl rector Carlos Andradas presentó la veladaJosé Luis Plaza, Marta González, Elena Torres y Fanny Rubio, mostraron el Lorca integralLa actriz Eva Higueras abrió el homenaje. Su abuelo Matías fue integrante de La Barraca.El profesor Emilio Peral explicó cómo llegó La Barraca al Paraninfo hace 84 años. El actor Carmelo Gómez, sentado tras el rector, asistió a la velada.Marco de la Ossa repasó la relación de Lorca con la músicaTrinidad Montero y Eduardo Fernández interpretaron una selección de canciones populares españolasLa Sombra, el papel que interpretó Lorca en el Paraninfo hace 84 añosLa compañía Alma Viva Teatro trajo una novedosa propuesta del texto de CalderónRoberto González interpretó al HombreLos participantes en el homenaje Lorca en la Complutense saludan a la conclusión de la velada. En el centro, el director de Encuentros Complutense, José Manuel García Vázquez, y el profesor Emilio Peral, coordinadores ambos del acto
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